Todo un clásico para mí, el LXX Cross Internacional Juan Muguerza, sería la undécima edición en la que tomo parte. Un circuito que sinceramente me viene como anillo al dedo, no podía fallarme. Independientemente de los entrenamientos de esta semana, confiaba en que una vez más, daría la talla en esta competición.
Al llegar al circuito, se cumplieron mis expectativas: lluvia en Elgoibar significa barrizal. El circuito es de los más completos del calendario nacional con cuestas durísimas, bajadas agresivas, zonas de hierba encharcadas y curvas peligrosas por el barro que contrastan con las vueltas rápidas a la pista de atletismo. Lo que yo llamaría un circuito entretenido.
De los casi 7 kilómetros del recorrido, en los dos primeros, las africanas dejan hacer el trabajo a las europeas y permiten que el ritmo sea cómodo como para agrupar a las mejores españolas de ámbito nacional. Pero a falta de 5 km, las cuatro atletas de color quitan el freno de mano y empiezan a imponer su ritmo. Ante este cambio esperado, sigo su estela junto a la atleta holandesa, A.Herzo (bronce en el Cto. Europa de Cross) y Alessandra Aguilar quien a pesar de ese primer esfuerzo se descuelga en la primera cuesta.
Tras esa primera criba durante la zona de cuestas del circuito, llegamos a la parte más embarrada, mi parte favorita. Me encanta el barro, me siento cómoda y no me desestabiliza tanto como a mis rivales. Así que sin darme cuenta, me pongo en cabeza y me permito el lujo de tirar del quinteto de élite que tenía a mis espaldas bajo los ánimos del numeroso público que, como cada año, se había acercado a Elgoibar.
Ultima vuelta y ahora sí que la keniana Cherono y la etíope Burka se desatan. La etíope que venía de correr en 30,50 en 10km, y la keniana, campeona del mundo junior de cross, nos ponen en fila. Sin complejos, adelanto a Herzo y arriesgo a no perder de vista al resto de africanas que luchan por el bronce y han estado más valientes en el cambio de ritmo de la etíope. El momento fue decisivo y mi intento por seguirlas se puede discutir que no fuese tan valiente pero me valió para descolgar a la holandesa y asegurarme la quinta plaza al cruzar la línea de meta.
En mi opinión, ha sido el mejor cross de la temporada invernal a pesar de no estar en el podium como sí lo he estado en otros croses nacionales. Correr tan cerca de las atletas africanas es difícil y no está al alcance de todas y por tanto, guardaré la carrera en mi recuerdo durante mucho tiempo.