La aragonesa Isabel Macías cumplió uno de los grandes objetivos del año ayer en la Diamond League de París al ser cuarta en los mil quinientos metros con una marca de 4:04.84 minutos. La séptima parada de la Diamond League se saldó con cinco nuevas mejores marcas mundiales del año, destacando especialmente los mediofondistas David Rudisha y Mariem Alaoui y la vallista Sally Pearson.
Tras haber sido finalista europea en Helsinki, Isabel Macías ya tiene un nuevo objetivo: ser finalista olímpica en Londres. Se ganó el pasaporte a la capital británica ayer en la Diamond League de París, en una rapidísima carrera de mil quinientos metros femeninos donde entró decimotercera con una gran marca de 4:04.84 segundos, nuevo registro personal y décima española de todos los tiempos. La carrera podría calificarse de auténtica locura, con un ritmo endiablado impuesto por la liebre desde el primer metro y la cerrada lucha en la última vuelta entre la marroquí Mariem Alaoui y la turca Asli Cakir. Se decantó al final la victoria del lado de Alaoui, que marcó una nueva mejor marca mundial del año con 3:56.15 minutos, además de un nuevo récord nacional y medio segundo por delante de su rival turca. En la misma carrera, donde Isabel Macías fue decimotercera, hasta cinco mujeres rompieron la barrera de los cuatro minutos. No fue tan disputada la carrera de ochocientos metros lisos masculinos, con un David Rudisha intratable que con 1:41.54 minutos declaró que cualquier parecido con él, es pura coincidencia. A muy poco de su propio récord del mundo, y declarando que sabe que podrá batirlo próximamente en mejores condiciones. Segundo, a cuatro prudenciales segundos de distancia, entró Antonio Reina, que si bien no consiguió batir su marca de la temporada sí consiguió ganar a un rival tan poderoso como el keniano Alfred Kirwa, demostrando su buen momento de forma a nivel internacional.
Los cinco mil metros masculinos fueron testigo de la caída de un astro. Kenenisa Bekele, otrora invencible en cualquier distancia en la que plantara los clavos, fue derrotado por dos descarados compatriotas que levantaron de su asiento a los casi 40.000 aficionados reunidos en París en una última vuelta no apta para los que sufren del corazón. Se hizo con la victoria el todavía junior Dejen Gebremeskel por delante de Hagos Gebrhiwet con un impresionante tiempo de 12:47.53 minutos, nuevo récord mundial de su categoría que le catapulta a la posición de favorito de cara a las Olimpiadas de Londres. Hasta once de los quince participantes consiguieron bajar de los trece minutos, con un Kenenisa Bekele consiguiendo un respetable crono de 12:55.79 en novena posición, a día de hoy insuficiente para clasificarse para Londres. En la prueba de 3.000 obstáculos masculinos, el ganador Paul Kipsiele Koech quedó a un suspiro de bajar de ocho minutos, marca probablemente insuficiente para acudir con el equipo olímpico keniata a Londres. Koech se declaró muy contento por el registró y anunció que atacaría el récord mundial de la distancia próximamente, «quién sabe si en Mónaco, el circuito europeo son mis Olimpiadas«.
SALLY PEARSON NO ES DE ESTE MUNDO
Marcó también una nueva mejor marca mundial del año, como no podía ser de otra manera, la australiana Sally Pearson, que surcó los cien metros de la recta como si las vallas no fueran con ella para marcar un tiempo de 12:40 segundos. La vallista, que declaró esperar haber corrido algo más rápido, no tuvo rival ni parece ir a tenerlo próximamente en el circuito mundial, con el título olímpico entre ceja y ceja. Las vallas largas masculinas vieron entrar como ganador in extremis a Javier Culson, que dominó de principio a fin para conseguir una buena marca de 47.78 segundos, unas centésimas por delante del británico David Greene que con 47.84 se quedó a muy poco de batir su récord nacional. Completaron la participación española, junto con Macías y Reina, la campeona de Europa Ruth Beitia y el finalista en Helsinki Borja Vivas, que no tuvieron su mejor día y no pudieron pasar de 1.92 y 18.84 metros respectivamente.