Pantorrilleras de compresión Sural CP-100

Como muchas especializadas en prendas de compresión, el primer producto que desarrollaron en Sural fueron las pantorrilleras de compresión así que no podíamos obviar el análisis a fondo de las Pantorrilleras de Compresión CP-100 que seguramente muchos habréis visto a algún compañero de entrenamiento o a algún rival en alguna competición.

Lo primero que llama la atención de éstas color que hemos probado es, sin duda, el color amarillo fosforito pero vamos a obviarlo y a centrarnos en ellas porque, como vais a ver a continuación, no son solo colorines y un diseño molón, sino que realmente ofrecen un conjunto de argumentos que justifican ese interés que levantan entre sus usuarios.

Las pantorrilleras de compresión CP-100

De las primeras cosas que me llamó la atención fue el tejido (amén de por el amarillo fosforito que es imposible obviar), por la apariencia que tiene y algo por el tacto.

Aparentan ser bastante pequeñas y no son rectas (cilíndricas) sino que están ligeramente curvadas aunque, como os podéis imaginar, tanto lo uno como lo otro desaparece en cuanto te las pones y se empiezan a mimetizar con tu pantorrilla.

Sólo hay dos tipos de entramados (tres si consideramos el cambio de uno a otro mediante una transición sin costuras como otro diferente): el que hay detrás en la zona del gemelo y el que se utiliza en el resto del cuerpo de la prenda. El del gemelo apenas hace efecto elástico y cede muy fácilmente y prácticamente con la misma tensión en todas direcciones para poder amoldarse al músculo sin presionarlo más de la cuenta.

El otro, por el contrario, en sentido longitudinal se deja estirar con bastante facilidad, estirándose bastante mientras que en el sentido transversal (a lo ancho) hace mucho más efecto goma, para producir la compresión. Lo que llama mucho la atención es el diseño de ese tejido porque se sale de lo que habitualmente solemos encontrar en este tipo de prendas.

Es una estructura que aparenta más o menos franjas verticales pero en lugar de ser continuadas, es como si se hubieran chafado y se le hubieran hecho unas dobleces transversales (como si fuera un acordeón). Es un diseño curioso y la forma en que se deja estirar es distinta, tanto a la que se produce cuando es un tejido continuado como a la que tienen prendas con muchos cambios de entramado.

El caso es que acaba produciendo una compresión medianilla (no la destacaría ni por suave ni por fuerte) pero que apenas agobia nada, es decir, que aparenta menos compresión de la que realmente hace y que facilita mucho su colocación. A esto de la colocación ayuda mucho el interior que tiene, con un poco de “pelillo”, lo que sumado a la forma que tiene de elongar y lo bien que resiste el tejido, hace que te las puedas poner incluso con la piel mojada o sudada.

La única peguilla que le pondría al proceso de ponerlas y quitarlas es que el elástico quizá debería ceder un poco más porque, al menos a mí, me cuesta bastante quitármelas.

Los elásticos son de un par de centímetro aproximadamente y sujetan muy bien la prenda sin apretujar ni producir molestias pero, contando lo bien sujeta que va, creo que se podría relajar un poco el elástico inferior para permitir que se estirar un poco más ya que parece que hace tope y, al llegar a un punto en el que ya no crece, tienes que andar quitándolas con mucho cuidado para no romperlas cuando las estás pasando por el talón.

Una vez puestas ya es muy fácil girarlas, subirlas o bajarlas, etc., y, de hecho, me gusta que se puedan estirar a lo largo ya que así se amoldan prácticamente a cualquier longitud de pantorrilla ya que para la talla, se mide el perímetro del gemelo (T1 (hasta 36 cm.), T2 (hasta 41 cm.) y T3 (a partir de 41 cm.)).

A pesar de tener ese tacto tan suavecito y ese interior, que parece que suele tender a dar calor, son muy fresquitas gracias al entramado y a las fibras que se han utilizado que, además, funcionan muy bien de cara a los temas de no absorber olores, ser bacteriostáticas, etc. Cuestiones a tener muy en cuenta en prendas de las que no se lavan normalmente tras cada uso.

La composición es de 70% poliamida, 22% elastano, 8% poliéster y se han utilizado fibras Skinlife que, según dicen, en lugar de haber sido tratadas para añadir, por ejemplo, los iones de plata, llevan todo el kit desde el inicio con lo que no van perdiendo propiedades con el uso.

De cara a la duración, a pesar de ver lo fácil que se estiran y ceden, no hay que tener ningún miedo a darles candela porque aguantan muy bien, no se enganchan tan fácil como podría parecer y el roce de calcetines o mallas pirata que podamos haber puesto encima no les afecta para nada. Lo que no me termina de convencer es que en algunas zonas del interior (donde coincide el logo y el nombre de la marca) hay demasiados hilillos sueltos que se pueden enganchar y preparar un roto.

Las he estado probando tanto para recuperación como durante la actividad física para ver qué tal se desenvuelven y me inclino claramente por el segundo uso (para el “durante”).

Para terminar, a modo de anécdota, comentar que las letras están orientadas de diferente manera en cada pantorrillera (están en el sentido en el que se escribirían y en el que mejor se ven al correr), detalle que demuestra que el tema del diseño no lo han descuidado, como también queda patente al ver la gran gama de colores en que están disponibles (siete según la web).

Usuario Tipo

Para el que quiera unas pantorrilleras para utilizar durante la actividad física, de un tacto tremendamente agradable (muy suaves) a la par que fresquitas y con una compresión medianilla, que no agobie nada (de ésas que sabes que va ahí pero que no te acaba produciendo sensación de agobio).

Creo que le darán más uso los que piensen utilizarlas durante períodos medianamente largos ya que se puede ir con ellas durante bastante tiempo sin que empiecen a agobiar.

Precio: 29,95 €.