Frase de la semana
«¿Quién no querría terminar con un vaso de champán y en la compañía de todos sus seres queridos?»
Emiel Pauwels, atleta belga de 95 años que maravilló al mundo en el Campeonato de Europa de pista cubierta de San Sebastián y que fallecía después de someterse a la eutanasia. Antes celebró con sus amigos una fiesta de despedida. Tenía un cáncer terminal.
Vídeo de la semana
Vídeo homenaje de Emiel Pauwels
Atletas kenianos en problemas
La prensa keniata se hacía eco en los pasados días de unos supuestos incidentes protagonizados por Asbel Kiprop. El que fuera campeón olímpico y mundial supuestamente había entrado en un bar que ya estaba cerrado en la ciudad de Iten, para beber. Según los hechos relatados por el periódico keniano «The People», Kiprop exigió que se le sirviera alcohol alegando que, como oficial de policía de alto rango, era libre de entrar en cualquier lugar y en cualquier momento. Supuestamente se produjo una trifulca entre el guardia y un Kiprop ebrio que acabó con del campeón olímpico amenzando con una pistola al guardia, que acabó siendo golpeado por Kiprop y otros 4 hombres que lo acompañaban.
Estos hechos fueron inmediatamente desmentidos por Kiprop, que negaba con rotundidad el relato publicado por la prensa de su país. «Estoy sorprendido de que los medios de comunicación se adelanten a publicar historias que son falsas. Estábamos viendo el partido de la Premier League entre el Chelsea y el Liverpool, que terminó a altas horas de las noche. Estábamos seguros de que no íbamos a conseguir comida a esas horas en ningún sitio, por ese motivo decidimos buscar un restaurante para cenar y ese era el único restaurante abierto a esas horas. Nos acercamos a la puerta donde estaba el guardia y nos dejó pasar al decir que solo íbamos a cenar». Así narraba los hechos Kiprop, que negó que estuviera ebrio y que amenazara con una pistola al guardia. «Soy un oficial de policía entrenado, entiendo la ley la cual juré salvaguardar y, sobre todo, no puedo ir atacando a mis fans», dijo Kiprop.
La realidad de los hechos no la sabemos pero estamos ante una situación que no es nueva. La escena se repite: un atleta keniano metido en problemas. En algunas ocasiones por culpa de los propios atletas, otras por personas que intentan aprovechar su fama y el dinero de los atletas para sacar provecho.
El propio Kiprop ya había estado en el ojo del huracán por intentar introducir a su novia en la residencia del Centro de Entrenamiento que tienen en Iten en el año 2009. Los responsables del centro habían encontrado a Kiprop con la chica de noche y fue expulsado por un tiempo del centro. Kip Keino, campeón olímpico y fundador del centro de alto rendimiento, arremetía duramente contra Kiprop: «No es la primera vez y como medallista olímpico está dando un mal ejemplo a otros atletas jóvenes. No tenemos ningún problema en que los atletas tengan pareja, pero el centro es para lo que es. Puede tener relaciones fuera pero no en el centro».
Lo más preocupante es que no es el primer atleta keniata que sale en las portadas de los periódicos por problemas ajenos al mundo del atletismo. Además, es una tendencia al alza que en muchos casos tienen al alcohol como denominador común.
El primer caso conocido fue el de Henry Rono, atleta que maravilló al mundo en el año 1978 cuando en un lapso de 81 días batía 4 récords del mundo (3000, 3000 obstáculos, 5000 y 10000). Rono, que estaba aficando en EE.UU. empezó a beber y dio con su tumba deportiva. Reconoce que llegó a emborracharse el día anterior al récord de 5000 en Knarvik, cerca de Oslo, en el año 1981. El día del récord, Rono dice que se levantó por la mañana con resaca y que se fue a rodar una hora para intentar eliminar el alcohol de su cuerpo. Por la tarde, y con la ayuda de dos liebres de excepción (Ian Stewart y un joven Steve Cram), corría en 13:06.20, nuevo récord del mundo. Pero el alcohol lo llevó a la indigencia y en 1990 llegó a estar totalmente arruinado y durmiendo en un centro de acogida en Washington. Afortunadamente logró recuperarse de su adicción y ahora ejerce de entrenador en Alburquerque (Nuevo México). «Estaba en lo más alto de la montaña y caí a lo más bajo del mundo», así resumía su experiencia vital Henry Rono. «Soy un alcohólico recuperado. Creo que he recuperado mi dignidad y mi lugar en la sociedad. Lo que estoy haciendo en mi vida es como una medalla para mí».
La historia de Richard Chelimo tiene un final menos feliz que el de Rono. Fue uno de lo mejores fondistas del mundo a principios de los 90. Era primo de Moses Kiptanui y hermano de Ismael Kirui, otros dos extraordinarios atletas. Su lucha con Skah en los JJ.OO. de Barcelona quedará grabada en la retina de los buenos aficionados que lo llegaron a vivir. La prueba estuvo envuelta en polémica ya que Boutayeb, compatriota de Skah, se puso a tirar una vez fue doblado. Chelimo conseguiría la plata olímpica y también lograría batir el récord del mundo de 10.000. En 1996, con tan sólo 24 años, abandonaba el atletismo, empezó a ganar mucho peso y se dedicó a la bebida. Su cuerpo no aguantó sus excesos y fallecía en 2001 con sólo 29 años.
Samuel Wanjiru es otro atleta que acabó su carrera deportiva de manera muy prematura y también con problemas de alcohol por medio. Después de sus primeros triunfos, Wanjiru comenzó su autodestrucción en 2010, año em el que compitió en la maratón de Londres pero abandonaba en el kilómetro 24. Achacó el abandono al duro viaje hasta llegar a Londres, que le había hecho tener problemas en una rodilla. Federico Rosa, su mánager, lo llevó por medio del entrenador italiano Claudio Berardelli a Italia para hacer una prueba de toxicidad en su hígado. El resultado demostraba que todavía no se había hecho un daño irreparable en su hígado como consecuencia de la ingesta de alcohol, pero ya había señales de sus excesos. En julio de ese mismo año, Berrardelli lo invitó a ir a Italia a entrenar. Wanjiru tenía sobrepeso y no era capaz de rodar 50 minutos con el resto de atletas del grupo. En agosto su estado de forma era penoso, pero dejó de beber de golpe y se marchó a entrenar a Eldoret. Berrardelli le llegó a recomendar a Rosa que no fuera al Maratón de Chicago en esas condiciones pero Wanjiru pidió que le dejaran intentarlo y con dos meses de entrenamiento lograba vencer la maratón en un gran duelo con Kebede. Fue una de las luchas más espectaculares en la historia de la maratón.
Rosa, su experimentado mánager, definía el triunfo de Wanjiru como «la mayor sorpresa que había visto en su vida». De regreso a casa, Wanjiru volvió a los malos hábitos y a la bebida. Meses antes de su fallecimiento era detenido por amenazar de muerte a su primera pareja y madre de sus hijos, Njeri. En ese momento estaba casado con una antigua atleta, Wacera. Se produjo una reconciliación romántica entre Wanjiru y Njeri frente a las cámaras de televisión y se pidió a los fiscales retirar los cargos de asalto. Amigos y familiares de Wanjiru dicen que las condiciones de Njeri para retirar los cargos eran que firmara una declaración jurada diciendo que ella era su esposa oficial y que abandonara a Wacera. Pero además pesaba sobre él un cargo por golpear a un guardia de seguridad con un fusil. A los problemas personales se le sumaron los problemas con la bebida, que fueron incrementando.
El 14 de mayo de 2011, medio año después de su impresionante victoria en Chicago, fallecía a los 24 años de edad, al caer desde el balcón de su casa en Nyahururu (Kenia). Según la policía, Njeri regresó a casa y se lo encontró en la cama con otra mujer, Njeri los encerró con llave. Wanjiru intentó salir de casa por el balcón pero se precipitó y las heridas internas, producidas por la caída, causaban su fallecimiento.
En algunos casos parece que la notoriedad de los atletas hace que otras personas intenten sacar provecho de la condición de personajes famosos y con dinero de los atletas. Ese pudo ser el caso de Ezekiel Kemboi, que fue denunciado por una mujer que alegaba que la había apuñalado cuando ella se negó a concederle favores sexuales. Kemboi negó las acusaciones, alegando que ella, junto con unos matones, intentaron robarle y resultó herido en la refriega. El caso saltó justo unas semanas antes de los JJ.OO. de Londres y llegó a poner en duda la participación de Kemboi en dichos JJ.OO. Finalmente la demandante retiró los cargos aduciendo que quería centrarse en sus estudios de periodismo.
Otro caso que aparecía recientemente salpicado por la polémica es el de David Rudisha. El campeón olímpico de 800 metros aparecía en una información de la prensa keniata, según la cual había hecho un pago a otro policía con valor de unos 8.000 € en lo que tiene toda la pinta de ser una extorsión.
Todos estos casos llaman a la reflexión del entrenador irlandés Colm O´Connell, que advertía recientemente que la tendencia imperante en los jóvenes keniatas es a concentrarse en la senda de la victoria pero no a moldearse en el crecimiento de sus actitudes personales. O´Connell, que entre otros atletas entrena a Rudisha y entrenó a Peter Rono, Mathew Birir, Peter Kairuki, Sally Barsosio, Wilson Kipketer y Janeth Jepkosgei, explicaba sus objetivos a la hora de entrenar: «Intento que mis atletas sean personas completas que utilizan el deporte para aprender sobre el trabajo en equipo, el compromiso y el respecto entre individuos. Por lo tanto, ganar es el resultado de todos estos elementos, y no solo es una cuestión de aptitud. También les enseño la manera de manejar el talento y el éxito para que no sean destruidos por la fama y sus propios logros».
Da gusto leer artículos como éste.
Un saludo.
Me he quedado de piedra con lo del atleta belga de 95 años. Su actitud frente a la vida y frente a la muerte te hace pensar muchas cosas, ¡uf! ¡qué tio! Hurra por él.
Toda esta serie de Atletismo Curioso da gusto leerla, en realidad. Gracias
Gracias amigos me encanto el articulo, muy enriquesedor