Medalla en camino. La cántabra Ruth Beitia se ha metido a la final de salto de altura sin problemas, y no tiene tapujos en decir que va a pelear por las medallas, aunque no especifica el color: «Revalidar mi oro sería la bomba», ha dicho con una sonrisa de oreja a oreja en zona mixta. La discípula de Ramón Torralbo, que asegura no saber cómo se encuentran sus rivales, dice que las sensaciones han sido buenas aunque las condiciones climatológicas no sean ni mucho menos idóneas para saltar altura en Zurich.
Lo cierto es que mientras ella ha hecho un concurso limpio hasta llegar a los 1.89 metros que le han dado la clasificación, sus rivales no han estado excesivamente finas: Maria Kuchina , las polacas y la croata Simic han hecho varios nulos en alturas teóricamente fáciles para ellas, no como Ruth. Y además no estará Blanca Vlasic, por lesión. Pero la cántabra pide prudencia: «Una clasificación a las diez de la mañana no es una final a última hora de la tarde».
ESPELUZNANTE RÉCORD MUNDIAL EN 50KM MARCHA
En contadas ocasiones, el deporte regala auténticas proezas a los aficionados, y las calles de Zurich han querido hacernos este regalo. Después de sufrir dos problemas gástricos severos durante la prueba, las apuestas daban por muerto al francés Yohan Diniz en los 50 kilómetros marcha, pero la realidad ha querido superar a la ficción: ha superado los ataques de los rusos y no sólo ha ganado sino que ha destrozado el récord mundial de la prueba, unas 3:32.33 horas que dejan muy pequeño el anterior récord, los 3:34.14 que el ruso Nizhegorodov tenía desde hace cuatro años.
Euforia francesa después de los disgustos de la jornada de ayer en una carrera en la que nuestro ‘Chuso’ García Bragado ha sido octavo y finalista, recogiendo cadáveres como lleva haciendo veinte años desde su primera participación en un europeo en 1994. En cuanto a su continuidad, señala que tendrá que pasar por quirófano este invierno por unas calcificaciones en la cabeza del fémur, y que considerará si cuelga las zapatillas después.
DIANA MARTÍN QUIERE UNA FINAL RÁPIDA
Diana Martín estará en la final de 3.000 obstáculos del Campeonato de Europa de Zurich. La madrileña ha entrado quinta en el sprint de su serie semifinal, consiguiendo el pase por puestos: «Lo tenía controlado, pero prefiero una final rápida, no paso bien los obstáculos cuando las carreras son lentas» ha dicho la madrileña en zona mixta, que atraviesa sin duda el mejor momento de su carrera deportiva. Para la final, la madrileña no descarta nada, aunque no dice claramente que su lucha sean las medallas: «Que yo tenga el día y las demás fallen, las favoritas son las alemanas». La discípula de Antonio Serrano ha dejado escapar por momentos a la cabeza de la prueba hasta los últimos 200 metros, cuando ha sprintado con potencia para meterse quinta y pasar por puestos a la final desgastando lo justo y necesario.
Por su parte la extremeña Teresa Urbina se ha retirado de su semifinal cuando apenas quedaban dos vueltas para la conclusión de la prueba: ha salido valiente en el grupo de cabeza, pagando en los metros finales el esfuerzo y siendo incapaz de terminar la prueba.
BUSTOS RECALIFICADO EN 1.500 DESPUÉS DE CAERSE
Buenas noticias, por los pelos, en los 1.500 metros masculinos: después de caerse en su semifinal en un enganchón con varios atletas, y entrar a meta con casi un minuto de retraso, la organización ha decidido recalificar a David Bustos y darle un puesto en la final de la prueba, donde defenderá la medalla de bronce que consiguió hace dos años en Helsinki. Una recalificación de última hora que salva la imagen del 1.500 español: ni Olmedo ni Mechaal han conseguido pasar en la final. De no haber tenido ningún español, habría sido la peor actuación de nuestro país en esta prueba desde la edición celebrada en Praga en 1978.
Después de la caída de esta mañana, recuperándome en el taller, no tengo nada, solo chapa y pintura, heridas. Muscularmente bien!! GRACIAS!
— David Bustos (@DavidBustosG) August 15, 2014
Manuel Olmedo, que ha sucumbido en los metros finales, no ha querido buscar excusas: «Me ha podido la ansiedad, he atacado demasiado pronto». Mechaal ha sido también víctima de su propio ímpetu, tirando demasiado fuerte buscando cocinarse una clasificación por tiempos y acusando una falta de fuerzas en la última vuelta.
LAS LANZADORAS NO BUCEAN
Quienes ciertamente no han tenido su día han sido las lanzadoras españolas: la discóbola de Ponferrada, Sabina Asenjo, ha cerrado su participación con tres nulos, igual que Berta Castells en la clasificación de martillo, mientras que Úrsula Ruiz no ha podido pasar de los 16 metros en ninguno de sus tres lanzamientos. Entre las causas a las que se puede atribuir este pequeño descalabro se encuentra la fuerte lluvia que ha caído sobre el estadio desde primera hora de la mañana, lo que ha obligado a los voluntarios a achicar agua constantemente de los círculos de lanzamientos. Una circunstancia que ciertamente no ha afectado a la alemana Christina Schwanitz, que ha declarado su cadencia por el oro con unos impresionantes 19.35 en la clasificación.