¿Te apetece una sopa? Se pueden tomar frías o calientes, en invierno o en verano… conviértete en un gran defensor de este tipo de plato en cualquier época del año. Te dejamos algunas buenas razones que te pueden animar a quererlas.
COMBINACIÓN DE INGREDIENTES
Reúnen una gran cantidad de ingredientes combinados (alimentos vegetales ricos en hidratos de carbono y fibra, grasas en pequeñas proporciones, proteínas en forma de huevos, generalmente, y caldos de pescado y carnes que facilitan la digestión de los aminoácidos), por lo que la sopa resulta ser un plato sano y nutritivo.
MENOR RIESGO
Desde un punto de vista higiénico, la ebullición a no más de 100ºC garantiza la seguridad de los alimentos al disminuir el riesgo de enfermedades microbianas.
MAYOR SABOR
Abre el apetito y aumenta la digestibilidad, puesto que armonizan el sabor y el olor más que cualquier otro proceso culinario, lo que te prepara psicológicamente para una buena comida, además de estimular y preparar las paredes estomacales para una mejor asimilación de los alimentos.
HIDRATA
Al tratarse de un plato líquido en general, contribuye a hidratar el organismo y a compensar el exceso de alimentos sólidos consumido a lo largo del día. Una buena sopa fría es una forma de compensar la pérdida de líquidos durante tus entrenamientos.
¿FRÍA O CALIENTE?
Las sopas de verano poseen una cantidad moderada de calorías y no necesitan cocción, por lo que mantienen mejor las vitaminas y minerales de los ingredientes. Una sopa caliente te envuelve en una fría noche de acampada en montaña, aunque una sopa fría es conveniente después de un día de playa casi a 40º. ¿Fría o caliente? Tú eliges.
VARIEDAD
Si todavía no las has implementado en tu dieta, ¿a qué estás esperando? Aunque hay que tomar unas 5 raciones diarias de vegetales, hay personas a las que les cuesta comer verde, pero la sopa es un plato apto para todos los públicos.
Prueba nuevas recetas de sopas con ingredientes variados y que no suelas consumir. De este modo, añadirás verde a tu sopa sin darte cuenta y conseguirás que tu alimentación sea más equilibrada. Será dificil que no encuentres una receta de sopa con ingredientes que no te gusten, por ejemplo: pepino con yogur, pimienta, una ramita de menta y zumo de limón; ó 1 pastilla de caldo con espárragos, yogur, pimienta blanca y zumo de tomate; o caldo de pollo, manzanas, cebollas, nata líquida y zumo de limón; o el típico gazpacho de frutas como kiwis, mango, piña, mandarinas, melón y zumo de naranja.
Y, por último, unos cuantos consejos para tomarlas en condiciones:
GUARDA LAS SOPAS EN LA NEVERA
Sobre todo, en verano, aumentan las posibilidades de intoxicaciones alimentarias. Metiéndolas en la nevera, evitarás el crecimiento de microorganismos patógenos.
Por otro lado, una temperatura muy baja (5º) es demasiado para poder distinguir sabores, así que lo mejor es esperar 5-10 minutos después de sacarla y antes de servirla.
USA HIERBAS Y ESPECIAS
Con el objetivo principal de darle un sabor único y especial a cada sopa, y porqué no, para decorar el plato.
Por otro lado, evita en la medida de lo posible, los añadidos (picatostes, queso rallado, etc.) ya que aportan muchas calorías que pueden hacer que aumentes de peso.
PREPÁRALAS CON ANTELACIÓN
En general, las sopas frías que sólo necesitan pasar los alimentos por la batidora, ganan cuando pasan una noche en la nevera, así se mezclan los diferente alimentos y adquieren un mejor sabor. Además, aunque la sopa, generalmente, siempre se ha hecho con lo que sobra en la cocina, eso no significa que cualquier alimento sea útil. Utiliza siempre ingredientes de primera calidad.
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