Estamos en época de excesos alimenticios, de grandes comilonas sin apenas medida que pueden hacer que acabemos reventando el cinturón. O lo que es lo mismo: estamos en Navidad.
Pero podemos o bien seguir estas directrices turbulentas para nuestra salud o bien virar hacia los buenos hábitos antes de que acabe el año y borrarlos como propósito ficticio para el próximo, que siempre se quedan en agua de borrajas.
¿Y cómo podemos conseguirlo? Incluyendo la actividad física en nuestra vida, por una parte. El running puede ser una buena forma de introducirse en el mundo del deporte de manera fácil y económica: una camiseta, unos pantalones cómodos, unas zapatillas para correr, un poco de precalentamiento y ¡a echar kilómetros! Eso sí: con calma, controlando nuestra resistencia y nuestro rendimiento para evitar lesiones o desistir en la primera cafetería que haga esquina.
Por otra parte, a través de la comida. Si combinamos el ejercicio físico con el consumo de frutas, verduras, cereales, lácteos, carnes y pescados de manera equilibrada (teniendo en cuenta la pirámide de la alimentación y los consejos de un nutricionista) el éxito saludable puede estar asegurado en estas fiestas. Por ejemplo, podemos contar con un gran aliado para ayudar a cumplir con una dieta equilibrada, completa y sana: el conejo.
Es una carne blanca, económica, sabrosa y baja en calorías con la que podemos disfrutar de ricas cenas navideñas sin comprometer la línea. Además, es un producto magro, digestivo, fuente de proteínas de alto valor biológico y con un elevado contenido en fósforo, selenio, potasio y vitaminas del grupo B (B12, B6 y B3).
Y no olvidemos que el conejo es un alimento de lo más versátil en los fogones, ya que se puede elaborar de muchas maneras diferentes: a la plancha, al horno, al ajillo, en salsa, con verduras o frutos secos, etc. Y si lo preparamos con especias o hierbas aromáticas, podemos prescindir de la sal y hacer nuestro plato mucho más ligero.
Una carne muy nuestra, de la cocina mediterránea, que puede vestir la mesa en estas fechas tan señaladas con el toque más sano y saludable a partes iguales.
Running por los buenos hábitos de salud
La carne de conejo, que ha perdido fuelle en su consumo en los últimos años, está siendo reforzada estos días gracias a iniciativas como #Turronners, que ha sido apadrinada por el chef y runner Paco Roncero. Se trata de un movimiento saludable con el que pretenden que la sociedad se conciencie de que puede servir en Navidad platos tan suculentos y elaborados como buenos para la salud.
Incluso, a través de un equipo de dietistas-nutricionistas, han calculado las calorías que quemamos en el ejercicio que practicamos sin saberlo durante las navidades, por ejemplo, al poner el árbol, al pasar la tarde de compras o al montar los juguetes de Reyes. También al competir en la San Silvestre, en la que en una hora corriendo a unos 8-10 km/h un hombre estándar gasta 634 kcal y una mujer estándar, 489 kcal.
Así que este divertido y motivante desafío deportivo puede ser un buen aliciente para arrancarse en la carrera (nunca mejor dicho) de los hábitos saludables. ¡Ánimo y a por todas! 😉
Una aclaración, el precalentamiento q nombráis consiste en no hacer nada, lo q hay q hacer antes de correr es : «calentamiento»
Wooow esto no lo sabia lo de la carne de conejo…
Havia escuchado de la carne de carnero por las proteinas pero esto si que es nuevo…
gracias por el aporte…. estare investigando mas de esta carne…