Es probable que alguna vez te hayas vuelto loco intentando averiguar el origen de ese dolor muscular -y sin causa aparente- que te está afectando durante tanto tiempo.
Síntomas cómo pérdida de equilibrio acusado, dolores de espalda o problemas de coordinación pueden deberse a una infección dental o a una simple caries. Piensa que la alteración del sistema nervioso afecta a todo el organismo, de manera que un foco infeccioso dentario puede provocar sepsis (contaminación) en zonas alejadas de la boca a las que llega a través de la sangre.
Por otro lado, si durante el ejercicio notas un fuerte dolor en un diente, puede que padezcas una caries profunda. En este caso la práctica deportiva puede agravar la situación, puesto que el aumento de la presión arterial y del nivel de pulsaciones durante el ejercicio aumentarán esas pulsaciones en la pulpa del diente afectado, provocando una pulpitis aguda.
LESIONES Y PROBLEMAS DE SALUD DENTAL
La relación entre lesiones y problemas de salud dental ha dado lugar a una línea de investigación que se ha extendido desde los años 50 hasta la actualidad.
En 1983 se fundó la Academy for Sport Dentistry (ASD) y, desde entonces, se han ido desarrollando diversas investigaciones llevadas a cabo por expertos de la rama de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (entrenadores y preparadores físicos) y por odontólogos, llegando a las conclusiones que os mencionamos a continuación:
PROBLEMA DE SALUD DENTAL | PROBLEMA DERIVADO |
Oclusión dental defectuosa | Problemas de equilibrio |
Masticación deficiente | Problemas energéticos relacionados con el sistema digestivo |
Caries | Problemas musculares |
Infección dental | Problemas musculares crónicos |
Mordida cruzada | Dolor muscular (cuello y espalda) |
Cualquier inconveniente a nivel mandibular o dental puede provocar una infección que impida una correcta recuperación muscular rápida y efectiva, puesto que las bacterias que infectan a la sangre de los músculos aumentan el riesgo de debilitación o rotura muscular, y por consiguiente, se origina una disminución del rendimiento deportivo. Tampoco es necesario que aparezca una infección dental para que tu rendimiento se vea afectado: tu posición mandibular está directamente relacionada con la columna vertebral, con las diferentes cadenas musculares y con tu tonicidad postural, de manera que una mala oclusión, bruxismo (reclinado de los dientes) o una falta de dientes podrían provocar contracturas y tendencia a la fatiga.
En el estudio de Gay-Escoda (2011), 30 jugadores de fútbol se sometieron a revisiones anuales exhaustivas. Se confirmó la relación entre higiene bucal y lesiones musculares puesto que los que tenían peor boca (sangrados gingivales, dolores dentales y casos de maloclusión) se lesionaron más, concluyendo que una buena salud bucodental reduce el riesgo de lesiones musculares.
Como medidas preventivas, hay que observar el cambio de color a rojo intenso en las encías, puesto que sería un síntoma de infección. Por otro lado, es muy importante prevenir la acumulación de bacterias de la placa dental mediante el uso de seda dental y del cepillado de dientes, encías y lengua.
Debes mirar por tu salud primero de todo, así que ya sabes, si padeces alguna lesión muscular persistente y no encuentras cuál es el origen del dolor, ni haciendo sesiones de fisioterapia ni siguiendo las indicaciones de tu médico, de forma paralela a estas sesiones una revisión dental podría ayudarte a despejar la duda. La ortoposturodoncia, a través de terapia de oclusión dental, te podría ayudar a alinear tu cuerpo respecto al centro de gravedad, tanto en posiciones estáticas cómo en situaciones dinámicas.
¡Corredores, cuiden sus dientes!
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