Desde los mundiales de Berlín, con ese oso que por poco no acabó en los juzgados por agresión efusiva a varios atletas de élite, las mascotas se han esforzado por buscar su hueco en los campeonatos internacionales de atletismo. Animan a la grada, distraen a los atletas y si se les va el asunto de las manos dejan unas estampas bastante graciosas: en Zurich, por ejemplo, pudimos ver a la vaca Cooly saltando pértiga.
En estos euroindoors de Praga, la mascota es un topo cuyo nombre en checo es «Krtecek», que viene a significar exactamente eso, «topo», además de ser de difícil pronunciación. Un traje poco articulado que tiene bastante historia detrás: el bueno de Krtecek, (se pronuncia algo así como ‘kur-tek’) es un famoso personaje de dibujos animados de la República Checa, salido de la mente del animador checo Zdenek Miler en la década de los cincuenta. Un personaje que apenas emitía sonidos y que rápidamente se convirtió en el favorito de los niños checos, y que tardó muy poco tiempo en coger fama a lo largo y ancho de la Europa comunista: al de este campeonato le faltan, eso sí, los tres pelillos que el dibujo original lucía en la cabeza.
Un topo que, por si fuera poco, ha estado en el espacio: en 2011 el astronauta estadounidense Andrew Feustel quiso hacer honor al origen checoslovaco de su suegra, y se llevó un peluche de este personaje al espacio en el viaje que hizo el Endeavour en abril de ese año. Feustel era muy de lanzar iconos de la cultura checa al espacio: en su anterior incursión de 2009, se llevó un libro de poesía del país del siglo XIX. «Espero que las generaciones más jóvenes sean inspiradas por la aventura del Topo y reconozcan que sus sueños pueden alcanzarse», dijo el bueno de Feustel antes de llevarse un peluche de 19 centímetros al espacio.
Y si la mascota es una de las protagonistas de estos eventos, el gran olvidado es sin duda la persona que se enfunda el traje y se deja el alma dando saltos por la pista, animando a la grada y luchando por no sucumbir bajo kilos y kilos de material sintético: aquí el joven, al que hemos cazado enseñando la coreografía que, previsiblemente, va a repetir hasta la saciedad a lo largo del Campeonato.
Pensé que lo de comunista tenía más historia… eso es un titular efectista.