El Binguendiario... o como (intentar) disrutar de la vida a pesar de la propia vida.
Hola, chicos, inicio el diario de entrenamiento.
Os iré contando mi ¿progresión? en esta nueva andanza deportiva...
Lo primero es contaros algo de mí, ¿estais preparados para el ladrillo...? Pues allá vamos...
Tengo cuarenta tacos (mal que me pese), nunca había corrido de manera continuada desde que dejé el colegio, bueno sí; durante la mili (eso que era obligatorio para los chicos de mi edad), tenía un subteniente que era maratoniano y durante dos o tres semanas en tres o cuatro ocasiones no sacaba a correr por el cuartel, al terminar, el tio se tocaba el reloj y nos decía la distancía que habíamos corrido... ¡que cosas, oye! El caso es que molaba empezar así el día, claro que tampoco había muchas más cosas que hacer...
En esa época, el único deporte que practicaba era los paseos espóradicos en bicicleta, venga camino y a dar pedales como un loco, cuando me cansaba bajaba un piñoncito y a recuperar...
A mediados de los noventa conocí el senderismo y me aficiones a las rutillas de montaña, y así me mantuve hasta practicamente el 2005 que nació mi primer hijo, a partir de ahí, pues falta de tiempo (y ganas) para salir al campo, problemas laborales, etc y las salidas mas o menos rutinarias se conviertieron en espóradicas.
El año pasado hice firme proposito de retomar la actividad montañera, y en febrero, despues de retrasarlo durante un par de meses, empecé a correr... Pero eso ya es otra historia que iremos desgranando poco a poco, que por hoy ya habreis tenido bastante...
Saludos.