Muchas veces la historias de la vida real parecen sacadas del cine. Esto es lo que ocurre con la que podría ser denominada La Familia Adams, asemejándose al título de la exitosa serie de televisión de los años sesenta. De ella forma parte Valerie Adams, la lanzadora de peso más dominante de los últimos tiempos, que es solo una pequeña parte de una familia muy peculiar. Además, a partir de octubre dejará de ser la única ‘famosa’, pues su hermano Steven está a punto de estrenarse en la NBA.
Ambos nacieron en Nueva Zelanda y son hijos del mismo padre, pero no de la misma madre, algo normal dadas las circunstancias. Su padre, ‘Sid’ Adams, fue un antiguo integrante de la Royal Navy y tuvo en su vida 13 varones y 5 hembras con 5 mujeres diferentes, un hecho poco habitual hoy en día. Asimismo, las progenitoras de Valerie —Lilika Ngauamo— y Steven —Steven Funaki—, el más pequeño de todos, comparten el origen tongano. La lanzadora, de 111 kilos y 1,93 metros, es la más alta entre las hermanas, que miden de media 1,87, mientras los hombres llegan hasta unos espectaculares 2,06 m. De hecho, dos hermanos más, Warren y Ralph, también se dedicaron a jugar profesionalmente al baloncesto. Ambos formaron parte de la primera liga de su país.
El padre de los Adams, Sidney, falleció en 2006 cuando Steven tenía tan solo 13 años, algo que le valió para madurar y formarse como el gran jugador de baloncesto que es ahora. En ese momento Valerie se apellidaba Vili, ya que estaba casada con Bertrand Vili, un lanzador de disco de Nueva Caledonia. Aunque finalmente, se divorció en 2010. Vive y entrena en Suiza.
Una estrella del atletismo
Valerie Adams empezó a destacar en el atletismo desde muy joven. Cuando tenía 14 años, la lanzadora de jabalina de su país Kirsten Hellier se convirtió en su entrenadora, y la acompañaría durante once temporadas. Comenzó a hacerse famosa cuando se llevó el oro en el Mundial Juvenil de Debrecen con un lanzamiento de 16,47 m. Y en 2002, con tan solo 17 años, se proclamó campeona del mundo júnior en Kingston con una marca de 17,47 m. Además, en la misma campaña se colgó una plata en los Juegos de la Commonwealth y en la siguiente fue quinta en el Mundial absoluto de París.
Después de ser octava en los Juegos de Atenas de 2004, el positivo de Nadzeya Ostapchuk hizo que su bronce se convirtiese en una plata y se instalase definitivamente en la élite. Y unos meses después ganó sus primeros Juegos de la Commonwealth y batió un récord de los campeonatos de veinte años de antigüedad. Envió el artefacto hasta los 19,66 metros.
En el año posterior Valerie Adams comenzó su idilio definitivo con el Campeonato del Mundo. Tras ser segunda en la calificación de Osaka 2007 por detrás de Ostapchuk, la neozelandesa batió su plusmarca personal en la final. Hizo unos magníficos 20,54 m y de paso se convirtió en una de las pocas atletas que ha ganado el título internacional en todas las categorías. Su nombre está unido al de Veronica Campbell-Brown (100 m), Jana Pittman (400 m vallas), Dani Samuels (disco) y Yelena Isinbayeva (pértiga). Por parte masculina solo han logrado Usain Bolt (200 m), Kirani James (400 m), Jacques Freitag (altura) y David Storl (peso).
Fue en 2010 cuando una temporada después de ganar en Berlín su segundo Mundial sufrió problemas en su técnica y cambió de entrenador en dos ocasiones. Kirsten Kellier dejó de ser su preparadora y Didier Poppe tomó el relevo, pero a final de año Jean-Pierre Egger cogió el puesto. Sin embargo, apenas lo notó, pues en Daegu 2011 logró igualar el récord de los campeonatos, alcanzando los mismos 21.24 que Natalya Lisovskaya había hecho en Roma 1987.
En las dos últimas campañas se llevó su segundo oro olímpico en Londres y alcanzó un nuevo hito en el Mundial de Moscú este verano: consiguió ser la primera atleta en la historia en colgarse cuatro oros, haciéndolo además de manera consecutiva.
Estos y otros muchos son los logros de Valerie Adams, una gran deportista que creció en el seno de una familia humilde que dentro de esacasas semanas tendrá en Steven un nuevo motivo para alegrarse.
Fotos | Mark Kolbe y Paul Gilham / Getty Images Europe.