El 16 de noviembre de 2013 acudo a la presentación de un vídeo sobre Martín Fiz en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Concretamente en el Auditorio Santiago Grisolía. El evento está impulsado por la Fundación Trinidad Alfonso, a beneficio de la asociación de personas discapacitadas AVAPACE, y se completa con una mesa redonda moderada por Carles Francino.
Me siento en segunda fila, justo al lado de Paco Borao, presidente de la AIMS. Es la cabeza visible del Maratón de Valencia, para entendernos. Le aprecio desde hace muchos años, casi tantos como llevo de socio en la SD Correcaminos (ya voy para 27 inviernos pagando la cuota, si no me fallan las cuentas). Paco se encarga de coordinar todo en esta carrera: desde los presupuestos más gruesos hasta los detalles nimios de la organización. Él y sus colaboradores, porque evidentemente no está solo, viven sin vivir en ellos, igual que Santa Teresa, cuando llega el otoño maratonista.
Borao siempre me hace cómplice, y servidor se lo agradece, de los detalles deportivos del maratón, que son los que me ponen, en el sentido erótico-deportivo del verbo. Cuando contrata a un corredor o a un equipo de corredores, vuela a contármelo y si no, le persigo hasta que me ilumina. Especulamos sobre marcas, posibilidades, planteamientos de carrera. ¡Si habremos gastado horas hablando de la vida y milagros de kenianos, etíopes, eritreos y tanzanos! Pero Paco, además de confiarme secretos atléticos, también me ha descrito en múltiples ocasiones la soledad del organizador: nunca se deja contento a todo el mundo, nunca se alcanza la satisfacción plena aunque -y en ese sentido es un hombre práctico- lo importante es: 1) complacer a la inmensa mayoría de participantes, asumiendo que siempre habrá una minoría insatisfecha; y, 2) ofrecer un buen producto a los patrocinadores.
Digo esto porque el objetivo más importante del Maratón de Valencia-2013, a nivel élite, era lograr la mejor marca en suelo español o, en su defecto, el récord del circuito; mientras que en el plano puramente organizativo, se buscaba la mayor cifra posible de inscritos y llegados, ofreciendo un evento digno, equilibrado y competitivo para todos los atletas, ya acreditasen 2h25 ó 5 horas. Se puede estar de acuerdo no con el plan, faltaría más, pero éstas eran las auténticas metas, las que hacen visible una prueba en ruta y que, de no cumplirse, desaniman a los patrocinadores que han favorecido el crecimiento exponencial del Maratón de Valencia.
Dicho de otra forma: por mucho que amemos el atletismo español, en el mundo real, en la realpolitik, que un compatriota gane con 2h09 ó 2h10 una prueba de 42,195 kilómetros es un hecho remarcable, una gesta patria, pero no un aliciente en sí mismo. La etapa de vino y rosas con Fiz, Antón, Roncero, Juzdado y otros ha pasado a la historia. Los circuitos atraen turismo deportivo, dimensionan carreras multitudinarias y producen impacto económico-social cuando se corre, al menos, por debajo de 2 horas y 8 minutos en maratón o de 60 minutos en media; y lo demás son cuentos, tal y como se han puesto los ránkings.
Por tanto, que Carles Castillejo bajara de 2h10 no era uno de los objetivos importantes de la organización. Era, como mucho, azúcar para el pastel. Pero no el pastel. Y mucho menos, si el pastel no está firmado.
Y ahora vuelvo al Auditorio Santiago Grisolía, a mi asiento junto a Paco Borao. Se apagan las luces, empieza el documental. Un gran documental, por cierto. En un momento dado, Paco saca una carpeta con los dorsales de los favoritos. Me entrega un folio, que es el que reproduzco en la fotografía adjunta a estas líneas. Y me explica la estrategia de carrera:
-Habrá un primer grupo -me susurra- que va a 3 minutos el kilómetro. Pasarán la media en 1h03:30. Tirarán Thimoty Kiptoo y Jacop Kendagor que a lo mejor, si se encuentra bien, termina. También Nicholas Kemboi se ha comprometido a llevar el ritmo.
Le muestro mi decepción: me hubiera gustado ver a pleno rendimiento a Kemboi, aquel joven keniano que en 2003 deslumbrara al correr los 10.000 metros en 26:30.03. Él me replica: «Ya, ya, pero ayer dijo que ha tenido problemas, que no está para 42 kilómetros. No podemos vender humo, es lo que hay».
-Además -prosigue bajando la voz para no molestar a los espectadores que están viendo el vídeo-, se van a sacrificar muchos atletas para conseguir el récord. Como los africanos corren para construir entre todos la marca, llegarán pocos por debajo de 2.10. Pero si llega uno en 2.07:29, habrá valido la pena. Hay que demostrar que este circuito es el más rápido de España, que la gente venga aquí a superarse.
A continuación intercambiamos unas frases sobre la incorporación más reciente, Lucas Rotich. Le digo que es un tipo de 12:55 y 26:43 en pista, muy joven además, y que me sorprende que un atleta de su nivel aparezca a última hora en Valencia; o está muy bien o viene de paseo. Borao me cuenta que le cuentan que va a correr en serio.
-Y, por otra parte, Mwangangi está muy, muy fuerte -afirma con convicción.
-Vale; ¿Y Castillejo? ¿Ha traído sus liebres? Con tu planteamiento, llegarán pocos africanos en marcas decentes a meta, aparte de los 2 ó 3 favoritos… si Carles está bien, andará cerca del podio… sería el primer español sub 2h10 en la Península.
Y entonces Paco me da la clave de la presente controversia:
-En el maratón de Valencia no tenemos liebres individuales. Las liebres, y con mucho esfuerzo económico, son para la cabeza. Pero se ha inscrito un puñado de gente con marcas entre 2h09 y 2h13 que acompañarán a Castillejo e irán, calculamos, a 1h04:30. Incluso varios europeos y un par de rusos…
-Los rusos son flojos.
-Bien, pero hay otros candidatos.
Entonces Borao, como se ve en el folio adjunto, me los señala con boli: Kiprotich Kirui, Amanuel Mesel (después yo anotaré con un asterisco: está fino), Samson Bungei, Dejene Yirdaw, Andrew Kiprop, Coolboy Piet Nagamole, Lavan Moiben, Hassan Ahouchar (no llega a salir por enfermedad) y Justus Kiprono.
-O sea -deduce servidor- que en cabeza sólo estarán las liebres y John Mwangangi, Félix Keny y Lucas Rotich. El resto irán detrás y son acompañamiento para cumplir con los requisitos de bronce de la IAAF.
-Exacto, como pasa en todos los maratones -y me redondea a los favoritos en el papel con un punto negro; al grupo de atrás o segundo grupo lo vuelve a señalar con una anotación al margen que identifica su paso previsto en la media, 1h04:30, con la indicación «sin liebres»; y a las liebres de cabeza que pasarán teóricamente a 1h03:30 por la mitad, las puntea con los números 1 y 2, y sendas flechas. Todo ello de su puño y letra, como puede observarse en el pdf anexo.
-¿Pero quién es la liebre de ese segundo grupo? -le insisto yo, incrédulo-. No me trago que Castillejo, que como mucho corre dos maratones al año, salga sin tener el nombre, apellidos y dorsal de su conejo…
-No hay liebres más que para la cabeza -me repite Paco-. Pero entre 8 corredores de nivel parecido, podrán acoplarse, digo yo, ¿no?
-¿Me quieres decir -repregunto- que aquí están acotados los premios económicos que se cobran por un segundo arriba o abajo, y en cambio Castillejo sale a la aventura? ¿que no lleva atada su liebre?
-Te quiero decir que encontrará grupo, que habrá gente corriendo a su ritmo de 2h09, y que tiene que buscarla y arrimar el hombro con ellos.
-Pues si yo tuviera 2h10 como Castillejo -comento con escepticismo- no saldría dependiendo de gente que será muy buena, pero que hace dos años que no termina un maratón en menos de 2h12.
Y le cito el nombre de tres o cuatro africanos, entre los inscritos, que no terminan la distancia de Fillípides en buenos cronos desde 2011.
-¿Es que si tú fueras Castillejo, con semejante compañía, dejarías al azar el tema del ritmo? argumento-. ¿No tiene mánager o entrenador para darse cuenta de eso, igual que lo veo yo?
Borao se encoge de hombros y me dice:
-Son profesionales, no tienen un pelo de tontos. Ellos saben porqué piden correr en un sitio y no en otro, y conocen sus necesidades en cada momento. No hay más liebres remuneradas que las de cabeza, y eso ha quedado claro desde el principio.
El resto de la historia ya es conocida. A la hora de la verdad, todos los africanos se fueron arriba -no habiendo contrato, prevalece el libre albedrío- y formaron durante los 8 primeros kilómetros un grupo cabecero de 20 integrantes, con Nicholas Kemboi abriendo paso a 3:00-3:02 (por cierto, fantástico Kemboi como liebre: resbaló bebiendo en el kilómetro 10, perdió 30 metros, remontó, y volvió a ejercer de pacemaker hasta la media, y encima tirando como un reloj).
A partir del kilómetro 8, el paquete fue perdiendo unidades en un sangría que no cesó hasta el final. Lamentablemente, Castillejo no encontró su sitio en carrera, ni pudo engancharse a nadie que encajara con su estado de forma: unos porque iban ligeramente más rápidos, otros porque iban más lentos. Me viene a la mente la victoria de Fabián Roncero en Carpi (2h09:43 el 13 de octubre de 1996), corriendo solo desde la salida. O el 2h09:51 del tristemente desaparecido Diego García, que tiró 36 kilómetros en Fukuoka, año 1995, para terminar cuarto; claro que eran otros tiempos y que los desempeños de Roncero o de García son una excepción, cuando lo habitual -evidentemente recomendable- en la élite es competir con liebres y, si no están contratadas, procurarlas con diligencia, igual que se procuran esos contratos donde se detallan al milímetro fijos y bonus.
Así que, no habiendo firmas ni convenios sobre liebres entre el catalán y el Maratón de Valencia, cuestión zanjada. Ojalá Castillejo pase página, conserve la forma adquirida en estos meses de entrenamiento y el reloj le dé alegrías en la próxima carrera.
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Se la jugaron!! Todos nos preguntamos lo mismo, si este tal Paco sabia «desde un principio» que no habria liebres mas que para el grupo de cabeza ¿Porque no se lo dijo a Castillejo? Es más Castillejo asegura que hasta días antes le confirmaban 2 liebre (todo de palabra), la respuesta a la pregunta es bastante fácil, si Castillejo hubiera seguido y metia 2h9 la organizacion iba a presumir no solo del mejor registro en España sino también del mejor registro de un español en su tierra. ¿Hubiera sido un negocio redondo para ellos no? Pero claro, como bien dijo este Paco, Castillejo no es ni tonto y es mayorcito, y gracias a esto tomó la desicion correcta en el 17
Castillejo ha dicho desde el principio que, cuando en mayo se compromete a correr Valencia se le dice que va a haber ‘liebres’ para él:
«En el mes de mayo le digo a mi manager que quiero correr en Valencia. Me dice que lo mira. El organizador, Paco Borao, se muestra interesado y nos pregunta que intenciones tenemos. Le digo que intentar hacer 2h09. Me dice que fantástico y QUE ME PONDRÁN LIEBRES A ESE RITMO». (* Extraido directamente de su blog).
¿A quién creemos? Es la palabra de uno contra la palabra de otro.
Y, sinceramente, yo lo tengo bastante claro: si Borao no le dice a Casti que va a tener ‘liebres’, no corre en Valencia y prepara otro maratón, porque las condiciones no hubieran sido las que le interesaban. ¿Si o no?
http://www.soy-cobarde.blogspot.com.es
Tu lo has dicho. El objetivo de la organización y el de Castillejo no eran el mismo. Lo que aún no queda claro es quien dijo qué a quién y quién prometió qué a quién. En cualquier caso, felicito a la organización por haber conseguido su objetivo. Eso sí, para los que, como el que esto escribe, somos un poquito del montón y estábamos valorando si correr o no en Valencia alguna vez, sinceramente, y en vista de lo que les importa el deporte español y lo que les mueve realmente, ya saben lo que pueden hacer con su maratón 🙂
Estoy con joerace,Enhorabuena por el objetivo alcanzado, pero viene bien ver cuáles son las prioridades de la organización, tenía pensado correr mi modesta primera maratón allí, ya que soy de la comunidad, pero prefiero ir a un sitio donde los corredores y no las marcas o cifras sean lo importante. Esto me suena un poco a lo de F1 y demás, poner a Valencia en el mapa a costa de lo que sea. El trato que se le ha dado a uno de nuestros super atletas nacionales (yo le creo a él) no es el adecuado. Luego nos quejaremos de que no hay cantera en España, que la gente no practica atletismo, empecemos por cuidar a nuestros atletas. Espero de verdad que todo vaya perfecto en los próximos años por el bien de los runners valencianos que de verdad merecen una buena carrera.
Lo que deja claro este artículo es que lo único importante en este tipo de pruebas es que haya patrocinadores muchos y con pasta, que la inversión que se realiza en la prueba está totalmente dirigida a la atracción de patrocinadores, y que si llegas a meta (sea tu primer o quincuagésimo maratón) y no tienes medalla, o si quieres una talla M y no tienen desde el viernes, pues mira…se siente…por no decir algo más gráfico.
No soy maratoniano, pero como buen aficionado que soy, es una de mis metas, y tras leer infinidad de foros, blogs, escuchar opiniones de compañeros que SI corrieron el Maraton y también se quedaron sin su recuerdo talla M,se me han quitado las ganas de estrenarme en Valencia (y me duele), sobretodo por que no me van a valorar.
La verdad es que la versión de la organización de la Maratón de Valencia es díficil de creer. Razones: Castillejo dijo en Mayo, en Mayo!!!, que iba a Valencia que le ponían dos liebres para ir a 2.09 y empezó a hacer publicidad de la Maratón, salió en la prensa, radio y televisión, hubo un boom de gente, como yo, que se apuntó a la Maratón si todo eso era falso porqué no lo dijeron entonces y no seis meses después, el día de la maratón, pues solo cabe una respuesta porqué le engañaron y gracias a la publicidad obtenida mucha gente se apuntó y ganaron mucho dinero gracias a ese engaño. Es un circuito rápido, cierto, la gente y el público se merecen un diez, cierto, pero la organización fué horrorosa, en mi caso hasta que no haya una disculpa pública por los numerosos fallos y por el «tema castillejo» no volveré a ir e intentaré que la gente de mi club y conocidos no vuelvan más.
Pues estoy con la mayoría de las opiniones de que es una pena que la organización no le prestara asistencia al atleta puntero de nuestro país (que se estaba jugando la mínima para los europeos, no vendría mal un poco de seriedad con estos temas) y se centrara en conseguir una marca record por patrocinios y publicidad, aunque al final se trata de la palabra del organizador contra la del atleta. Eso sí, supongo que Castillejo no hubiera ido si no tuviera claras las condiciones que le ofrecieron, así que me decanto también por la versión de éste. De todas maneras me pregunto por qué a estos niveles profesionales se deja todo a un acuerdo verbal en vez de redactar las condiciones en un contrato. De todas maneras mucho ánimo a Carles que supongo que leera lo que pensamos de esto y suerte en San Sebastián si al final se decide a correr allí.
Solo tres comentarios:
Para la próxima vez, Carles que antes te firmen lo que prometen.
Siguiendo a Carles cuesta imaginar que si no le prometían liebres fuera a la Maratón, en ocasiones anteriores el junto con Rafa y Nacho se han ido haciendo de liebres entre si cuando al organización no se la ponía.
Esta muy bien querer hacer la Maratón mas rápida de España y traer a las bestias africanas, pero han de cuidar a los nacionales, que son a los que realmente se puede seguir y accesibles para los aficionados. Nadie recuerda los entrenos que han ofrecido Carles y Nacho? haber con cuantos Kenyanos lo hemos podido hacer
Hola,
La verdad es que poco queda por decir, pero sobre las ideas que me quedan claras, el resumen sería:
1. Si Castillejo sabe de antemano la situación, corre en otro sitio. Estoy 100% convencido de que se le propuso algo que no se ha cumplido. Como comentan, él ya fue desvelando dónde intentaría mínima y por qué motivos.
2. Ha quedado muy claro en este artículo los intereses de la organización: €€€€€
3. El año que viene, lo mejor será que la carrera la disputen sólo gente de África, y los Europeos vengamos a animar. Los africanos sólo vendrán a ganar, y les da lo mismo irse con una camiseta de recuerdo de su talla.
Saludos.
Hola a todos y gracias por vuestras opiniones.
Pero… ¿por qué una organización que construye con su esfuerzo una carrera, no puede aspirar al mayor rendimiento económico, tanto individual, como colectivo y social a través del impacto económico que producen miles de corredores (y sus familias) que pernoctan o consumen en Valencia con motivo del maratón?
¿Y por qué es maltrato al atletismo español, que se produzca un malentendido -porque desgraciado malentendido temo que es, no me cabe otra cosa en la cabeza- sobre la liebre de un determinado y único corredor?
Yo sólo digo que, como soy torpe, pregunté hasta cuatro veces por la liebre de Castillejo, hasta que me quedó claro que no había. Y habría preguntado cinco, seis o veinte veces, si hubiera albergado dudas. Me pareció raro, pero supuse que eso estaría requetehablado con él.
Eso sí. Lo que no me esperaba es que, a la hora de la verdad, y descontado que no había pacemarkers, no saliera ni un solo atleta ¡ni uno! a ritmo de 1.04/1.05 la media, dejando a Castillejo en tierra de nadie. Eso sí que es alucinante, porque hasta algunos con 2.13 ó 2.14 salieron a ritmo de 2.07.
Dicho esto, espero y deseo que Castillejo baje de 2.13 en San Sebastián y prepare sin mayores contratiempos el Europeo de Zurich.
Hola Juan Manuel!
En mi opinión una carrera puede aspirar a lo que quiera, faltaría más. Puede aspirar a ser la maratón más rápida de España o la que más dinero mueva, pero no debería olvidar la satisfacción de los que corren, ya no solo Castillejo, sino gente sin medallas ni camisetas de su talla. Una carrera la hace grande sus corredores, si todos están contentos volverán, si no pues…
Respecto al otro tema por supuesto que pueden haber malentendidos, pero también disculpas. He leído disculpas hasta del propio Carles Castillejo pero no de la organización. Este grandísimo atleta español, puede que se confiara en lo de las liebres, pero creo que a mi y a muchos más nos hubiese pasado lo mismo, si el organizador dice que hay liebres no me pongo a sospechar si es que sí o es que no. Además algo de vista se debe tener, es un atleta profesional (que además se le está haciendo un reportaje), un atleta con repercusión, accesible y al que le siguen muchos corredores, todo esto por desgracia no será muy bueno para que muchos repitan o decidan correr en Valencia, y al fin y al cabo, como bien has dicho, dinero que no volverá a ir a Valencia.