Los Reboots Go Recovery Pants son, dentro del mundillo de la recuperación activa mediante presoterapia, una de las opciones que podemos considerar como pata negra ya que son de los más completitos y competitivos que se pueden encontrar en la actualidad.

Obviamente, su precio está a la altura de ese caché y puede tirar para atrás a bastante gente, pero si te pones a echar cuentas de lo que te cuesta una intervención manual análoga a la que puedes lograr con los Reboots Go Recovery Pants, considerando ya no solo en dinero, sino también en tiempo, entonces la cosa ya se ve de otra manera un poco más favorable.

Además, hay que romper el mito de que a este tipo de accesorios solo le sacan partido los deportistas que entrenan un huevo y a saco porque, si bien es cierto que ellos son los que a priori más ayuda pueden necesitar para lograr recuperar adecuadamente de las palizas que se pegan, en el fondo, cualquier deportista de a pie, de los que nos consideramos popularcetes, podemos sacarle mucho jugo a un aparatejo que nos permite aplicarnos una sesión de presoterapia en las piernas prácticamente en cualquier momento y cualquier lugar o, como dicen los anglosajones, una sesión on demand.

Esa es, sin duda, la gran baza de los Reboots Go Recovery Pants porque, como los tienes en tu casita y no necesitan estar conectados a la electricidad para funcionar, no tienes más que buscar un sofá o similar en el que tumbarte y, tras el minuto que tardes en ponértelos, darle al botón de encendido, seleccionar uno de los cuatro programas, fijar el nivel de intensidad y darle al play, y ya puedes comenzar a disfrutar de treinta o cuarenta minutos de gloria y recuperación mientras lees, ves algo en la tele o en teléfono…

Vamos, que lo más probable es que lo único complicado te sea encontrar el momento para reservarte esos treinta o cuarenta minutos que se suelen recomendar para una sesión de recuperación mediante presoterapia.

Para mí, los Reboots Go Recovery Pants han supuesto la primera experiencia con este tipo de accesorios, así que no puedo hacer comparaciones directas con otros productos similares y la época en la que han caído no ha sido de las cañeras, ni en volumen ni en intensidad en cuanto a los entrenamientos, pero creo que sí que he podido cacharrear con ellos lo suficiente como para hacerme una idea de sus posibilidades y reconozco que la sorpresa hay sido muy positiva.

No tengo un laboratorio ni los medios necesarios para hacer un análisis exhaustivo de sus efectos y, aunque lo tuviera, la muestra sería de n=1, con lo que no sería representativa así que, lo que aquí cuente se basa en la experiencia puramente personal y se sustenta únicamente en la información cualitativa o cuantitativa que he podido recopilar con los medios de que dispongo que, seguramente, son similares a los que manejamos la mayoría de los que pasamos por ForoAtletismo.

La experiencia con los Reboots Go Recovery Pants al detalle

Antes de pasar al turrón, me gustaría hacer unos breves apuntes sobre la presoterapia, que es la base sobre la que se sustentan estos pantalones, enfocándola desde la perspectiva de la recuperación activa.

La presoterapia es una técnica que se está popularizando a una velocidad impresionante, sobre todo porque cada vez hay más medios para aplicarla en casa, sin necesidad de ir a ningún sitio, con lo que el acceso a sus beneficios potenciales se pone al alcance de casi cualquiera. Dejo el ‘casi’ porque el precio que hay que pagar por algunos de estos accesorios es aún bastante elevado como los casi mil euros que cuestan los que hemos utilizado para la elaboración de este artículo en el momento de escribir estas líneas (989€ de PVP para ser exactos según la web de la marca).

Este tema económico se podría paliar en parte recurriendo a uno de esos productos denominados «clónicos» o «del chino», pero la diferencia entre ellos es significativa, ya no solo a nivel de calidad de los acabados, posibilidades de uso, pesos… Sino también de cara a la garantía que aporta el hecho de que «los de marca» cuentan, o se supone que cuentan, con los pertinentes sellos de control y calidad.

Respecto a los efectos, beneficios y diferencias entre ambos tipos, lo tengo que dejar en standby porque, como he comentado antes, no tengo experiencia previa así que no puedo valorarlo con conocimiento de primera mano en el que apoyarme pero, en lo otro, en lo de la calidad, no hay color. Así que, en el caso de que me lance a adquirir unos tras devolver los que nos han cedido para este artículo, no tengo la más mínima duda de hacia cuál de los dos tipos tiraría, en cuál de ellos confiaría mi recuperación y mi salud.

A la presoterapia aplicada mediante unos pantalones como estos se le atribuyen multitud de beneficios como la mejora de la circulación sanguínea y del drenaje linfático, con lo que también se eliminan más residuos, favorece la oxigenación de los tejidos lo que repercute en una teórica mejor recuperación muscular, mayor relajación… Y no se le remarca ninguna contraindicación o efecto secundario indeseado, al menos, no hay ninguno relevante o que deba preocuparnos, así que no suena nada mal.

Teóricamente se puede usar tanto antes como después, aunque parece que tiene más sentido después de la actividad física o como tratamiento continuado si hablamos, por ejemplo, de problemas con el sistema linfático y no se aplicaría inmediatamente tras el ejercicio, sino tras haber dejado un tiempo prudencial (se suele decir que entre una y dos horas) para que dejemos de sudar, el cuerpo vuelta un poco a la normalidad, etc.

Antes de la actividad física, aunque no pasa nada malo, a mí no me ha gustado mucho porque, aunque te relaje y te pueda ayudar a limpiar residuos o cosas por el estilo, también te deja un tanto hipotónico con lo que, para rendir adecuadamente en el entrenamiento, convendría dejar pasar un tiempo prudencial para que el cuerpo vuelva a reactivarse.

No es para estar a todas horas con ellos puestos, sino que los treinta o cuarenta minutos que se suelen recomendar parece que es lo que mejores resultados da. Además, ojo a la hidratación previa, ya no solo por el calor que pasas con ellos puestos, sino porque es recomendable para que se puedan movilizar los residuos, toxinas y similares más fácilmente.

Tras la sesión, conviene moverse un poco para despertar de nuevo los músculos y también para movilizar articulaciones que han estado un tanto bloqueadas durante bastante tiempo: tobillos, rodilla y cadera. Esto lo he notado sobre todo en los tobillos, que se me quedan un poco anquilosados o incluso doloridos cuando no me he puesto adecuadamente el pantalón y he metido un nivel de intensidad bastante alto.

Funcionar, funciona o, al menos, eso parece, pero no es algo mágico, ni de lejos y, si estás fundido, seguirás fundido al día siguiente. No sé en qué medida porque no lo puedo medir, pero en los días en los que las piernas están algo más hinchadas por acumulación de entrenamiento, porque llevas todo el día sentado en la oficina o algo similar, te los pones media horilla y, al terminar, sientes las piernas un poco más compactadas y, si hay suerte, hasta te tocar ir al baño a cambiarle el agua al canario, una de las mejores señales que hay cuando uno anda con retención de líquidos.

Puede parecer una chorrada esto último, pero es algo similar a lo que había observado que me pasaba tras algunas sesiones de masaje que me he dado al segundo o tercer día posterior a una competición de larga distancia y a la que he llegado con las patitas con cierta hinchazón por el esfuerzo de la competición.

Pasando ya cosas un poco más concretas o específicas de los Reboots Go Recovery Pants, tenemos que disponen de 6 cámaras de aire que se pueden activar o desactivar de manera individual mediante el botoncillo que tiene la unidad central y que se llenan con mayor o menor cantidad de aire en función del nivel de intensidad que hemos seleccionado de entre los 16 disponibles, siendo el máximo de ellos, el que corresponde a 240 mmHG, presión suficiente para prácticamente reventarte así que, ojito, ve poquito a poco jugando con las intensidades para ver cuál es la que mejor se te adapta.

Ofrecen cuatro programas predefinidos, a saber:

  • A Flow: Se van hinchando las cámaras una a una. Busca ir relajando los músculos de manera zonal por decirlo de algún modo.
  • B Intense: Como el anterior, pero sin deshinchar las que ya se han hinchado con lo que, al final, acabamos con toda la pernera hinchada. Busca ir «empujando» los residuos como si exprimiera la pierna.
  • C Intense Flow: Mantiene siempre tres cámaras hinchadas y va moviendo esa terna progresivamente hacia arriba. El enfoque es análogo al B, pero con algo menos de intensidad ya que no mantiene toda la pierna hinchada a la vez, sino que va aplicándolo en ese espacio de tres cámaras.
  • D Intense Pulse: Análogo al C, pero en cada una de las ternas, aplica tres ciclos de deshinchado e hinchado sobre la cámara que queda más arriba. Teóricamente esa relajación y compresión ayuda un poquito más a que se terminen de expulsar hacia arriba los residuos.

Los podemos utilizar con la unidad conectada a la red eléctrica o desconectada de esta ya que tiene una batería que aguanta unas tres horas. Algo menos me ha salido a mí así que tomaría como referencia unas 4-5 sesiones de media hora entre cada carga como mucho.

De todas formas, para no tener una sesión interruptus (que se te pare y de deje a medias), lo que haría sería aprovechar la tercera o cuarta sesión para hacerla con la unidad enchufada y así se va recargando.

Sé que lo de tener enchufado un aparato electrónico mientras se usa no es la mejor opción, pero teniendo en cuenta el volumen de cargas enchufada y desenchufada que le vamos a hacer, creo que no va a ser relevante hacerlo así de cara a la durabilidad del aparatejo.

Para este artículo, he trabajado con los pantalones (Reboots Go Recovery Pants), pero también están disponibles en forma de perneras o botas (Reboots Go Recovery Boots), valen unos cien euros menos y pierden la posibilidad de trabajar sobre la zona de glúteos y cadera ya que no los cubren como sí hacen los pantalones. Creo que merece la pena que, si te lanzas, lo hagas con los pantalones.

Están disponibles en tres tallas en función de la longitud de la entrepierna (hasta 81 centímetros, entre 82 y 89 centímetros y a partir de 89 centímetros) aunque, salvo casos muy extremos y, ante la duda, tiraría a por la mediana ya que, al final, te acabas moviendo un poquito hacia arriba o hacia abajo para colocártelos adecuadamente.

El montaje inicial es sencillo y únicamente requiere conectar las doce conexiones de las manguerillas a cada uno de seis tubitos que tiene cada una de las piernas de los Reboots Go Recovery Pants, pero aquí se agradecería un poquito de ayuda en forma de vídeo o papelillo para darte las dos o tres pautas clave y que no tengas que andar descubriéndolas a lo Sherlock Holmes.

Me refiero a que: 1.- da igual el sentido en el que las conectes, pero es mejor y más cómodo que lo coloques de manera que los brazos más largos queden en los pies (hay que hacer un inciso para decir que acerté por intuición y até el lazo más largo a los pies pero, si os fijáis bien, se puede ver que el conector de los pies es un poco más oscuro que el resto) y, 2.- cuando enchufes los tubillos, fíjate bien en las flechitas para que se conecten emparejadas como en la imagen siguiente.

No sé si es que yo fui un poco lerdo o torpe, pero conecté y desconecté dos veces todos los tubos porque, al enchufarlo, se hinchaba al revés, empezando por la cadera y, al final, resultó que el problema es que tenía las conexiones al revés y solo con haber hecho bien lo de las flechitas, lo habría tenido montado ya a la primera.

Debes sentarte en una superficie horizontal que te permita extender las piernas completamente y colocarte de manera que el tobillo quede en la doblez del pantalón y, teóricamente, los dedillos de pies asomando un poquito.

Te los puedes poner muy fácil y desliza muy rápido, pero dedícale un poco de mimo porque, si no lo haces y las dejas de cualquier manera, lo más probable es que tengas que parar durante la sesión, desinflarlas y recolocarlas.

Tampoco te agobies si, cuando se hincha la zona del glúteo y la cadera se mueven o reajusta un poco porque es normal, igual que también puedes deslizarte un poquito en el sofá si están sentado ligeramente inclinado. No entres en pánico, simplemente relájate y disfruta.

Al principio cuesta un poco pillarle el punto a la intensidad porque en la parte inferior posiblemente toleres más que en la superior y que, cuando llegues a la cadera, incluso te apriete demasiado. Nuevamente, calma, prueba y error, poco a poco, ve tanteando con diferentes niveles de intensidad, prueba a moverlos un poquito más arriba o abajo… al final lo disfrutarás, seguro.

Empezaría, ya no solo en los primeros usos sino como normal general, con una ronda del programa A, que va cámara a cámara y así puedes comprobar que está todo correctamente colocado, que has seleccionado la intensidad adecuada… Y, tras ella, ya pasaría al programa que se quiera aplicar.

Como punto de partida para ese calibrado inicial, tomaría como referencia el punto en el que termina de inflarse una cámara y empieza la siguiente y buscaría que, justo en ese momento, sintieras una presión que si aumentara ya pasaría a ser molesta y que, al empezar a desinflarte, te genera esa sensación de relajación tan característica de la presoterapia.

A nivel personal, como ya le he pillado el truco, el programa A ya me lo salto y el protocolo de acción ha sido más bien el siguiente: empiezo directamente con el B, con dos pasadas para «estrujar» las piernas y luego, si quiero primar el drenaje sigo con el B hasta la media hora o, si lo que busco es la relajación, me voy al C o al D. Estos dos últimos los he ido alternando y, cuando he querido más caña, me he quedado con el C porque, como en el D se entretiene un poco más con cada terna de cámaras haciendo lo de los tres soplidos (tres ciclos de hinchado-deshinchado en la cámara más alta que esté activa), el tiempo efectivo de presión total durante la sesión es mayor con la C que con la D.

Lo que me ha parecido curioso es que, en los casos en los que tenía las piernas más cargadas o incluso doloridas, me iba mejor el D que el C o, al menos, me era más fácil tolerarlo.

Para esas sobrecargas típicas de la musculatura posterior de los muslos similares a un acortamiento o contracturilla y que irradian desde el glúteo hasta la corva, me han ido bastante bien, igual que para esos días en los que los muslos se me quejaban tras una sesión de trabajo excéntrico.

Diría que han contribuido tanto a la relajación como a la recuperación de la movilidad, sobre todo, cuando he hecho un poco de rodillo tras la sesión de presoterapia.

Justo al terminar, a veces he notado algo tocadillos los tobillos como he comentado antes y un poco de falta de tono o movilidad en la zona de la cadera, pero nada que no se pueda solucionar con un poco de calentamiento antes de salir a entrenar así que, en principio, me reafirmo en lo de que no le veo efectos secundarios o contraindicaciones mientras se utilice con un poco de sentido común.

Tanto la intensidad como el programa se pueden ir cambiando al vuelo, sin parar y también se pueden apagar o encender las cámaras de manera individual pulsando sobre los numerillos de la unidad.

Para evitar pulsaciones indeseadas, quizá deberían ponerle algún botón de bloqueo porque, si lo tienes al lado en el sofá, le puedes dar a algún botón y cambiar la configuración de manera no deseada.

No te agobies por el calorcillo, pero prepárate a sudar un poquito, no como en una sauna, pero sí lo suficiente como para que, si hace calor en la habitación, puedas incluso necesites ponerte debajo una toalla para no mojar el sofá.

Cuenta también con una ducha post sesión y con un cambio de la ropa que llevaras puesta (preferiblemente solo con la ropa interior, para no cocerte).

Quitarlas es un poco más laborioso que ponerlas, incluso con las cremalleras laterales que te recomiendo que no bajes totalmente para que no se suelten y sea más fácil volver a cerrarlas. Una vez quitadas, déjalas abiertas en un en un sitio donde le dé el aire para que se ventilen y se le vaya el sudorcillo y humedad que haya quedado tras la sesión.

Ah, no te preocupes porque son perfectamente lavables y, aunque no se pueden meter en la lavadora, con un trapillo húmedo ligeramente humedecido, se limpian rápida y fácilmente en un periquete porque el tejido es muy agradecido para eso y no empapa el sudor en absoluto.

De cara al almacenaje, si tienes sitio, es suficiente con doblarlas dos veces por la mitad, presionándolas un poco para que saquen el aire que puedan tener dentro pero, si quieres que quede más ordenadito y recogido, puedes usar perfectamente la caja original porque es bastante robusta y así no se desparraman.

Ahora, esto hazlo después de que se hayan ventilado porque, si no, seguramente cojan olor.

Lo único que puede hacerse un poco engorroso es el peso porque no es tan ligero como para ponérselo en una mochila de trekking pero, bueno, hablamos de un aparato portable, no portátil así que tampoco pasa nada.

De hecho, casi prefiero que sea así de robusto para que pueda tener una buena batería, la unidad soporte adecuadamente el motor de inflado, etc.

Por lo tanto, experiencia muy satisfactoria la que he tenido con los Reboots Go Recovery Pants y gratamente sorprendido con los resultados y potencial que le he visto en este mes de uso, tanto como para que los haya puesto en el radar para tenerlos en mente y ver de qué manera me las podría apañar para acceder a unos ya que creo que le podría sacar bastante jugo.

En fin, los incluiré en la carta a los Reyes Magos y empezaré a portarme bien desde ya mismo, a ver si hay suerte y me los encuentro por sorpresa el próximo seis de enero al levantarme.

Rodrigo Borrego (Morath)
Rodrigo Borrego (Morath) es una de las referencias nacionales cuando se habla de pruebas de material deportivo, nutrición, entrenamiento, fisiología, … Ingeniero Informático y deportista vocacional, lleva toda su vida practicando deportes de resistencia: triatlón, trail running, natación, ...

2 Comentarios

    • Pedro, las piernas, sí, no un chorreo, pero sí quedaba sudado lo suficiente como para que fuera más que recomendable pasar por la ducha. El resto del cuerpo no, solo la sensación de calor.
      Es cierto que las estuve probando en pleno verano y con un calorcito de aúpa pero, aun así, me da que en invierno me habría pasado poco más o menos en una sesión larga.

Escribir respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Notificarme los nuevos comentarios por Email. También puedes suscribirte sin comentar.

Te informamos de que los datos de carácter personal que nos proporciones rellenando estos campos serán tratados por Depormedia Network, S.L. como responsable de esta web. La finalidad de la recogida y tratamiento de los datos es para gestionar los comentarios.

Legitimación: consentimiento del interesado. Como usuario e interesado te informamos de que los datos que nos facilitas estarán ubicados en los servidores de OVH Hispano SLU (proveedor de hosting de Depormedia Network, S.L.), dentro de la UE.

Si marcas la casilla de "notificarme los nuevos comentarios por email", los datos se seguirán guardando en los servidores de OVH Hispano. En cada notificación habrá un enlace para darte de baja por si en cualquier momento quieres dejar de recibir estas notificaciones.

Si marcas la casilla de "suscribirme al newsletter semanal de foroatletismo.com", los datos se guardarán en la lista de MailChimp (proveedor de Depormedia Network, S.L.) fuera de la UE, en EEUU. Pero Mailchimp está acogido al acuerdo EU-US Privacy Shield, así que puedes estar tranquilo. También habrá en cada email que recibas un enlace para darte de baja.

Además, podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en [email protected], así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control. Puedes consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos en la política de privacidad.

Y dicho esto, si te ha molestado, discúlpanos por el ladrillo que nos hacen poner.