La cántabra Ruth Beitia se ha proclamado Campeona de Europa de salto de altura. Lo ha hecho con una exhibición de nivel, profesionalidad y veteranía, saltando 1.99 y doblegando a las saltadoras suecas en su propia casa. La discípula de Ramón Torralbo ha realizado un gran concurso con un único nulo, y proclamándose reina del salto de altura: campeona al aire libre y, ahora también en pista cubierta.
Segunda y tercera fueron las suecas Ebba Jungmark y Emma Green, que saltaron 1.96, insuficiente para doblegar a Beitia. La gran promesa de Italia para este concurao, Alessia Trost, se borró de la competición y quedó cuarta, misma situación que Tia Hellebaut. Beitia ha realizado el concurso más regular de todas las participantes, con un solo nulo en 1.99 además de sus tres intentos fallidos sobre 2.02 con la medalla colgada al cuello. Un gran oro para Ruth Beitia, su segunda medalla y su segundo título europeo después de anunciar su retirada. La cuarta medalla de la delegación española, la primera de oro en esta edición.
En los 1.500 metros murió la última esperanza para España de conseguir alguna medalla más en el campeonato. Tanto David Bustos como Arturo Casado hicieron una buena primera mitad de carrera, atentos a los movimientos del turco Özbilen, que salió tirando a ritmo alto desde el primer metro. Pero en la segunda parte de la carrera, cuando tanto el turco como los dos franceses comenzaron a moverse a falta de dos vueltas, los nuestros se vieron demasiado atrás, encerrados en el pelotón y no llegaron a tiempo para contestar y luchar por las medallas. El resultado: un buen quinto puesto para un Arturo Casado, además con marca de la temporada (3:39.36), mientras que David Bustos echaba el ancla en la última recta para terminar octavo. Por delante, el obstaculista francés Mekhissi-Bennabad aprovechaba el titánico esfuerzo realizado por Özbilen para robarle el oro, mientras que su compatriota Denissel se hacía con un bronce muy meritorio.
EL TRIUNFO MÁS AMARGO DE LAVILLENIE
El francés Renaud Lavillenie ganó, realizó una de las mejores competiciones que se le recuerdan desde que saltó a la élite y, sin embargo, lloró y no precisamente de alegría. Lloró desconsolado cuando, después de haber saltado los 6.01 metros y con la medalla de oro al cuello se lanzó a por los 6.07 metros. Aproximó, presentó, batió, invirtió y cayó en la colchoneta sin que el listón cayera con él. Una explosión de alegría en la que, mientras levantaba los brazos para celebrarlo, el juez levantaba la bandera roja: el listón no había caído, pero tampoco estaba donde tenía que estar: se mantenía en precario equilibrio sobre la estructura metálica del saltómetro, a un centímetro del abismo y otro de la gloria, pero al fin y al cabo nulo. Un amargo y trabajado triunfo para Renaud Lavillenie sobre el alemán Bjorn Otto, su más directo rival.
MENKOV DERROTA AL HÉROE LOCAL EN LONGITUD
El joven ruso Alexandr Menkov tuvo que aplicarse a fondo para ganar el salto de longitud. Tuvo, más concretamente, que aplastar las aspiraciones del público local, con todas las esperanzas puestas en el sueco Michel Torneus. El concurso no pudo estar más igualado: Mekov abrió su concurso con 8.28, mientras que Torneus lo hacía tan sólo un centímetro por debajo. El cuarto intento del ruso, el que le daría a la postre la victoria, fue una nueva mejor marca mundial del año de 8.31 metros, si bien la estrella local todavía tenía algo que decir: su último intento mantuvo en vilo a los rusos, pero la medición final fue de 8.29, récord nacional sueco y una valiosa medalla de plata.
SINTNICOLAAS GANA UN HEPTATHLON DE LUJO
Las pruebas combinadas fueron de las competiciones que mayor nivel presentaron durante todo el campeonato, suponiendo como siempre un broche de oro a toda gran cita internacional. Dos récords nacionales y siete marcas personales entre los diez primeros clasificados dan una medida de la emoción del heptathlon masculino. El dominador desde la primera prueba fue el holandés Eelco Sintnicolaas, que reventó los sesenta metros con 6.88 segundos, saltó unos grandísimos 5.40 metros en pértiga y supo mantener el tipo en los mil metros (2:38.73) para proclamarse campeón de Europa con un nuevo liderato continental de 6.372 puntos. Su ventaja parecía suficiente para correr los mil metros con garantías, pero un joven francés llamado Kevin Mayer comenzó a recortar puntos en la clasificación merced de sus buenas prestaciones en pértiga (5.20) y vallas (8.01). Echó el resto en los mil metros lisos, una de sus pruebas más fuertes, pero no consiguió recortar lo suficiente con respecto al holandés y se quedó en segunda posición con 6.297 puntos.
No menos emocionante estuvo la lucha por el bronce, que se decidió en el estrecho margen de cuatro míseros puntos. Mihail Dudas firmó un nuevo récord nacional serbio con 6.099 puntos, apenas cuatro más de los que consiguió el checo Adam Helcelet, que también destrozó su marca personal.
NAIMOVA DA LA SORPRESA EN LA FINAL DE 60 METROS
La velocidad corta de mujeres tenía una lista demasiado extensa de favoritas, pero entre ellas no se encontraba la ganadora: una bielorrusa, Tezdzhan Naimova, que progresó como un cohete tras una salida regular para superar a todas sus rivales en los cuadros e imponerse con una marca de 7.10 segundos. Ganó Naimova, pero eso es algo que tuvieron que decidir los jueces después de escrutar la foto de la llegada a meta: con ese mismo tiempo entró en meta la ucraniana Mariya Ryemyen, que iba directa a por el oro pero acusó problemas musculares en los últimos metros y se vio rebasada por la bielorrusa. Tercera fue la francesa Soumaré, apenas una centésima por detrás, no consiguiendo refrendar sus marcas de semifinales. La búlgara Ivet Lalova, más especialista de 100 que de 60 metros, quedó en la siempre amarga cuarta plaza pero rebajando su marca personal hasta unos buenos 7.12 segundos, mientras que la combinera Daphne Schippers era quinta con 7.14. La única favorita que no rindió al nivel esperado fue la alemana Sailer, que no pudo escapar de la última posición.
DOBLETE BRITÁNICO EN LOS RELEVOS
Los ingleses pusieron un broche de oro a un buen campeonato con un doblete dorado en los relevos 4×400. La victoria de las mujeres era la historia de un éxito anunciado: con Perri Shakes-Drayton y Eilidith Child en el equipo, medallistas en la prueba individual, se cimentó el camino hacia un nuevo récord de los campeonatos de 3:05.78, barriendo del mapa a las rusas. Mismo escenario en la prueba, sólo que sin récord, donde los británicos relegaron a los rusos a la segunda plaza encabezados por un potentísimo Nigel Levine, segundo en la prueba individual.
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Fotos | Reuters | Adrian Dennis (AFP)