«¿Cómo vencer a Farah? Esperar a que envejezca.» Esta frase la dijo hace unas semanas Renato Canova, entrenador italiano afincado en Kenia que ha tenido pupilos del nivel de Silas Kiplagat, Imane Merga, Stephen Cherono, Saif Saaeed Shaheen o Abel Kirui.
En la reunión de Mónaco Mo Farah se convertía en el tercer atleta europeo en lograr ser simultáneamente Récord de Europa de 1500 metros y 10000 al mismo tiempo. Con anterioridad lo habían logrado dos ilustres del atletismo mundial: el finlandés Paavo Nurmi y el húngaro Sandor Iharos. Pero lo más impresionante es que mejora su registro personal en 5 segundos en el primer 1500 de la temporada y adelantando de un plumazo a buena parte de la historia del atletismo europeo: Cacho, Cram, Ovett, Reyes Estévez, Baala, Coe, etc., que pasan a estar detrás del británico en el ránking de 1500.
Desde su marcha a entrenar con Salazar, la transformación del doble campeón olímpico es evidente. Ha mejorado su fuerza, su técnica de carrera, su confianza y, sobre todo, su velocidad. Ésta última ha sido la gran obsesión de Farah. Sabedor de que es en la última vuelta donde se deciden la mayoría de campeonatos, ha preparado con esmero su técnica de carrera y ha trabajado la velocidad de manera específica. Su obstinación ha llegado a tal punto que no le llegaron la corte de preparadores y ayudantes de Salazar y se fue a entrenar en el mes de marzo con John Smith, técnico de prestigiosos velocistas como Ato Boldon, Maurice Greene, Carmelita Jeter y Saidy Ndure. El prestigioso entrenador californiano era la auténtica referencia de la velocidad hace una década pero pasó a caer en desgracia cuando su nombre aparecía en los papeles del escándalo BALCO y después de que dos de sus atletas dieran positivo (Larry Wade y Torri Edwards). Para echar más leña al fuego, el propio Boldon lo acusó, años más tarde, de dopar a sus atletas. Con estos precedentes, la noticia de que Farah estaba entrenando en California con Smith no cayó nada bien en el seno de la UKA (Federación británica de atletismo). Las órdenes de su federación fueron claras hacia Farah: debía abandonar a Smith. El atleta de origen somalí dijo, en su defensa, que sólo fueron unos días los que pasó con Smith y simplemente era para que le aconsejara cómo mejorar su velocidad a través de ejercicios de técnica.
En el inicio de temporada Farah había sido muy similar al del año pasado. El éxito olímpico hizo que pensara en correr las mismas pruebas que lo habían llevado al oro. En un principio corría en el Oxy High un 5000. En el año olímpico doblaría 1500/5000 con dos horas de diferencia, con 3:34.66 y 13:12.54 como las marcas de la gesta del año pasado. En la edición del 2013 prefería correr solo la prueba de las 12 vueltas y media a la pista y su registro era un segundo superior al del año pasado, pero con unos rivales que no eran de primera fila, y además se retiraba Galen Rupp en la mitad de la prueba. Después se vino a competir a Europa y hacia los 10K BUPA de Londres, prueba de ruta que no tuvo excesivo nivel y en la que Farah se dedicó más que nada a saludar a los atletas populares que iban por el circuito y con los cuales se cruzaba en varias fases de la carrera.
La siguiente etapa de su preparación era una verdadera prueba de fuego: el Prefontaine Classic, una de las mejores carreras del año, y en 10,000. La misma pista que había visto el año anterior cómo batía el récord de Europa de 10.000. Pero una indisposición gástrica le hizo renunciar a correr el 10,000 y se bajaba de distancia corriendo el 5000, siendo derrotado por Soi que corría el último 400 en 54,8 en una prueba que se iba por encima de los 13 minutos (13:04.75). Recuperado de sus problemas físicos, corría dos pruebas antes de Mónaco: una fue el Campeonato de Europa de selecciones, donde en el 5000 vencía con un último 400 estratosférico 50,89, con un parcial del 400 al 200 final de 23,9. Este registro demostraba que su velocidad punta estaba mejorando, pero por si alguien tenía alguna duda, se presentó en la reunión de Birmingham con la intención de demostrar a los dos mejores atletas del año (Alamirew y Gebrhiwet) que ahora mismo él es el mejor fondista del mundo. Farah volvía al enfrentamiento directo con dos de sus máximos rivales en Moscú y salía airoso del envite con un último 1000 en 2:22.7 , ritmo de 3.34 el 1500 y récord absoluto de mejor último mil en la historia del 5000.
Con esa confianza suprema afrontaba el reto de correr en Mónaco, pero nadie podía predecir una mejora tan sustancial de su marca personal. Batía el récord de Europa de Cacho por 14 centésimas y el británico de Steve Cram, que estaba en 3:29.67. Con esa marca se colocaba como sexto hombre de todos los tiempos. El propio Cram estaba de comentarista de la reunión monegasca que se celebra en el Stade Louis II. El comentario de sorpresa al ver batido su récord está en toda la prensa británica que se hace eco de la voz atónita del que fuera recordman mundial. Cram admitía, con posterioridad, que le sorprendió que un corredor de fondo hubiera saltado en el ránking por encima de Sebastian Coe, Steve Ovett, Fermín Cacho, Mehdi Baala, etc.
Gran Bretaña fue en los 80 la reina del medio fondo mundial. Además de los tres grandes (Sebastian Coe, Steve Ovett y Steve Cram), tenían un fondo de armario con atletas de la calidad de Peter Elliot, Graham Williamson, etc. Sin embargo, en las últimas décadas estaban a la búsqueda, en el medio fondo, de un relevo generacional. En mujeres han sacado alguna medalla de relevancia con Kelly Holmes y Hannah England pero en hombres todo parecía desierto. Ross Murray, Andy Baddeley, Chris O´Hare, Charlie Grice son sus mejores atletas en la milla, pero ninguno se acerca, ni de lejos, a las marcas de los grandes de los grandes milleros británicos de los 80. Pero llegó Farah y revolucionó el ránking británico. En estos momentos son casi 7 segundos los que saca al segundo compatriota en la distancia de los 1500 metros.
De mantener esta forma, tendrá pocos rivales que le puedan hacer frente en Moscú. Los grandes campeonatos se están dilucidando en la última vuelta. Hay que remontarse a Pekín 2008 para ver una carrera totalmente rota antes de que tocara la campana. En esa ocasión el mejor Bekele destrozó el pelotón en el último 3000 con un parcial de 7:35:63 en el último 3000 (4:56:96 el último 2000).
http://www.youtube.com/watch?v=vQuktexECqo
Desde entonces, todas las carreras de fondo de los grandes campeonatos se han decidido en el último 400. Esa es precisamente la distancia preferida por Farah para atacar. Sus demoledores finales suelen empezar al toque de campana y suelen acabar con victoria.
Kenia tendrá en Moscú a sus hombres más rápidos: Soi, Longosiwa y Koech. De los tres, el más rápido es Soi, el único atleta que ha sido capaz de vencer a Farah este año, pero es un atleta que si le atacan de largo no es capaz de aguantar el ritmo en los metros finales. En el mundial de pista cubierta de Estambul tuvo varios encontronazos con Farah que acabaron con la descalificación del corredor keniata.
https://www.youtube.com/watch?v=i4LiKUKuS_U
Sus victorias en Mónaco y Eugene le conceden el papel de principal dentro de la selección keniata. Longosiwa es la medalla de bronce en los pasados JJ.OO. Su temporada no ha sido espectacular, pero se ganó un puesto en el equipo en los Trials y logró bajar de los 13 minutos en el 5000 de Mónaco, y en los Trials keniatas se ganaba el puesto para la selección. Koech es precisamente el ganador de los Trials, pero quedó detrás de Soi en Mónaco. El cuarto hombre keniata (van cuatro, ya que Koech tiene «wild card» – acceso directo al mundial) , será Kipkoech, pero no es un atleta del mismo nivel.
Los mejores etíopes en el 5000 son Gebrhiwet y Alamirew. El júnior empezó la temporada de manera sobresaliente logrando victoria tras victoria en el inicio del presente ejercicio, pero después ha sufrido varias derrotas como la que le infligieron en Roma y Birmingham. Quizá se le pueda hacer muy larga una temporada en la que ya sobresalió en invierno con su título mundial de cross júnior y el récord en 3000 en esa misma categoría. Su compatriota Alamirew ha ido de menos a más, pero aún estando en el mejor estado de su vida, no fue capaz de vencer a Farah en Birmingham. El joven Edris será el tercer etíope en 5000. Bernard Lagat parece que ha perdido velocidad con respecto a sus años anteriores. A los 39 años es muy difícil mantener la misma punta de velocidad que se tiene cuando uno es más joven. De todos modos hay que descubrirse ante uno de los mejores mediofondistas que ha dado este siglo y que 7 años después de la retirada de El Guerrouj, su gran rival, sigue compitiendo.
En 10000 metros, los principales rivales de Farah volverán a ser etíopes y keniatas, pero en esta disciplina contará con otro invitado a la fiesta, Galen Rupp. El norteamericano ha hecho una temporada aceptable pero no ha sobresalido en ninguna prueba excepto en la milla de Londres en la que firmaba marca personal 3:52.11 (marca que equivaldría aproximadamente a 3:34.5 en 1500 metros). Tendrá complicado revalidar su plata olímpica, ya que el equipo etíope parece muy potente en el 10.000. Gebremeskel es un atleta extraordinariamente rápido y que llega con la mejor marca mundial. Junto a él estarán Merga, Kuma y el vigente campeón del mundo Jeilan. Los tres son también atletas rápidos, sobre todo Merga cuando está en forma. En Sollentuna (Suecia) se disputó el 10.000 más rápido del año y entraron en esta posición: Gebremeskel, Kuma, Merga. El campeón del mundo en Daegu (Jeilan) parece que está un poco por debajo de sus compatriotas.
Kenia presentará un equipo inferior al etíope y que estará formado por Bedan Karoki, Paul Tanui, Kenneth Kipkemoi, los dos primeros formados y entrenados en Japón. Su principal hándicap es que ninguno de ellos es excesivamente veloz, por lo que su única opción sería romper la carrera desde muy atrás. Karoki demostró en los Trials de su país que es el que mejor está de los tres.
¿Vencer a Farah? Complicado…