En medio del desierto de una temporada sin una gran competición internacional a la vista, Justin Gatlin, hiperactivo, presente en todos los meetings que se precien, aprovecha para campar a sus anchas. Y grita. Exige los focos para sí mismo. Y aprovecha cada ocasión para reivindicarse a golpe de gran marca.
El aficionado, a quién tantas desilusiones han moldeado su desconfianza, no deja de mirar a Gatlin, que ya sabe lo que es bajar a los infiernos, con esa falta de ilusión que trae consigo la dificultad de perdonar y olvidar a quién una vez se burló de todo. Pero el corredor norteamericano grita. Grita en forma de carreras y marcas incansables, exprimiendo al máximo una temporada de reivindicación, en la que para que la dicha no sea completa, tras cada gran actuación suya siempre flota en el ambiente la misma pregunta: «¿dónde está Usain Bolt?»
Y Bolt, cada noche, cada descanso de los partidos de la copa del mundo de fútbol, aparece en nuestras televisiones corriendo desde Jamaica a Brasil, bailando samba y sonriendo en un anuncio publicitario de uno de los grandes patrocinadores del mundial brasileño. Con su imagen tan simpática como siempre, aprovechando el filón de un ámbito como la televisión y la publicidad en el que tan bien se desenvuelve.
Al menos, con él, el atletismo tiene un hueco en la gran cita del año deportivo. Otra cuestión es el mundo atlético post Bolt y por qué ni firmas ni otros grandes atletas logran un hueco en los principales escaparates.
Tras las nuevas victorias del jamaicano en la cita mundialista del pasado verano en Moscú, Usain dejaba claramente abierta la puerta a lo que podíamos esperar de él en 2014. «Mi entrenador decidirá si me tomo un año sabático», manifestó el atleta aún en pista tras el 4×100 que suponía su tercer oro en una competición en la que no estuvo tan fino como otras veces, pero donde su superioridad sobre el resto fue suficiente para ganarlo todo.
No hubo más anuncios de tal cosa. Los patrocinadores seguramente no lo consentirían si así fuese. Y el nuevo año arrancó con todos sabiendo que para un atleta con los problemas de espalda de Bolt, que cada vez le obligan a cuidarse más, y para quién tras ganar absolutamente todo sólo un nuevo récord (¿quizás sus queridos 200 metros?), un gran rival (¿Blake de nuevo?) o una gran competición como los próximos Juegos de Río pueden ser motivo de la ilusión necesaria por seguir corriendo más rápido.
Y luego han venido los anuncios oficiales de lesiones. En marzo, su agente Ricky Simms confirmaba que el velocista había pasado unas semanas en Múnich recuperándose de una inflamación en un pie que lo tendría en el dique seco entre 6 y 8 semanas. A principios de este mes, con la imposibilidad de llegar a Roma, se anunciaba la cancelación de sus otras dos citas en Ostrava (17 de junio) y París (3 de julio) al continuar algunas molestias y al no haber llegado aún a la forma necesaria.
Gatlin, en su papel de plantado, de despechado, se acuerda de Bolt, y antes del meeting de Ostrava reconocía que estaba deseando su regreso y enfrentarse a él, sabedor de su gran momento y el corto entrenamiento del jamaicano esta primavera.
Sea como fuese, año sabático premeditado o molestias que han terminado de aclarar las dudas, ¿qué necesidad real tiene Bolt de apurar esta temporada y regresar precariamente? ¿Para qué exponerse a una derrota a manos de Gatlin o una mala carrera? ¿Dónde encontrar el motivo de la ilusión necesaria en un año en el páramo cuando sistemáticamente siempre se recuerda desde su entorno la exigencia máxima y los grandes acontecimientos de las próximas temporadas?
En sus últimas declaraciones, Bolt matizaba que correría «seguro» esta temporada. Pero en cambio, Wilfried Meert, el organizador del Memorial Van Damme, manifestaba la semana pasada que él no lo ve en Mónaco «sólo dos semanas después, sin la competición previa necesaria», y expresando el sentir general manifestaba que cree que la idea de 2014 como año sabático ya está en la cabeza de Bolt, quién con mucho más que perder y poco que ganar, no puede permitirse competir sin la preparación adecuada para terminar en puestos más rezagados, al tiempo que señalaba que «sólo le veo en el relevo de los Juegos de la Commonwealth si la presión de la federación jamaicana se hace muy grande».
Todas las sensaciones que transmiten los hombres de Glenn Mills son iguales, y el futuro se repite como un mantra en cada una de las declaraciones que nos llegan desde el cuartel que los velocistas jamaicanos tienen bajo las colinas azules de Kingston: 2015-2016-2017. Siempre invocando al gran trienio que se avecina con los Juegos de Río como objetivo principal y los dos campeonatos del Mundo flanqueándolo.
Como sinónimo de hasta dónde esa planificación se ha convertido en la única justificación posible para todo, el último anuncio de esta semana viene de Yohan Blake, compañero de Bolt, que tras parecer ya casi totalmente recuperado de su lesión del año pasado ha anunciado que no estará en los campeonatos nacionales de Jamaica de este fin de semana, ni en los Juegos de la Commonwealth de este verano, principal cita a priori para los países «anglosajones». Todo por evitar precipitaciones, por aunar descansos y no malgastar fuerzas para las próximas temporadas.
Y es que si alguien sabe sobre rentabilizar esfuerzos es Bolt, siempre fresco en las grandes competiciones, siempre muy a punto y sin, aparentemente, la presión que atenaza al resto. Máxime según su figura se ha ido acrecentando. Como ejemplo, en 2010, otro año similar sin mundial ni Juegos, ya estuvo a punto de ser un año prácticamente en blanco, con contadísimas apariciones y sus problemas de espalda siempre de fondo.
En el desierto de 2014, junto a Gatlin, dos enormes sombras se proyectan sobre el hectómetro, y en los próximos días podremos ver de nuevo en pista a Tyson Gay y Asafa Powell. Por una parte, tras el cumplimiento del reducido año de sanción por dopaje del norteamericano, y por otro lado tras el anuncio de un permiso especial a Asafa con el que parece que podrá competir en el campeonato de Jamaica e intentar llegar a Glasgow, incluso antes de que acaben los 18 meses a los que fue sancionado. Y, desgraciadamente, pensamos como aficionados, todo es cuestión de tiempo que veamos una carrera incluso este mismo año con los tres en pista.
Mientras, en espera de que vayan apareciendo al máximo nivel las jóvenes promesas que deben de dominar el futuro, y que Blake vuelva al fin al 100%, en vistas a los próximos años, quizás el atletismo necesite una vez más a Usain Bolt incluso en mayor medida de lo que creemos.
Vídeo anuncio publicitario Usain Bolt Mundial de fútbol Brasil 2014
http://www.youtube.com/watch?v=b19XIFT4lBw
Análisis gráfico temporadas de Usain Bolt 2008-2013
Como vemos en los siguientes gráficos, tras el prolífico 2008 dónde Bolt tuvo su mayor número de carreras de 100 y 200 metros por debajo de 9.90, 10.00 y 20.00, 20.20 respectivamente, en 2009 el número de estas carreras descendió ligeramente, pero logrando sus mejores registros.
2010 fue un año prácticamente en blanco, siempre con los problemas de espalda de fondo y como justificación para renunciar a las dos últimas citas del verano (Zúrich y Bruselas) que tenía previstas. Tomando como referencia los 100 metros, en este año sólo corrió en 4 ocasiones por debajo de los 10 segundos: en mayo en Daegu (9.86), en julio en Lausana (9.82) y París (9.84), y en agosto en Estocolmo (10.10 en series y 9.97 en la final). Con ello terminó cuarto en el ranking mundial que ha dominado claramente desde 2008 (en 2013 aún aparece segundo, pero solo superado por Gay antes de la sanción). En los 200 metros aunque acabó 2010 como líder anual, sólo corrió en 2 ocasiones por debajo de 20.20. Y, finalmente, como ejemplo de esa mayor relajación, sus mejores marcas de 2010 son las más lentas del periodo 2008-2012.
2011 (Mundial de Daegu) supuso una mayor aparición que el año anterior, y sobre todo el nuevo año olímpico de 2012 hizo que se recuperase el ritmo competitivo de 2009, incrementando el número de buenas carreras y bajando nuevamente las marcas.
2013 supuso otra vez un descenso competitivo (excepto en el número de carreras sub 10.00 en el resto se baja a niveles similares a 2011), y si bien logró de nuevo tres títulos mundiales en Moscú, la menor exigencia hizo que las mejores marcas del año fueran más lentas que otro año mundialista como 2011 e incluso que el más vacacional 2010.
Hasta ahora, la protección total del jamaicano por los años olímpicos es clara en cuanto a exigencia competitiva y mejores marcas, con la salvedad de sus récords de 2009. Ya 2010 fue un amago de muy poca presencia, y en este 2014, aún sin debut parece claro que las molestias han terminado de aclarar la idea de un año muchísimo más tranquilo en vistas a fortalecer y dar más descanso al cuerpo de un Bolt que pretende llegar a Río en las mejores condiciones posibles para terminar de escribir su leyenda.
El próximo mes de agosto cumplirá 28 años, aún con toda la teórica etapa de madurez por delante, pero la pregunta está clara. ¿Conseguirá Usain Bolt encontrar las condiciones físicas y psicológicas necesarias para lograr ese paso más allá tanto en marcas como en competición sobre todo en vistas a 2016?
Número de carreras 100m y 200m por debajo de 9.90, 10.00, 20.00 y 20.20
Elaboración propia.
Fuente: 100m All-Time Hombres Pino Mappa. Ranking web IAAF.
Mejor marca 100m por temporada (2008 – 2013)
Nota: Entre paréntesis, posición en el ránking mundial anual.
Elaboración propia. Fuente: web IAAF.
Mejor marca 200m por temporada (2008 – 2013)
Nota: Entre paréntesis, posición en el ránking mundial anual.
Elaboración propia. Fuente: web IAAF.
En competición, no lo sé. Un monstruo de este calibre es difícil de contener.
En cuanto a marcas, yo siempre lo he tenido claro: no conseguirá superar sus récords de 100m y 200m. Lo tengo clarísimo.
http://www.soycobarde.com