«Me encantaría que De la Ossa lograra igualar mis metas»
Muy buena entrevista para celebrar que ya soy mileurista... en el foro
El nombre de Mariano Haro está escrito con letras de oro en las memorias del Campeonato España de Cros. El antílope de Becerril logró once medallas de oro en este nacional, siete de ellas de forma consecutiva, pero su histórica hegemonía en esta especialidad corre peligro. Juan Carlos de la Ossa consiguió la semana pasada su quinto Campeonato de Cros consecutivo y Mariano Haro espera que el conquense logre igualar sus marcas.
-Parecía imposible que alguien le pudiera hacer sombra, pero De la Ossa le está siguiendo de cerca...
-Ojalá que consiga igualarme en Campeonatos de España consecutivos. He tenido la suerte de coincidir con él en algunas ocasiones y le deseo la mejor suerte del mundo porque es un atleta de pura raza y una excelente persona. Es un hombre simpático que no se da ninguna importancia y por eso me cae bien, porque no es ningún fantasma.
-No será un fantasma, pero en unos cincuenta kilos se condensan las cualidades de uno de los grandes del atletismo nacional...
-No es tan pequeñajo como puede parecer. Tiene más o menos mi estatura y un cuerpo apropiado para correr maratón, ademas de una zancada muy ligera y amplia.
-¿Ve a Juan Carlos De la Ossa como su sucesor?
-Me encantaría que lo fuera porque eso significaría que el atletismo español está en buena forma. Han cambiado mucho las cosas desde que yo corrí y me gustaría que alguien como De la Ossa me igualara.
Por tierras aradas
-El atletismo de antes poco tiene que ver con el actual. Ahora nadie entrena el fondo por tierras recién aradas...
-En aquella época había muchos atletas que se dedicaban a correr por tierras recién aradas. A mí me gustaba correr por las tierras 15 ó 20 días después de la siembra. Era una forma de ganar resistencia porque se pegaba un kilo o kilo y medio de barro a la zapatilla y cuando te quitabas de encima ese peso te sentías ligero como un pluma. Ahora hay otros métodos, pero cuando yo corría me dedicaba a hacer esas cosas y me daban resultado.
-Es que el atletismo ha evolucionado mucho desde que usted corría...
-El atletismo ha cambiado en todo. Yo terminé de correr en 1977 y desde aquel momento se ha evolucionado mucho, no sólo en el atletismo. Las marcas de antes no tienen nada que ver con las de ahora porque los atletas de ahora saben lo que tienen que comer y hacer para mejorar su rendimiento, pero yo comía lo que me ponían en casa, que era bastante.
-Ha cambiado todo, y por cambiar también han cambiado los premios...
-Gracias a Dios. He quedado once veces campeón de España y nunca me han dado nada. Ganabas una medalla de cobre pintada de color de oro en una ferretería, porque por aquel entonces ni se acercaban a las joyerías.
-Le hubiese venido bien nacer un poco más tarde...
-Si hubiera nacido cuando Marta Domínguez, calculo que mi vida deportiva valdría más de 2.000 millones de pesetas.
-¿Y cuánto ha valido naciendo en 1940?
-Bastante menos. Los tiempos han cambiado, el atletismo ha cambiado y los premios han cambiado. Ahora a nadie le dan una lavadora por ganar una carrera.
-El plusmarquista mundial de maratón, el etíope Haile Gebrselassie, se ha negado a correr en los Juegos Olímpicos por la contaminación de Pekín. Los tiempos cambian para bien, y también para mal....
-Entiendo que lo más importante de una Olimpiada es la salud de los propios atletas. La integridad de los participantes tiene que estar por encima de los intereses económicos y políticos. Hay una docena de pruebas, tanto de atletismo como de otros deportes, en las que los participantes pueden verse afectados por la contaminación. Creo que lo más sensato sería cambiar el lugar en el que se celebren esas pruebas.
-Otro de los aspectos a tener en cuenta en una Olimpiada es la seguridad. Usted vivió de cerca la masacre de Munich en 1972...
-Los atletas van a una Olimpiada a competir después de haber trabajado muchísimo y de haber hecho una marca mínima que exige mucho sacrificio. La máxima de cualquier deportista es participar en unos Juegos Olímpicos, pero si además de lo estrictamente deportivo te tienes que preocupar de si te raptan o de si corre peligro tu vida, la magia de estas cosas se desvanece. Ahora hay medios suficientes para prever este tipo de desgracias. Si hay países conflictivos en los que hay riesgo de que ocurran estas cosas, lo lógico sería que no pudieran organizar un evento tan importante.
Testigo de la historia
-Steven Spielberg estrenó hace unos años una película en la que se relatan los hechos que vivió usted en Munich. ¿Le gustó la película o le trajo malos recuerdos?
-Fui testigo de la historia. Compré una cámara de fotos a los rusos y comencé a sacar fotografías de todo lo que estaba sucediendo. Estuve muy cerca del problema y la película me hizo recordar un poco aquella desgracia que dejó consternado al mundo.
-Usted ha sido deportista, empresario y político. ¿Con qué se queda?
-Me quedo con mi faceta de deportista, luego con la de empresario y de la política me gustaría olvidarme porque es un cuento y una mentira. Ningún político piensa en los demás, todos piensan en sí mismos y en su provecho. A mí me molesta que un político diga que trabaja, porque es mentira. El que verdaderamente trabaja es el que se levanta de noche para ir a la FASA a estar ocho horas en una cadena de montaje.
-Después de una vida tan polifacética echará de menos algo de acción ahora que está jubilado...
-Estoy en la época del descanso del guerrero. Ahora me dedico a pescar, a coger caracoles y a buscar setas. Me gusta disfrutar de la naturaleza y tener el reposo que antes no podía tener por mi profesión.
-Ha pasado de predador de medallas a depredador de campo...
-Ahora las medallas son las setas y los caracoles, y no me las cuelgo al cuello, me las como.
-¿Y las satisfacciones de dónde llegan?
-De las cosas más sencillas. Disfruto plantando unas semillas de tomate y viéndolas crecer o lavando el coche. Soy un jubilado que ejerce de manera activa como tal.
-Algunos jubilados se centran en el fútbol para pasar una buena tarde de domingo, pero usted tiene un campo de fútbol con su nombre al lado de casa y ni pisa por allí...
-No voy por el campo, pero me preocupo mucho por el Becerril. Sé que las cosas están bastante mal, y espero que el equipo se salve del descenso porque amo al deporte y a mi pueblo.
-¿Sigue corriendo?
-No. Yo ya estoy muy cascado. No corro, pero ando bastante. Antes corría por deporte, por ser el mejor, pero creo que ya he corrido todo lo que tenía que correr. Ya no tengo prisa.
Marco Alonso - 23.03.08
Fuente: El Norte de Castilla