La fascitis plantar es la lesión más habitual en corredores, incluso se ha publicado que aproximadamente el 25% de las lesiones del pie son fascitis plantar, y seguro que la estadística está subiendo exponencialmente ya que cada vez más personas se enganchan a este deporte.
El motivo de este artículo se debe a que, en la consulta, cada vez que le digo a un paciente de realizar la EPI®, me contesta que ha escuchado o leído en foros que duele mucho o que ya se la han realizado y que no quieren volver a hacérsela por el mal rato que pasó. Por lo tanto, el objetivo de este artículo no es dar a conocer la técnica EPI®, que seguro que es conocida por todos vosotros, sino intentar transmitir que esta técnica se puede realizar sin dolor.
¿Qué es la EPI®?
La EPI® es una técnica conocida por un gran número de deportistas pero, por si alguien no sabe en qué consiste, paso a hacer una pequeña explicación.
Esta técnica consiste en la introducción de una aguja muy fina, parecida a la de acupuntura, en la fascia plantar o tejido que está degenerado, y hacer pasar una corriente eléctrica de tipo galvánica con la intención de provocar un cambio en el Ph intracelular y reactivación tisular (regeneración de la fascia plantar), lo que activará una aceleración en los procesos cicatriciales y de reestructuración del tejido dañado.
El objetivo principal en el caso de los tendones o fascitis plantar es destruir el tejido deteriorado y fibrosado para, posteriormente, producir una inflamación aguda de la fascia plantar. Con esto, lo que se va a conseguir es aumentar la vascularización sanguínea en el tejido lesionado, para que a su vez todos los componentes de la sangre (factores de crecimiento) que intervienen en el proceso de curación y reparación del tendón actúen. Es decir, con la EPI® se va a conseguir convertir una lesión crónica en una lesión aguda, buscando la regeneración del tejido lesionado.
Aplicación de la EPI guiada por ecografía
¿Cómo se puede realizar la EPI® sin dolor?
Actualmente, en medicina ninguna técnica debería ser dolorosa o intentar que sea lo menos posible ya que disponemos de anestésicos locales. Al igual que un dentista aplica anestésico para realizar sus tratamientos y así no provocar dolor, de igual manera nosotros podemos realizar la técnica EPI® sin dolor. Simplemente deberemos utilizar un anestésico.
Por lo tanto, para aplicar la EPI® en una fascitis plantar, previamente se realiza un bloqueo anestésico del nervio para anestesiar el talón y así poder hacer la EPI® sin dolor y que el dolor no sea una limitación para realizar adecuadamente el tratamiento.
Otra ventaja de realizar la EPI® bajo anestesia local es que, como no le duele al paciente, podemos realizar un tratamiento sin limitaciones en tiempo e intensidad, ya que si le duele al paciente en muchas ocasiones no se realizará el tratamiento de manera adecuada.
Bloqueo nervioso guiado por ecografía
¿Cómo se realiza la EPI®?
Este procedimiento se realiza en todo momento bajo control ecoguiado, asegurándonos que el tratamiento actúa exactamente en la zona de la fascia plantar deteriorada. De esta manera, el porcentaje de éxito es mayor.
La EPI® guiada por ecografía tiene unos resultados positivos de entre un 80% y 90%, siempre y cuando el diagnóstico sea precoz y acertado ya que, en ocasiones, existe dolor que se asemeja al de la fascitis plantar y no lo es.
EL Dr. Iborra realizando una EPI® ecoguiada bajo anestesia:
Conclusión
La técnica EPI® es dolorosa, pero con una infiltración de anestésico sobre el nervio que da sensibilidad al talón se convierte en una técnica indolora, consiguiendo un resultado óptimo debido a que al paciente no le duele.
Dr. Álvaro Iborra Marcos. D.O
Podólogo-Fisioterapeuta-Osteópata
Especialista en cirugía y biomecánica
www.doctoriborra.com
www.avanfi.com
Hola
Me parece una solución muy buena pero este técnica se puede aplicar también para lesiones de gemelos??
Gracias