La tarraconense Natalia Rodríguez sabía que se la jugaba: sólo ella e Isabel Macías tenían mínima B para ir a Moscú, por lo que sólo podía ir una, y probablemente la que ganara la carrera. Prueba lenta desde el inicio, la final de 1.500 no tuvo una dominadora clara, con Rodríguez y Macías vigilándose atentamente dentro del pelotón. No fue hasta los últimos 200 metros cuando Natalia decidió atacar, utilizando el factor sorpresa y consiguiendo una ínfima y valiosa ventaja que supo mantener hasta la meta. Siendo Natalia e Isabel las dos únicas atletas en posesión de la mínima B, es previsible que este triunfo haya acercado a la tarraconense a tener un puesto en la selección nacional de Moscú, teniendo también mejor marca esta temporada que Macías. Tercera clasificada fue la madrileña Elena García. En las semifinales masculinas de hoy cumplieron los favoritos, y David Bustos partirá como favorito en una final en la que también estarán Arturo Casado, Alberto Imedio, Víctor Corrales, Adel Mechaal y Francisco Javier Abad.
Misma situación en las carreras de 800 metros donde los favoritos y favoritas han conseguido el pase a sus respectivas finales: Kevin López se verá las caras con Luis Alberto Marco, Alejandro Rodríguez y Alejandro Estévez en la final al igual que hará Khadija Rahmouni con Elián Périz.
TAKACS REMONTA Y BATE EL RÉCORD DE ESPAÑA
Supo mantener la cabeza fría y tuvo su premio: la madrileña Julia Takacs vio como María José Poves salía a ritmo de locos desde el primer metro de los diez kilómetros marcha, y no siguió su estela, pero se quedó vigilando a una distancia prudencial. Y pasaban los kilómetros a ritmo de récord, y Mariajo iba bajando el ritmo. Fue al paso por el kilómetro cuatro cuando July adelantó a Poves y metió una marcha más, empezando a acercarse peligrosamente al récord de Beatriz Pascual, que desde atrás no veía el momento de avanzar posiciones. Finalmente, un nuevo récord nacional para Julia Takacs con 42:32.74 minutos, ocho segundos menos que el récord de Pascual, y por delante de Mariajo Poves.
EL PÁJARO SE TRANSFORMA EN AVIÓN
Es posible que a Ángel David Rodríguez se le conozca como el ‘pájaro’ pero está en un estado de forma tan bueno que va camino de ganarse el apodo de el ‘avión’. Ganó la final de los cien metros lisos, sin dar opción a sus rivales, saludando con tranquilidad al entrar a meta y con una marca de 10.26 por delante de Bruno Hortelano (10.43) y Adriá Burriel (10.45, mismo tiempo que Eusebio Cáceres). El mostoleño está como un tiro, no en vano hace unas semanas que se quedó a una centésima de su propio récord nacional tropezón incluido, y habrá que esperar grandes cosas de su participación en Moscú. En la final femenina Estela García se impuso sin problemas a Juliet Itoya.
La final femenina de 100 metros vallas a punto estuvo de convertirse en un accidente múltiple. La gran favorita al título, Teresa Errandonea, no terminó la carrera después de tropezar con una valla, lo mismo que pasó con otras dos participantes. La medalla de oro, en cualquier caso, no dejó de irse para los márgenes del Bidasoa con el triunfo de Olatz Arrieta (13.96), que mañana también peleará por un puesto de honor en la final de salto de longitud. En las vallas largas, los dos grandes favoritos, Laura Sotomayor y Diego Cabello, no tuvieron ningún problema para pasar a la final.
SERGIO SÁNCHEZ MUERDE EN EL SPRINT
Por si había alguna duda, Alemayehu Bezabeh se encargó personalmente de que los 5.000 metros no fueran una carrera tranquila: salió tirando desde el primer metro y, como le suele suceder, fue víctima de su falta de sprint. Sergio Sánchez fue quien se aprovechó de los tirones que fueron pegando Bezabeh y Lozano, sacando a relucir un potente sprint en los últimos 200 metros que dejó sin opciones a un valiente Alberto Lozano, segundo, y a un desinflado Bezabeh, tercero. Iván Fernández pudo retener la cuarta posición mientras que Jesús España era sexto bajando apenas de los catorce minutos. En los obstáculos femeninos Diana Martín se impuso ante Teresa Urbina después de que la extremeña cargara con el peso de toda la prueba.
BORJA VIVAS LIDERA EL ESPECTÁCULO DEL PESO
Uno de los grandes momentos de la tarde llegó en el lanzamiento de peso masculino: más concretamente en la primera y última ronda. Borja Vivas abría su concurso con 19.92 metros, a pesar de su dolencia en la mano de lanzar, poco después de que Dani Anglés empezara a competir con una marca personal de 19.04, al igual que Carlos Tobalina, tercero con 19.24. Se sumó a la fiesta de las marcas personales el recién naturalizado español Yosier Toledo con 19.44, sacando a Anglés del pódium.
Los concursos de jabalina y disco transcurrieron sin grandes contratiempos. Nora Bicet se impuso a Mercedes Chilla sin que ninguna de las dos llegara a los sesenta metros exigidos para ir al mundial de Moscú, con mejoras en marcas personales para Arantza Moreno (tercera y junior) o Elia Pascual. Sabina Asenjo fue la vencedora en el lanzamiento de disco femenino.
NAROA VUELVE A SER LA QUE ERA
No sabemos ni cómo, ni cuándo ni por qué, pero Naroa Aguirre está de vuelta. La donostiarra se proclamó campeona de España por séptima vez con un buen salto de 4.40 metros, repitiendo su mejor marca de la temporada y a 10 centímetros de su récord nacional. Se queda sin mínima mundial para Moscú, a punto estuvo de saltar 4.50 en su primer intento, pero deja la sensación de superioridad y seguridad en unos niveles que hace mucho que no pisaba. Segunda fue Anna Pinero y tercera Carla Franch en un concurso con seis atletas por encima de los cuatro metros.
El atraco de la mañana lo protagonizó sin duda Simón Siverio en el salto de altura: mientras todo el mundo se concentraba en el junior Ignacio Vigo, que salto 2.18 para ponerse por delante de Javier Bermejo en posición ganadora, el canario fue pasando altura tras altura y de repente saltó 2.20 a la primera y se proclamó campeón de España, relegando a Vigo a la segunda plaza con un Miguel Ángel Sancho desconocido en cuarta posición. En los saltos horizontales, Patricia Sarrapio y Jean Marie Okutu vencieron en triple y longitud respectivamente sin demasiados ornamentos ni grandes marcas.