El mundial de atletismo en Pekín acaba de vivir la que probablemente será la carrera de mayor nivel de toda la competición: los cuatrocientos metros lisos. Los espectadores del Nido del Pájaro han tenido el privilegio de ver la carrera más rápida de la historia de esta competición, con los tres primeros atletas corriendo por debajo de los 44 segunodos (la primera que un pódium es tan rápido) y con la sorprendente victoria del sudafricano Wayde van Niekerk, con el atleta de Botswana Isaac Makwala en quinta posición siendo el gran favorito.
Las marcas dan fe de la velocidad de esta prueba: el ganador ha conseguido la cuarta mejor marca de todos los tiempos con 43.48 segundos, por delante del estadounidense Lashawn Merrit (43.65) y de Kirani James (43.78). Por detrás, en la cuarta posición, el dominicano Luguelín Santos ha batido el récord nacional con 44.11 segundos, una marca que le hubiera valido para ser campeón, por ejemplo, en 2011. Desde luego, el récord de estos campeonatos es la plusmarca mundial con la que Michael Johnson ganó en Sevilla en 1999: cuarenta y tres segundos y dieciocho centésimas.
Marcas fruto de la fuerte competencia entre los atletas: desde el primer metro todos han salido a la máxima velocidad, con Makwala vistiendo la estola de favorito y hundiéndose en la última recta hasta la quinta posición. Tal ha sido el esfuerzo que el ganador ha tenido que ser sacado de la pista en camilla. Un perfecto desconocido que acaba de cumplir los 23 años, cuya única aparición internacional fue en los pasados mundiales de Moscú donde no pasó de las series clasificatorias y que lleva apenas tres años compitiendo en la vuelta a la pista.