Cuando hablamos de deporte, solemos hablar en términos estrictamente deportivos, y pocas veces nos detenemos en las historias que hay detrás. Algunas son agradables, historias de superación, y otras no tanto, otras no son tan agradables. Hoy hablamos del velocista francés Toumany Coulibaly: campeón francés de 400 metros en pista cubierta, 27 años y con una condena de dos meses de cárcel por robar en varias farmacias. Su último salto a las portadas: detenido – y puesto en libertad – hace unos días por su presunta participación en unos robos que habrían tenido lugar en verano de 2014.
Toumany Coulibaly es una de tantas joyas que ha parido el atletismo francés en los últimos años: nacido el día de reyes de 1988, tiene una marca de 45.78 segundos en los 400 metros lisos al aire libre, y este año ha batido su récord en sala (47.22) además de haberse proclamado campeón francés bajo techo, aunque sin participar en los europeos de Praga. Formó parte del relevo francés de 4×400 que fue sexto en el europeo de Helsinki en 2012. Además, tiene otras marcas nada despreciables para un ‘cuatrero’ como 10.71 en cien metros, y este invierno ha dejado su marca del doble hectómetro en 21.32. Hasta aquí lo deportivo. Empiezan las carreras delante de la policía.
Según publicaba el rotativo francés Le Monde hace unos días, Toumany Coulibaly fue detenido el pasado 14 de abril – y posteriormente puesto en libertad – por su supuesta implicación en una serie de robos cometidos en la localidad francesa de Vigneux en agosto de 2014. Pero éste no es, ni mucho menos, su primer encuentro con la justicia gala: en febrero de 2013 ya fue procesado por su participación en robos a más de 30 farmacias en el sur de París, a razón de 300 euros por asalto. En enero de 2014 volvió a pasar por la cárcel por más hechos similares. En los últimos dos años, además de progresar como atleta, este atleta de 27 años ha pasado varias veces por los calabozos y por los banquillos de los juzgados.
«TENGO FUTURO GRACIAS AL ATLETISMO»
Las explicaciones de Coulibaly dejan claro que no es ni mucho menos un buen chico, pero que tiene ganas de redimirse, y que si lo consigue poco a poco es «gracias al atletismo». En una entrevista publicada el pasado 20 de febrero en Le Parisien, el joven francés reconocía que «hoy en día, no debería ser libre: estaría en la cárcel si no fuera por mi familia, por mi club y por la misericordia del tribunal», reconoce. Para Anne Tournier-Lasserve, presidenta del club Montgeron en el que milita, Toumany es «un chico agradable y educado, con mucho talento, se rodeó de la gente equivocada y tomó malas decisiones». Coulibaly lo tiene claro: «No tengo ninguna intención de echarlo todo a perder por culpa de la mierda».
Un talento del atletismo francés, uno de tantos que han aflorado en los últimos años, perseguido por su pasado criminal. Pero es posible que lo haya dejado atrás. Es posible que Toumany Coulibaly sea más rápido incluso que su pasado.