Está claro que, cuando salimos a correr, a muchos nos gusta hacerlo con música y, sin embargo, en ocasiones carecemos de los elementos específicos que nos hacen la vida más fácil mientras estamos entrenando.
Además, hacerse con unos auriculares para correr no es sinónimo de dejarse mucho dinero sino que, por unos pocos euros se puede pasar de entrenar mientras te peleas con tus auriculares a correr disfrutando de la música, y es que unos pequeños detalles (como que tengas tu medida perfecta para que no se te caigan del oído) pueden cambiar en gran medida un mismo entrenamiento.
Desde hace unos meses hemos tenido la oportunidad de estar saliendo a correr con la nueva gama de auriculares Philips (ActionFit), así que os vamos a comentar cómo son para que conozcáis las ventajas de llevar un gadget específico.
Gama ActionFit
En abril llegó a España la nueva gama de auriculares deportivos Philips ActionFit. Esta colección está orientada exclusivamente al deportista, no sólo al que corre, sino también al que sale en bicicleta, el que hace pesas en el gimnasio, etc.
Las mejoras anunciadas de la gama ActionFit con respecto a la anterior son:
- Más resistentes al agua: para usar bajo la lluvia o lavarlos bajo el grifo.
- Más resistentes a los tirones: con un cable de Kevlar reforzado para hacerlos más duraderos.
- Más bajos y mayor calidad de sonido: con drivers de 8,6 mm de neodimio y respuesta de frecuencia de entre 5 y 24.000Hz para garantizar graves potentes y sonido de alta calidad.
- Más cómodos: ultraligeros y con un diseñado pensando en los distintos deportes en los que se pueden utilizar.
La teoría suena bien, ¿verdad? Ahora había que ponerlos a prueba.
Desafortunadamente, no puedo compararlos con la generación anterior porque no los utilicé. Así que el análisis irá enfocado a las características, su puesta en marcha y si merece la pena la compra.
Philips ActionFit SHQ1305WS
Para el corredor o deportista en general, el primer precio está en el SHQ1300LF y el SHQ1305WS. Con un precio de 19,99 € y 29,99 €, respectivamente, la única funcionalidad que los diferencia es que el segundo incorpora botones de control y micrófono, nada más.
Los auriculares son muy ligeros y de hecho fue lo primero que me sorprendió. El peso oficial es de 5,7 gramos y en báscula marcaban 5,9 gramos, así que entra dentro del margen de error.
Cuando abrí el paquete y vi los diferentes «capuchones» que venían, no me lo esperaba. Pero tiene sentido, las orejas de las personas son muy distintas y, de esta manera, nos aseguramos el ajuste.
No acerté a la primera y tuve que recurrir al capuchón en forma de C. La primera puesta es rara, acostumbrado a haber llevado toda la vida los que empujas y, mientras corres, ya se encargan ellos solos de caerse. Sin embargo, aunque en un principio la sensación eera diferente, en entrenamientos de 70 minutos no tuve que tocarlos ni una vez, así que uno de los problemas que siempre han dado los auriculares mientras haces deporte parece que se ha solucionado: ya no se caen.
El sonido es correcto, a falta de una palabra mejor, más que nada porque no soy muy sibarita y menos cuando estoy corriendo. Se oye todo lo que quieres, con la calidad que esperas y hasta 107 dB, que no necesitarás a no ser que quieras ir perdiendo el oído. La calidad se busca para la edición de vídeo o si eres productor musical y estás frente al ordenador, pero para lo que estamos aquí, que es correr, los auriculares funcionan muy bien.
Tiene un pequeño detalle en el cableado que, aunque no le di importancia en la primera puesta, se ha convertido en imprescindible para las siguientes. Es una especie de clip que enganchas a la camiseta y así se minimiza el rebote. Sí, es una tontería que seguramente llevarán muchos auriculares de hoy en día, pero marca la diferencia con respecto al resto de auriculares que no son específicos para hacer deporte.
El conector es jack (3,5 mm), así que se puede conectar a cualquier dispositivo de hoy en día. La longitud del cable es de 1,2 metros, quizá demasiado largo para mis 1,80m, pero adecuado para el que mida cerca de 2 metros y quiera estos auriculares.
Sólo le puedo poner un ‘pero’ a los auriculares. En la caja anuncia que se es consciente del exterior aunque los lleves puestos y esto, hasta cierto punto, no es verdad. Es decir, si los llevas con volumen bajo, sí, pero no te puedes fiar al 100% cuando estás cruzando calles por la ciudad. Así que, aunque indique que escuchas el ruido exterior, no está de más ir con sólo uno puesto hasta que llegues a un lugar seguro en el que no va a haber tráfico. Para el ciclista esto es más complicado, así que recomendaría llevarlos con el volumen bajo, aunque esto pasa con cualquier auricular.
El precio del 1300 es 19,99 € y el 1305, el que he estado probando yo, 29,99 €. ¿Merece la pena pagar esos 10 € de diferencia por el micrófono y el control? Si lo vas a utilizar para hablar por teléfono mientras entrenas, sí, definitivamente, porque necesitarás el micrófono. Si lo quieres sólo por botones de control, no creo que compense.
En definitiva, unos auriculares de última generación que no tienen nada que ver con los que se hacían hace alrededor de 4-5 años. No se caen, son cómodos, no notas el rebote y el precio no está por las nubes.
Philips ActionFit SHQ4305WS
Como pasa con casi cualquier gadget, hay un primer precio, que lo hemos visto con el 1305, que sirve para la mayoría de usuarios, y luego hay gamas más caras que incorporan más funcionalidades.
El SHQ4300LF y SHQ4300WS (misma diferencia que antes, el segundo tiene botones de control y micrófono) forman el cuarto escalón dentro de los auriculares ActionFit.
Con un peso de 11,4 gramos, diseño de gancho y diadema trasera, la gama está hecha para la máxima sujeción. La diadema está hecha con un tipo de caucho que la hace ligera, flexible, pero también resistente.
En este modelo ya no tenemos el «capuchón» en C, ya que no es necesario porque la fijación la proporciona la diadema. Así que, la posible incomodidad que puede provocar el gancho (que a mí sólo me afectó en la primera salida) aquí no va a surgir. De todas formas, hay tres tipos de almohadillas para las distintas amplitudes del oído.
El 4300 está enfocado a corredores de larga distancia, triatletas o para el que prefiera este tipo de sujeción. Yo añadiría que viene muy bien para el corredor que suele hacer entrenamientos por intervalos más de una vez por semana.
Como he dicho antes, la fijación del 1300 era buenísima, pero a 5:30/km. En días de series, el ajuste de los 4300 era mejor, sin duda alguna y, además, comodísimo. Mencionar también que, como su hermano pequeño, incorpora la pinza reflectante (cualquier detalle para mejorar la visibilidad se agradece) que fija el cable para que no vaya dando tumbos.
La calidad del sonido es, por prestaciones, mejor que en el 1300. No lo he notado y digo lo mismo que antes, te da lo que esperas y se escucha bien todo lo que pongas.
En lo demás, los auriculares no cambian. El precio del 4300LF (sin micrófono ni botones de control) es de 49,99 € y el del 4305WS es 59,99 €.
¿Cuáles son para mí?
Si sales a correr 2 o 3 veces por semana y son entrenamientos de carrera continua, no dudaría en agenciarme unos 1300. Para el gimnasio también recurriría a la primera gama, ya que el uso no va a ser intensivo.
Para ciclistas y para corredores que suelen hacer series o que sus sesiones duran normalmente más de una hora, optaría por 4300, siempre dejando claro que el 1300 va a servir igualmente, sólo que la diferencia de precio con respecto al 4300 puede merecer la pena en estos casos.
En definitiva, me he adentrado en un mercado en el que hacía tiempo que no metía la mano. Y ahora me pregunto, ¿por qué habré tardado tanto?
