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Ya tenemos los seis nombres de los que van a luchar por ser nombrados como mejor atleta del año: en hombres, Mo Farah, Bohdan Bondarenko y Usain Bolt, con Valerie Adams, Shelly-Ann Fraser-Pryce y Zuzana Hejnova en mujeres. Seis nombres que se han ganado un hueco en el Olimpo durante el último año, y que dentro de menos de dos semanas estarán en el bombo de la IAAF para ser los mejores de 2013. ¿Quiénes serán los elegidos? Lo sabremos en la próxima World Athletics Gala que tendrá lugar el sábado 16 de noviembre en Mónaco.

Pasando por alto el hecho de que no nos podemos quedar con los seis, hay que asumir que la comunidad atlética elegirá a sólo dos, y este año está bastante apretado: todos han hecho méritos para ser los mejores, pero no hay un candidato claro a ser EL MEJOR, un Bolt de hace unos años que destrozaba todas las estadísticas o un atleta que haya «hecho historia» con todas las letras y por delante del resto. Si, por ejemplo, examinamos los títulos que ha conseguido cada uno, hay empates: todos han sido campeones del mundo este año, y tanto Bolt como Fraser-Pryce ganaron tres oros en Moscú, en las mismas pruebas para más inri, así como Farah ha sido doble campeón en 5.000 y 10.000 metros y ha batido el récord de Europa de 1.500. Si nos ceñimos a las tablas de puntuación, en cambio, la balanza de la IAAF se pone del lado de Bolt: sus 9.77 segundos de este año valen 1.301 puntos, por los 1.266 de los 2.41 metrazos de Bondarenko hasta los 1.241 de la marca de la temporada de Valerie Adams en lanzamiento de peso. Dos criterios objetivables que nos dejan en el campo de las filias y las fobias para poder decidir.

¿BONDARENKO O FARAH?

Podemos utilizar la estrategia de los cobardes, que es ir tachando por abajo hasta quedarte con el que no sabías que era tu favorito. Y creo que Usain Bolt, todo marciano y aupado en el trono de la historia para siempre pase lo que pase, este año no se ha ganado (creo) ser el mejor atleta del año. Es muy posible que esta impresión sea producto de verle correr en 9.58 y 19.19 saludando y tocándose las narices, pero verle apretar los dientes para ganar a Justin Gatlin me ha sabido a poco. Eso y que ya lo ha sido en 2008, 2009, 2010 y 2011. Esperemos que el año que viene Usain Bolt vuelva a ser el mismo, o al menos recordar al que rompía las barreras de lo físico sin romper a sudar, pero ese no ha sido este año aunque su efectividad ha sido envidiable, eso sí, como siempre.

Hecha esta pequeña criba, con el medallero y los puntos estadísticos en contra, nos quedan Farah o Bondarenko. Mo Farah, carismático como él solo, no ha batido sus marcas personales pero se ha convertido en el fondista imbatible: va bien a ritmos altos, y si le dejas para el final saca ese récord de Europa de 3:28.81 que arranca en la última vuelta y ni le hueles. No ha ganado todas las carreras que se le han puesto por delante, pero también es verdad que, poco a poco, se va encaminando hacia la ruta y puede que lo que hayamos visto haya sido una despedida de oro. Por otro lado está el ucraniano Bohdan Bondarenko, que ha pasado de ser un saltador normalito a haber puesto a temblar al mismísimo Javier Sotomayor: por dos veces ha saltado 2.41 metros este año (la plusmarca mundial es 2.45 desde Salamanca 1993), y otras tantas veces ha intentado batir el récord arrancando unos potentes «¡¡Uuuuyyyy!!» a la grada.

Todo esto lo he dicho para llegar a la conclusión que más me apetecía: Bohdan Bondarenko.

Me gustaría que le dieran el premio a Bondarenko porque ha resucitado una especialidad que había caído en la apatía: el salto de altura de hombres. Desde la desaparición del sueco Stefan Holm, la disciplina había quedado huérfana de héroes, los grandes campeonatos se ganaban con alturas «discretas» y poca emoción tenían las competiciones más allá de lo que pudiera hacer el ruso Iván Ukhov. Bondarenko ha estado a punto de llevarse el récord mundial, se ha proclamado campeón del mundo con una superioridad insultante. ¿Por qué prefiero a Bondarenko antes que a Farah? Pues, y esto es una percepción personal, porque tengo la sensación de que lo de Farah es algo que he visto en competiciones cercanas, como con Bekele, y llegada la hora de la verdad dio la impresión de que se lo dejaba todo a la última vuelta y por poco le sale mal. En cambio lo de Bondarenko yo, nacido hace relativamente poco, no lo había visto en la vida.

MUCHO SPRINT O MUCHO LANZAR

En mujeres, si empezamos a podar por abajo, creo que la primera en caer sería la checa Zuzana Hejnova. Campeona del mundo de 400 metros vallas, intratable en su prueba y en la mejor temporada de su vida, ha hecho méritos suficientes para estar entre los mejores pero no para llevarse la corona este año (y no será porque no me cae bien, ha sido combinera). La decisión estará (y si me equivoco, penaré eternamente) entre Adams y Fraser-Pryce, y la verdad es que cuesta decidirse. Está claro que este año la jamaicana se ha salido: tres oros incontestables en Moscú, un pelo rosa visible desde el último rincón del estadio y mucha cara para enfrentarse a las vacas gordas de Estados Unidos y de su propio país.

Pero, el problema es que al lado tiene a toda una Valerie Adams, que por hacer un resumen diremos que ha sido dos veces campeona olímpica y cuatro veces mundial. Además, este año ha sido campeona mundial en Moscú y volviendo a su mejor versión, cerrando la temporada con 20.98 metros, si bien ahora se recupera de una doble intervención quirúrgica en rodilla y tobillo. Una mujer que nunca ha sido seleccionada como la mejor atleta mundial del año, por haber coincidido en el tiempo con gente como Meseret Defar, Isinbayeva o Blanca Vlasic, y que ahora se merece un reconocimiento de la comunidad atlética.

aap

LOS SEIS CANDIDATOS A MEJOR ATLETA DEL AÑO:

Usain Bolt (JAM): poca presentación necesita el marciano de las pistas. Después de un año con alguna duda, y todavía lejos de sus mejores marcas, Usain Bolt ha sido triple campeón mundial de 100 (9.77 segundos) , 200 metros (19.66 segundos) y 4×100 en Moscú esta temporada, completamente intratable y más pagado de sí mismo que nunca. Asegura que todavía puede batir algún récord mundial, pero su nivel de hace unos años parece cada vez más lejos.

Mo Farah (GB): este año se ha proclamado doble campeón mundial de 5.000 y 10.000 metros. Un año en el que, a nivel de marcas, ha estado algo lejos de sus mejores registros pero podemos decir que no le ha hecho falta para ser el mejor fondista mundial de la temporada. Prácticamente intratable en competición, ha dejado un récord de Europa de 1.500 (3:28.81 minutos), arrebatando la plusmarca continental a nuestro Fermín Cacho.

Zuzana Hejnová (CZE): ha hecho la mejor temporada de su vida, pero sigue siendo posiblemente el rival más débil de las tres candidatas. Campeona mundial de 400 metros vallas con su mejor marca de siempre (52.83 segundos) después de ser tercera en Londres ha sabido imponerse también en los ránquines, atesorando diez de las quince mejores marcas del año esta temporada. En el pasado, coqueteó con las pruebas combinadas y atesora una nada despreciable marca de 4.453 puntos en pentathlon de pista cubierta.

Bohdan Bondarenko (UKR): una de las grandes sorpresas de la temporada. De un tímido séptimo puesto en los Juegos de Londres y una marca “normalita” de 2.31 metros, Bondarenko ha dejado con la boca abierta al mundo del atletismo con una marca de 2.41 metrazos repetida dos veces: una vez en Lausanne, y otra cuando se proclamaba campeón del mundo en Moscú. También ha dejado varios intentos esperanzadores por encima del récord del mundo de Javier Sotomayor.

Shelly-Ann Fraser-Pryce (JAM): la jovencita de sonrisa adorable ha conseguido este año el triplete que se le negó en Londres. Triple campeona mundial de 100, 200 y 4×100 metros en Londres, ha conseguido un gran registro en el hectómetro (10.71 segundos) y ha doblegado a pesos pesados como Carmelita Jeter o su abanico de velocísimas compatriotas.

Valerie Adams (NZ): cuesta recordar una competición limpia que no haya ganado Valerie Adams los últimos años. Esta neozelandesa de proporciones épicas lo lleva ganando todo desde hace seis temporadas, salvando el mundial indoor de Doha, y este año ha sido campeona en Moscú sin mucho despeinarse. Se trata, sin duda, de la reina de los lanzamientos femeninos, la que menos oposición tiene y a la que sólo han podido ganar en los últimos años a golpe de jeringuilla.

Fotos | Jan Cucharcik | Fabrizio Bensch (Reuters) | Lawrence Smith (Fairfax NZ) | Associated Press | AAP

Vídeos | Bein Sport | NRK 1 |

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