Existe una raza de atletas de élite que no entiende de barreras ni de distancias. Unos deportistas, los llamados “combineros”, acusados de buscar destacar en todo por no poder destacar en nada pero que, ocasionalmente, pegan un tirón de orejas a los mejores especialistas del mundo. Es el caso de la medallista Jessica Ennis, la mejor heptathleta de los últimos años, digna sucesora de Karolina Klüft que a día de hoy lidera el ránking mundial de sesenta metros vallas a la espera de debutar en pruebas combinadas esta temporada indoor.
Jessica Ennis es una de esas atletas que son, como se dice vulgarmente, para “echarles de comer aparte”. La campeona mundial europea y mundial de heptathlon, modalidad atlética que aúna pruebas de carreras, vallas, saltos y lanzamientos, ha comenzado su temporada indoor de una manera inmejorable, batiendo sus marcas personales de sesenta metros vallas y salto de longitud, y dejando a los aficionados del atletismo expectantes ante su debut en pentatlón esta campaña. Por delante, grandes competiciones como el Mundial de pista cubierta de Estambul, el europeo de Helsinki y, por supuesto, las Olimpiadas de Londres. Grandes citas y, cómo no, grandes rivales, como las rusas Chernova y Bolshova, así como la ucraniana Dobrynska, siendo Chernova quien derrotó a Ennis en los mundiales de Daegu, y quien también pondrá toda la carne en el asador para hacerse con el oro olímpico en Londres.
Si ya es bastante complicado encontrar un atleta de pruebas combinadas que rinda a un nivel medio-alto en todas las pruebas, más raro aún es encontrar uno que despunte en una individualmente y a nivel mundial. La semana pasada en Birmingham, Ennis se proclamó líder mundial de los sesenta metros vallas, rebajando su marca personal de la distancia hasta unos buenos 7.87 segundos que la colocan por delante de nada menos que Lolo Jones en el ránking mundial de la temporada. Ennis declaró que “no esperaba correr tan rápido, estoy en shock. Es genial correr con alguien como Danielle [Carruthers] que te empuje a hacer esta marca”. Danielle Carruthers, segunda en Birmingham, es subcampeona mundial de los cien metros vallas. No contenta con brillar en esta prueba, Ennis tuvo tiempo también de mejorar su registro de salto de longitud con unos buenos 6.47 metros, por detrás de su compañera Sarah Proctor, espectacular con 6.80 metros. Comienza a recordar, poco a poco, a aquella valkiria marciana apellidada Klüft, que igual dominaba en las pruebas combinadas que en el salto de longitud, sin olvidar las vallas o la velocidad.
UN RÉCORD DEL MUNDO A SU ALCANCE
Ennis, con su mejor marca de 4.937 puntos en pentathlon, es a día de hoy tercera atleta de todos los tiempos de pista cubierta, por detrás de la mencionada Klüft y de Irina Belova, que ostenta el récord mundial desde hace diez años con 4.991 puntos, apenas sesenta más que los que acredita Ennis. Sesenta puntos que, si bien son un mundo cuando nos movemos en niveles con un margen de error prácticamente nulo, sí parecen al alcance de la británica, que ha mejorado enormemente sus marcas desde aquella combinada que le diera el título de campeona mundial indoor en Doha hace dos años. En el lanzamiento de peso, quizás su único talón de Aquiles, ya ha conseguido establecerse por encima de los catorce metros, y si sumamos los puntos que obtendría con sus mejores registros, nos encontramos con unos virtuales 5.078 puntos. Naturalmente, sería demasiado optimista pensar que Ennis pueda batir todas sus marcas personales en una misma competición, pero hay que tener en cuenta que nos encontramos ante una atleta extremadamente competitiva que siempre saca lo mejor de sí misma en las grandes citas. Una atleta explosiva en pruebas de velocidad y vallas, que sabe transmitir esa rapidez a los saltos de longitud y altura y que hace exhibiciones de técnica en todas sus competiciones, a buen seguro luchará por ser la mejor combinera de todos los tiempos. El récord del mundo, por tanto, no es algo fuera del alcance de Ennis, sea esta misma temporada invernal o en campañas venideras.