Sin dudarlo el 18 de Noviembre del año 2012, siempre será un día destacado en mi línea de vida. El 18 de Noviembre del año 2012, me he sentido libre y coronado por el laurel de los campeones. El 18 de Noviembre del año 2012, me he sentido vivo… exhausto pero feliz.
Correr un maratón es mucho más que todo esto. Son muchos días de excesivo calor… donde has estado al borde de deshidratarte. Son días de lluvia… con la pulmonía pisándote los talones. Son horas robadas a la familia y amigos. Son miles de kilómetros sobre las piernas. Son dolores agudos en músculos y articulaciones. Correr un maratón, es el frío calándote los huesos… correr un maratón es algo tan grande, que difícilmente podré hacerle justicia mediante este escrito.
Para mí, correr un maratón es todo esto y más cosas que no puedo especificar… ¿Qué es para ti, correr un maratón? … Si después de leer estas líneas no te has planteado correr un maratón, te aconsejo que no sigas leyendo más… o me tomarás por loco. Sin embargo, si has podido entender mis impresiones y tiene ganas de poder sentir en tu piel todo esto… si tu cabeza ha valorado correr en próximas fechas un maratón, sigue leyendo… quiero convencerte.
FALTAN 15 DIAS PARA EL DIA “D”
Cuando llegas a falta de dos semanas del gran día, todo empieza a temblar. Los miedos se amontonan en tu cabeza y crees que no vas a estar preparado para el gran día… es algo extraño. De pronto sientes que en los entrenamientos te flaquean las fuerzas y esto es motivo de frustración… y de acentuar más ese miedo. Creo que nunca he sentido más angustia por la proximidad de una cita. Pero resulta lógico tener miedo. Pese a no ser un profesional, pese a que no tengo ninguna aspiración de ganar la competición… el simple hecho de tomar la salida en una prueba tan mítica como un maratón es algo que solo el 2% de la población se llega plantear… y que tan solo el 1% logra culminar con un resultado positivo, es decir, concluyendo la prueba.
Si a esto les sumamos que es la primera vez que te enfrentas a esta situación, es completamente normal que las dudas asalten tu cabeza. Lo complicado es templar este nerviosismo y lograr hacer una vida normal. Yo tuve la necesidad de tomarme dos días de descanso en lo referente a entrenamientos… llegué a tener los músculos tan congestionados por la ansiedad que me resultó imposible salir a entrenar. Los dolores músculo-articulares se sucedieron a lo largo de toda una semana y muchas veces creí que no lograría participar en el maratón. Ahora sé que es una situación normal y que solo hay que saber cómo pasarla.
FALTA UNA SEMANA PARA EL DIA “D”
Pasado el nerviosismo, hay que poner los pies en el suelo. Hay que tomar consciencia de que esto no es ninguna broma y que se debe tener mucha cautela. Aspectos como la alimentación, un descenso controlado del volumen de los entrenamientos y reforzar la motivación… son puntos cruciales a tener en cuenta. Si esto no está controlado, se pueden tener problemas el día de la prueba.
Entro de lleno en la última semana. La ansiedad de la semana anterior, se ha convertido en fuerza y garra. Cada día es una prueba de resistencia… quiero que el Domingo llegue pronto y quiero cruzar esa meta. Cuando lo haga, cuando cruce el pórtico… estaré en el valle de Olimpia. Nadie podrá quitarme nunca mi distinción como maratoniano… lo habré conseguido. Solo queda esperar, el domingo está próximo.
18 DE NOVIEMBRE… UN DÍA ESTUPENDO
Le he vencido. He podido con el maratón… mi primer maratón. Hoy me siento más mediterráneo si cabe… siento que he entrado en el Olimpo… hoy he recorrido 42 kilómetros de la mano de Filípides. He emulado su gesta y le he rendido mi tributo particular. Es extraño. Soy consciente de que no he batido ningún record mundial, pero me siento un campeón… y eso nadie me lo quitará jamás. Nadie me desposeerá de algo que tanto sacrifico me ha costado y es que un maratón, no son 42.195 metros… un maratón es toda una temporada de lucha, esfuerzo y sacrificio propio… y por qué no, de todos aquellos que de un modo u otro han seguido tus progresiones o simplemente te han escuchado y animado en tu reto. Un maratón es el todo.
Mis pies han recibido unos 38.000 impactos contra el duro suelo. He perdido más de 3000 calorías en una mañana, pero estas adversidades no han sido suficientes para hacerme parar. Ahora mi cuerpo está cansado, pero a la vez rebosa energía… extraña dualidad inversa. Han pasado unas horas desde que he cruzado el umbral de la meta y empiezo a asimilar todas las sensaciones vividas. Esta fiebre post-maratón aun durará unos días… pero mi cabeza ya comienza a preguntarse, ¿Y ahora qué? … ¿Qué próximo reto me quitará de nuevo el sueño?
hola joan!! sin duda has expresado lo que muchos como tu hicimos ese dia, nuestro ¡¡primer maraton!! y digo muchos por que soy consciente de que lo eramos ese dia, los vi a mi alrededor corriendo pero durante esas horas transcurridas por las calles de valencia, para mi solo existiamos,filipides y yo, mi reto y yo,mi respiracion,zancadas pensamientos…y yo…
¿sabes cual es el mejor recuerdo que tengo de ese dia? cuando la carrera transcurria pasadas las torres de serranos, el el margen del rio un niño ( al que no conocia) empezo a chillar mi nombre y chocamos la mano, ahi me senti mas grande que filipides, te lo aseguro.
gracias por recordarnos sensaciones vividas, hasta el año que viene!!
Hola Alesma. Si, eramos varios (cientos) los que nos enfrentábamos el 18N a nuestra primera cita con Filípides … se podía sentir en nuestros rostros … mezcla de perplejidad y miedo, de honor y grandeza … aún sin haber empezado la carrera ya teniamos cara de maratonianos, pues nuestra fuerza interior era aval suficiente para culminar los 42.195 metros con totales garantías.
Tengo tantos recuerdos bueno que no sabría cual elogiar más … el paso por los túneles, la llegada al km 30 … el paso por el 35, los ánimos de los amigos desde los laterales … llegar a la curva de acceso al complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias … ya te digo, no me quedo con ningún momento pero me quedo con todos. Hasta el próximo ¡¡¡