Ni ha roto a sudar. La pequeña de las Dibaba ha ganado como ha querido el título de campeona mundial de 3.000 metros lisos en Sopot, arrancando a falta de vuelta y media y dejando muy atrás al resto de competidoras. Ninguna ha tenido narices de tirar fuerte para intentar, por lo menos, desgastar las fuerzas de la etíope, y Dibaba ha sentenciado la prueba después de poner en fila india al pelotón. Se proclama campeona mundial de 3.000 metros indoor, después de hacer lo mismo en 1500 metros hace dos años en Estambul. Cierra así la pequeña de las Dibaba un invierno impresionante en el que ha batido los récords mundiales de 1.500, 3.000 y dos millas.
FRASER-PRYCE TAMBIÉN ES REINA DE LA PISTA CUBIERTA
La pequeña fiera jamaicana de pelos coloreados no sólo es la reina del aire libre, ahora también lo es de la pista cubierta. Shelly-Ann Fraser-Pryce ha barrido a la marfileña Ahouré, teórica favorita, y haciendo gala de su reconocida capacidad de competición ha ganado la medalla de oro (6.98 segundos, marca personal) demostrando que puede ganar todo lo que se proponga. Primer título en pista cubierta para la jamaicana después de haber sido campeona mundial y olímpica de velocidad.
RÉCORD DEL MUNDO 4X400 ‘MADE IN USA’
Puñetazo en la mesa del atletismo estadounidense. Un cuarteto de desconocidos, a los que nadie conocía antes de llegar a este mundial de pista cubierta, ha batido el récord mundial de 4×400 metros en pista cubierta con un tiempo de 3:02.13 minutos, un récord que tenían los propios estados unidos desde Maebashi’99. Cuatro chavales que han debutado en Sopot en la altra competición internacional, que han barrido a sus rivales y que cuando les han puesto un micrófono delante sólo han sido capaces de decir: «Oh my god, this is real!».
Mañana de ensueño para los relevos estadounidenses ya que el equipo femenino también ha ganado la prueba, firmando un magnífico doblete ‘made in USA’.
NDIKO GANA EL 3.000, LAGAT PLATA Y RUPP CUARTO
Carrera lenta, de empujones, tirones y en la que se ha impuesto el fondista que mejor ha sacado a relucir su faceta velocista en las dos últimas vueltas. Se ha llevado el gato al agua el keniata Caleb Ndiku, que no entraba en demasiadas quinielas: el que mejor colocado ha llegado a la última vuelta, y el que más ha esprintado. Por detrás, el veteranísimo Bernard Lagat se iba relamiento a medida que pasaban los kilómetros y nadie se decidía a tirar, y en una poderosa última vuelta ha progresado hasta conseguir la medalla de plata con 39 años de edad. Se trata de la cuarta medalla que Lagat saca en esta prueba de los mundiales de pista cubierta. Por detrás, Galen Rupp no ha sabido romper la carrera acorde a su estilo de correr y se ha quedado en una decepcionante
DELIRIO DE DESCALIFICACIONES EN EL 800
Triste rectificación para Polonia. Lo que era una alegría desbordada se ha transformado en un silencio sepulcral en la grada del Ergo Arena de Sopot. Los jueces han decidido descalificar al polaco Marcin Lewandowski por haber pisado por dentro de la pista. Visible decepción y caras largas en la grada porque hasta entonces todos pensaban que, por detrás de la victoria de Mohamed Aman, Adam Kszczot era plata y Lewandowski bronce. Cambio de tornas tras una decisión clara, después de que los dos héroes locales se hubieran dado la vuelta de honor para deleite del graderío local.
LA AMERICANA PRICE SOBREVIVE A SÍ MISMA
Los 800 metros carecían de una figura que hiciera de la prueba una carrera interesante, pero al final Channele Price ha conseguido levantar a la gente de sus asientos. La estadounidense ha salido tirando con fuerza desde el primer metro, sin que nadie le diera un solo relevo, y ha sabido aguantar su oro con una pletórica última recta, a pesar de que las demás competidoras han atacado con todo lo que tenían. Oliendo la sangre – o el láctico – de las piernas de Price, la polaca Cichoka se ha lanzado a por la plata, para deleite del público presente. No han bajado de los dos minutos.
LA FRANCESA LESUEUR SACA SU PRIMERA MEDALLA INTERNACIONAL
El salto de longitud ha sido una prueba falta de emoción, donde la medalla de oro se la ha llevado la francesa Elyse Lesueur con una marca de 6.85 metros. La saltadora gala ha ganado su primera medalla internacional (hasta ahora su mejor actuación había sido su cuarto puesto en Valencia’08) por delante de la ‘combinera’ británica Johnson-Thompson (quinta del mundo en pruebas combinadas en Moscú y atesora una marca de 1.96 en altura), apenas unos centímetros por detrás durante la segunda mitad de la competición. Mal concurso de la rusa Darya Klishina, en un modesto séptimo puesto con 6.51 metros.
EL ORO DE LA PÉRTIGA, POR DEBAJO DE LA MÍNIMA IAAF
La pértiga femenina ha servido para ejemplificar el delirio de las mínimas exigidas en este campeonato. Ha ganado la cubana Silva, en un concurso bronco, y con una marca (4.70) que han saltado las cuatro primeras (Sidorova plata, Svodová bronce y Murer cuarta). Un registro que está por debajo de la mínima que pedía la IAAF para acudir al campeonato (4.71). Concurso descafeinado en el que varias favoritas, como Holly Bleasdale, la plusmarquista mundial Jennifer Suhr o la alemana Spiegelburg, han estado muy por debajo de su nivel, y en el que la griega Kiriakoupulou ha roto una pértiga. La gran estrella nacional, Anna Rogowska, se ha quedado en una discreta quinta posición.
A MARTINOT-LAGARDE LE PUDO LA PRESIÓN
El joven francés era el favorito sin género de duda, pero le ha podido la ansiedad. Un tropezón en la última valla le ha robado la centésima (7.46) que le ha separado del estadounidense Osaghae (7.45) que ha elegido la final para hacer la carrera perfecta. Final apretadísima, con los tres escalones del podium repartidos en tres centésimas: el bronce ha sido para el francés Garfield Darien con 7.47 segundos, marca personal. Una carrera plagada de nuevos registros personales para los atletas, con Andrew Pozzi en 4ª posición (7.53) y el alemán Traber en 5ª con 7.56.