La mayoría de los corredores somos precavidos con nuestras articulaciones y músculos, pero solemos dejar de lado una parte fundamental de nuestro organismo, la que no se ve. Los órganos (pulmones, riñones, etc.) cumplen una función muy importante ya que nos permiten seguir con vida y disfrutar del deporte.
Centrándonos en los riñones, disponemos de un par, situados cada uno a ambos lados de la columna vertebral y sus principales funciones consisten en filtrar la sangre (eliminando sus desechos) mediante la orina, regular el sistema cardiovascular, intervenir en la función renal regulando el balance ácido-básico, y mantener los niveles de sodio y otros electrolitos, como el cloro.
El sodio y el cloro
El sodio y el cloro son los principales electrolitos extracelulares y deben mantenerse en un rango de normalidad específico para que el cuerpo pueda funcionar correctamente.
Ambos electrolitos se filtran a nivel de los glomérulos renales y van directos a la orina. Todo ese proceso se ve influenciado por el volumen sanguíneo y, si este disminuye (por causa de deshidratación o hemorragia), aumentará la reabsorción del sodio y del cloro.
Por otro lado, una dieta alta en proteínas de origen animal (y en consecuencia alta en fosfatos, uratos y sulfatos), aumenta la velocidad de filtración glomerular.
La importancia de los riñones
Ya hemos hablado de sus funciones, pero además son importantísimos mientras corres ya que mantienen la homeostasis y osmolaridad de los fluidos corporales, es decir, mantienen el cuerpo en continua hidratación.
Durante el ejercicio físico transpiras y pierdes líquidos, lo que genera una serie de desequilibrios internos. Ahí es cuando entran en acción los riñones, para acelerar la recuperación provocada por esos desequilibrios. Si estás deshidratado, podrás constatar que la orina posee un tono muy amarillento, esto se produce por ese déficit de fluidos perdidos mediante la sudoración. Por contra, si bebes en cantidad, los riñones se encargan de incrementar la producción de orina (con un tono más claro).
En definitiva, sin riñones no dispondrías de esa acción compensatoria que te permite mantenerte hidratado correctamente, siendo vital su función mientras hacemos ejercicio.
A medida que aumenta la intensidad del ejercicio, se produce un aumento de la reabsorción del agua (debido a los elevados niveles sanguíneos de la hormona diurética), retornando toda esa agua y sales a los vasos sanguíneos gracias al filtrado renal.
Incluso en las 24-48 horas posteriores al ejercicio, los riñones continuarán restaurando los fluidos corporales y regulando los procesos de hidratación del organismo.
Cálculos renales
Los cálculos renales son compuestos de fosfato o calcio que pueden surgir por múltiples factores (infecciones urinarias, elevada excreción renal, la deshidratación, la hipercalciuria, la alta excreción de ácido úrico, etc.), muchos de los cuales se desconocen actualmente.
Estos cálculos se pueden formar en la vejiga, en los uréteres o en los riñones, siendo la mejor prevención para evitarlos tomar alimentos ricos en potasio y la ingesta de un mínimo de dos litros de agua al día para mantener un hidratación correcta, siendo más alto el consumo si realizas ejercicio físico, obviamente, y evitando los excesos con proteínas de origen animal, quesos, conservas, tabaco, café, alcohol, etc.
Debes evitar sobrecargar tus riñones para que puedan desempeñar su función normalmente, y siguiendo los anteriores consejos conservarás tu salud renal.
Más en Foroatletismo | 5 formas de hidratarte después de una carrera.
Más en Foroatletismo | Consejos nutricionales para correr en verano.
Más en Foroatletismo | Ayudas ergogénicas para el corredor.
Los riñones están estrechamente relacionados con los psoas ilíacos, músculos importantísimos para la columna lumbar, caderas y en definita para la estática y dinámica corporal. Problemas de psoitis, resorte del psoas pueden venir por problemas de riñón.