Bien, pues ya pasó el eventazo en ruta del fin de semana. El etíope Atsedu Tsegay (59:12) y la keniana Florence Kiplagat (1h08:00) se han adjudicado sendos premios de 25.000 dólares como ganadores del Medio Maratón de Nueva Delhi. El abisinio, además, ha establecido un nuevo récord del circuito, por lo que se embolsará 7.500 dólares adicionales, sin contar el fijo ni el bonus personal que -según diversas fuentes, y teniendo en cuenta que venía de una temporada muy floja, marcada por su lesión en el tobillo derecho- oscila entre los 5.000 y 8.000 dólares. O sea, un botín global cercano a los 40.000 dólares menos impuestos y porcentajes de mánagers, que no está mal.
La victoria del, hasta hace poco, renqueante Tsegay no es ninguna sorpresa. En 2012 nuestro hombre, que el próximo martes cumplirá 22 años, irrumpió en el firmamento de la ruta al vencer en los 21,097 kilómetros de Praga con 58:47, rebajando su MMP en casi tres minutos. Y encima aquel día -dicen- había viento en la capital de la República Checa. Semejante crono, tercero mejor homologable de todos los tiempos, le llevó automáticamente del anonimato a la aristocracia del atletismo. Pero desde entonces, su carrera se había estancado, arruinando su debut en maratón (renunció a salir en Chicago-2013), y reduciendo sus apariciones a la mínima expresión, en parte por una molestia perenne en el tobillo derecho que no le dejaba entrenarse en tiradas largas. En el presente año estaba prácticamente inédito, aparte de un diez mil en 27:28.11, que tampoco debe de decirle mucho a quien, probablemente, lleva un 26:40 en las piernas.
Pero centrémonos en Nueva Delhi, donde había 10 grados y una humedad del 70% a las 9 de la mañana, hora zulú. Tiraron las mismas liebres que lanzaron el Medio Maratón Trinidad Alfonso de Valencia el pasado mes de noviembre: Timothy Kiptoo (en las carreras con categoría Oro, Plata o Bronce de la IAAF conduce el pelotón en los primeros compases a 2:48-2:50) y Vicent Rono (un superprofesional de los ritmos, exespecialista de 5.000 metros, que siempre cumple su trabajo). Rono llegó hasta el kilómetro 12, tras pasar los 10 en 28:06. El grupo delantero era numerosísimo, con 20 corredores en cabeza, entre los que no estaba Dennis Kimetto, anunciado en listas previas pero que ni siquiera puso un pie en la India.
Tras varios kilómetros de ralentización, Tsegay cubrió en 2:44 el mil que va del 14 al 15, y se quedó con la sola compañía de Geoffrey Kipsang, quien el viernes recibió la noticia de la muerte de su hermano de 17 años, al que dedicó su segundo puesto, y Wilson Kiprop. El cambio de Atsedu, además, desató una epidemia de retiradas de aquellos africanos sin opciones de llegar entre los 15 primeros puestos, o sea, los que dan derecho a percibir premios en metálico; recordemos que el mes que viene se celebra el Medio de Ras-Al-Kaimah, también con muchos dólares para los más rápidos, y no hay que quemarse en salvas.
El golpe definitivo lo asestó Tsegay a la altura de los 16 kilómetros (1:20 en esa secuencia de 500 metros), y ya nadie pudo toserle hasta el final. Incluso dio la sensación de que, sabedor que tenía el récord del trazado en el bolsillo, no se exprimía.
Por lo que respecta a las mujeres, el ritmo inicial fue muy cansino, y las liebres circularon con un paso mediocre para la élite de 17:10 y 33:17 por los 5 y 10 kilómetros, respectivamente. A falta de dos kilómetros, Florence Kiplagat dio el tirón defnitivo y llegó a obtener 100 metros de avance, pero se hundió y estuvo a punto de ser atrapada por una combativa Gladys Cherono, a la que se cronometró el último mil -del 20 al 21-, en 3 minutos justos.
¿Y qué más conclusiones pueden sacarse de la prueba? Pues que Vicent Chepkok hizo un debut insípido para él (1h03:43 es un rodaje si hablamos de un atleta de 26:51.68 en 10.000 metros); que la otra estrella que se estrenaba en la distancia, Sentayehu Ejigu, tampoco debe de andar contenta (1h12:05 es calderilla para una mujer con 14:28.39 en 5.000 metros). Por otra parte, 8 hindúes de menos de 21 años bajaron de 1h07; y más de 30 etíopes y kenianos abandonaron, bien por problemas fisicos, bien por cálculos económicos. Mención aparte merece la contaminación de la capital de la India, envuelta esta mañana en una bruma de color mate, propia de las grandes urbes del planeta; las que como esta ciudad, albergan a más de 14 millones de almas.
Pinchando aquí pueden consultarse los resultados de los 20 primeros clasificados del Airtel Delhi Half Marathon en hombres y mujeres.