Despedida a lo grande del 2012, año en que cumplí mis sueños de ser Campeona de España de Cross y sobretodo de ser olímpica en los Juegos Olímpicos de Londres. Le dije adiós con marca personal en 10 km en ruta (32:32) y un espléndido tercer puesto en la San Silvestre con más participación del mundo, la Vallecana.
La cuenta atrás del año no empezó como para el resto. Aún tenía un objetivo que cumplir antes de tomarme las uvas: batir mi marca de 10.000 metros (33:08). Desde que terminaron los Juegos Olímpicos de Londres, tuve que reflexionar sobre cuales serían mis nuevos retos que me motivarían para seguir entrenando con la misma ilusión y energía. Y uno de ellos era hacer una buena marca en 10.000, no para buscar una mínima ni una beca, sino para convencerme de que en un futuro podría llegar a ser mi prueba en pista. Y sabía que después de venir de ser 10ª en el Europeo de Cross, el día sería el 31 de Diciembre
Deseando que llegue el momento, el viaje en metro hasta la salida se hace interminable (con huelga de metro incluída). Por suerte, me acompaña mi marido, Jose Manuel Abascal, que me hará de liebre toda la carrera y me pide que confíe en él, que no me preocupe del reloj.
Cerca del estadio Santiago Bernabeu se da la salida y salgo cuesta arriba a ritmo alocado, inusual en mí, pero dispuesta a no perder ni un segundo para llegar a meta. Las dos atletas africanas, Masai y Burka salieron escopetadas disputando la carrera entre ellas y contra hombres con excelente nivel nacional. Algo que sólo puede estar al alcance de muy pocas mujeres en este planeta.
La Puerta de Alcalá es majestuosa. Aún soy capaz de levantar la vista para mirarla porque con apenas 3 km en las piernas, todavía no he empezado a sufrir. Desde el primer kilómetro no había hecho más que pasar hombres y las sensaciones eran idóneas. Sin embargo, durante unos minutos me invadió la incertidumbre de llegar sin fuerzas al final y decido moderar el ritmo. Jose, mi «liebre de lujo», me ve de reojo y me espera.
Atocha fue la clave. Había pasado el ecuador de la prueba (15:54) y me deshago de las dudas sobre mi llegada decente a la meta. Era el día, lo presentía y con valentía, intento pasar a Jose para que lea mis intenciones de avivar el ritmo. Hicimos un mil a 3:04 y yo empezaba a creer que ya no sabía sumar. Dejé mi mente en blanco y me volvía a poner en manos de mi liebre.
Vallecas fue simplemente espectacular. El público gritaba de manera ensordecedora. Estaban tan cerca nuestra que me sentía como un ciclista subiendo el Tourmalet en el Tour de Francia. Los ánimos me empujaban y me alejaban del sufrimiento. El ambiente era tan increíble que parecía un sueño. En los dos últimos kilómetros el ritmo se ralentizó por las últimas pero durísimas subidas. No quería pensar en que una mujer pudiera pasarme porque las fuerzas ya estaban justas y sólo quería ver el estadio para dar el cambio final hasta meta.
El público en el Estadio del Rayo Vallecano puso el broche final a la carrera. Ambiente impresionante que me permitió disfrutar de los metros finales. Al ver el cronómetro de la organización esprinté para bajar de 32:30. Y aunque sí que crucé la línea de meta por debajo de dicho tiempo, el crono oficial fue 32:32. Igualmente, llegada soñada con los brazos abiertos y abrazando a mi marido.
Burka se hizo con la victoria batiendo el record de la prueba y mejor marca mundial del año. Masai tuvo que conformarse con la segunda plaza y a 20 segundos llegué yo en tercer lugar y primera española. Detrás, las españolas Teresa Urbina, Marta Silvestre, Cristina Jordán y Marta Domínguez (en mi opinión decepcionante)
Es la mejor carrera en ruta que he vivido jamás y por ello quiero agradecer a todo la gente que inunda las calles de Madrid para correr y para dar sus ánimo: ¡GRACIAS!
Foto | Organización
Enhorabuena campeona, que 2012 te has metido!