Después de que se intesificasen en los últimos días las presiones de los corredores, políticos y público en general para anular la celebración del Maratón de Nueva York en medio del huracán Sandy, las autoridades municipales y los organizadores municipales han decidido durante la tarde del viernes que el evento no tendría lugar el domingo.
Tal medida sería histórica, ya que la prueba se ha disputado cada año desde 1970, incluida la carrera que en 2001 se celebró dos meses después del ataque terrorista a las Torres Gemelas. Los críticos sustentan que es una falta de respeto llevar a cabo un maratón que transcurría por los cinco condados de la ciudad, mientras mucha gente sigue sufriendo las consecuencias de la tormenta, y que los servicios municipales deben centrarse en el alivio de la tormenta. Los defensores del maratón, en especial el alcalde Michael Bloomberg y la directora Maria Wittemberg, dijeron que la carrera sería una inyección de moral necesaria, así como de carácter necesario.
«El Maratón ha sido parte integral de la vida de Nueva York durante 40 años y es un evento donde participan decenas de miles de neoyorquinos y otro muchos lo ven desde sus casas», apuntó Bloomberg. Para él, el evento se ha convertido en fuente de «controversia y divisón».
«El maratón siempre ha traído a nuestra ciudad historias de coraje y determinación que nos han inspirado. No queremos que ningún participante salga perjudicado, por lo que hemos decidido cancelarlo», apuntó el político neoyoquino. Aún así, finalizó afirmando que le gustaría haber dado «algo que celebrar» a la gente, tras una semana «muy triste».
Entre muchos detalles que se desconocen, uno es si la carrera se aplaza o se cancela por completo. Cerca de 50.000 corredores iban a participar durante la jornada de domingo y muchos de ellos procedían de otras ciudades o países.
El alcalde Bloomberg y Wittenberg, quien es directora ejecutiva de la New York Road Runners, la empresa que organiza el acontecimiento, se colocaron en todo momento detrás del plan, insistiendo que era lo mejor para la ciudad. Sin embargo, muchos atletas se unieron al ‘coro’ de políticos y residentes de la zona para hablar del plan de celebrar el maratón a pesar de los extensos daños causados por la tormenta en la noche del lunes. Y finalmente, se ha confirmado su cancelación.
Foto 1 | Washington Post
Foto 2 | New York News & Features