Diario de un novato (con dolores y alegrías)
Bueno, este diario nace con varios propósitos, a saber: primero es una manera de entretenerme y mantenerme motivado durante el tiempo que no voy a poder correr (sobre esto ampliamos información luego). También espero que me sirva para poder ir evaluando mi evolución a lo largo de los meses, y por último la idea es que pueda ser de utilidad para la gente que se pueda encontrar en mi misma situación y que no repitan los mismos errores que yo.
Por ponernos un poco en situación y presentarme, vivo en Madrid, cada vez veo los 40 desde más cerca y mi historia debe ser la de muchos. Hasta hace tres años practicaba bici de montaña con bastante regularidad, me apuntaba a carreras, hacia rutas chulas de 80 a 90 kilómetros…hasta que nació mi hija. Desde entonces, entre todas las cosas increíbles y maravillosas que nos trajo no se encuentra el tiempo para salir 5 o 6 horas de ruta. Después de varios intentos frustrados de volver a retomar la rutina de entrenamientos uno se da de bruces con la realidad, que es básicamente que ahora mismo esa manera de entender el deporte no encaja con tu estilo de vida, y que llevas tres años prácticamente parado, ganando peso y con la necesidad de tener la desconexión mental que da el deporte.
Dicho todo lo anterior, vale la pena remarcar que correr siempre me ha parecido lo más aburrido del mundo, que abominaba de ello en público ("correr es de cobardes", "quien le puede encontrar la gracia a eso", etc, etc). Pero pensándolo fríamente me permitía aprovechar mucho el poco tiempo libre que me deja el curro, así que me lancé a buscar planes de entrenamientos para novatos, y una vez convencido de que alternar caminar y correr era lo mejor para empezar me coloqué las primeras zapatillas viejas que encontré por el armario (primer error) y me lancé a la calle con más miedo de vergüenza.
Por no hacer esto interminable, después de tres semanitas de salir y de ir pillando el gusto, de no estar tan ahogado en los tramos en los que me tocaba correr, de ir encontrándome mejor, de buscar un club de corredores por mi barrio para empezar en septiembre….en la última salida empiezo a notar dolores en las dos rodillas, no les hice mucho caso y seguí con lo que tenía programado para ese día, pero al llegar a casa ya me di cuenta de que eso no tenía buena pinta, sensación que se confirmó al día siguiente con un dolor bastante importante en la parte frontal de las rodillas que me molestaba al hacer casi cualquier movimiento y sobre todo al subir escaleras o ponerme en cuclillas.
A la vista de la situación lo inteligente hubiera sido parar, reposar y ver como evolucionaba, por desgracia cumplir años no siempre da sensatez y en mi caso me daba mucha rabia tener que parar una vez que ya había abandonado la vida sedentaria. De manera que el doctor que habita en mi decidió que lo mejor era tomar antiinflamatorios, poner alguna crema y a volar (segundo error). A los dos días fui a comprar unas zapas nuevas para ver si con eso arreglábamos algo, salí de la tienda con unas Brooks Levitate 2 estupendas y sabiendo que soy (muy) pronador, pero también con las rodillas peor después de haber estado trotando para hacer el estudio de pisada en la tienda y probando zapatillas.
Como el hombre es el único animal que tropieza 450 veces en la misma piedra, en vez de parar me autoconvencí de que descansando un par de días eso estaba curado. Y así llegamos al pasado sábado donde salí y constaté lo que ya era evidente, que en cuanto fuerzo un poco las rodillas me matan y el día siguiente es terrible, y que me hace falta ponerme en manos de un fisio pero ya.
Y aquí estamos, con cita ya pedida para mañana con un fisio deportivo para intentar arreglar esto. El doctor que habita en mi interior del que os hablaba antes piensa después de leer mil artículos y foros en internet que tiene pinta de tendinitis rotuliana, pero espero equivocarme.
De momento he hecho las cosas regular, pero espero recuperarme y poder contaros muchas alegrías en las próximas semanas/meses.