Seleccionador keniano de maratón es una profesión de riesgo. Más en esta coyuntura. Ya sé que lo políticamente correcto, cuando hay muchos atletas donde elegir, es alabar la conjunción planetaria de técnicos, talento, resultados, etc. Pero la duda paraliza a los funcionarios en un país que corta cabezas federativas cuando no se gana. Existe tal elenco de maratonistas superlativos que, como fracase el equipo en los Juegos de Londres, como no se atine con la alineación después de una década de dominio total en la distancia, ya puede ir haciendo las maletas el susodicho seleccionador.
Kenia tiene al último campeón olímpico (Samuel Wanjiru, RIP), al último campeón mundial (y por partida doble: Abel Kirui), al plusmarquista mundial (Patrick Makau), al fondista que hasta Boston-2012 parecía estar en lo alto del top mundial de la ruta (Geoffrey Mutai) y al aspirante a batir todos los récords (Moses Mosop), amén de un sinfín de outsiders de primerísima fila, preparados para correr en 2.03, 2.04 y 2.05. Y sólo hay tres plazas.
Pero, hete aquí que ha llegado el año 2012, y Etiopía se ha subido a las barbas de su vecina Kenia. Los cinco mejores cronos del año pertenecen a los abisinios, que han inventado una generación de desconocidos capaz de jubilar por las bravas a Haile Gebreselassie, Gebre Gebremariam y, si la semana que viene en Londres no lo remedia, a ese diminuto currante del largo aliento llamado Tsegay Kebede.
¿Más datos? La media de edad de los 10 mejores maratonistas etíopes de 2012 no supera los 24 años. Hasta el Pequeño Emperador, Gebre, ha renunciado a hacer sombra a sus jóvenes compatriotas. Ayer en el maratón de Rotterdam, después de muchos años de añorar a los ochenteros Belaneh Dinsimo y Abebe Mekonen, se vio cómo un tipo que hace 11 semanas corrió en Dubai para ser décimo con 2.06:29, Yemane Adhere Tsegay, ridiculizaba a Moses Mosop, y mandaba a boxes a los debutantes sub-59 Sammy Kitwara y Jonathan Kibet.
La Federación de Kenia, pues, va a encontrarse con un problema en los Juegos. De sus seis preseleccionados, dos ya han mostrado grietas. Precisamente en Boston, Geoffrey Mutai ha evidenciado que no soporta el calor y/o las carreras tácticas. No es seguro, ciertamente, que en la Olimpiada haya temperaturas altas –el verano inglés resulta muy agradable– ni que la carrera salga lenta. Pero conociendo las malas migas que hace el muchacho con los técnicos, sabiendo que sólo les convence arrasando, yo de él iría negociando la participación en Berlín o Chicago y no me haría ilusiones con los Juegos.
Y luego está Mosop, el preferido de su míster, Renato Cánova. Mosop no ha encontrado el punto de forma de la temporada anterior. Fue ampliamente superado en Rotterdam por dos etíopes que cobran una quinta parte de su fijo.
Así las cosas, aparece el nombre de Stanley Biwott, el vencedor en París, el único que ayer salvó el honor keniano, cuya marca (2.05:13) tiene mucho más valor que la de Mosop en Rotterdam (2.05:03) al haberse obtenido en condiciones de viento. Y ganando.
Sin olvidar a Jonathan Kiplimo Maiyo, con 2.04:56 en Dubai y 59:02 reciente en media. ¿Serán capaces el próximo domingo Patrick Makau, Wilson Kipsang, Emmanuel Mutai o cualquier otro de mejorar esas prestaciones?
Por no citar a Wesley Korir, el vencedor en el horno bostiano (2.12:40), porque su marca personal (2.06:15 en Chicago-2011) está un tanto alejada de otros corredores del Cuerno de África. Pero su capacidad de sufrimiento en una prueba estratégica y durísima como la celebrada hoy en la capital del estado de Massachusetts merece una reverencia.
No seamos agoreros, sin embargo. Como todo en la vida tiene una doble lectura, quizá los seleccionadores kenianos están la mar de tranquilos. Correr demasiado en primavera, sobre todo si se trata de 42,195 kilómetros, puede ser una garantía de fracaso en agosto. Etiopía, ya lo hemos visto, está dando el do de pecho maratonista entre enero y abril. Arrasa, domina, asombra. Pero, ¿y si los kenianos han preparado al 85% sus citas de abril para apropiarse, por segunda edición consecutiva, del título olímpico más codiciado del fondo mundial…?
pues a nadie le gustaria estar en la piel del seleccionador,jajaja,dificil dificil.Pero clama al cielo que puedan ir solo 3 keniatas y luego vayan otros con marcas ridiculas.Deberian cojer las mejores marcas del año o algo asi,cojer a las mejores con un maximo de cinco por pais(tres es ridiculo),y que tambien hubiese maximas,no puede ser que vaya gente con 3h 30´o cosas asi
Pues si esta dificil la cosa,si si
No creo que dejen fuera a Geoffrey Mutai. Es impresionante verle correr, en Nueva York parecía una máquina.