El cuarteto de relevistas estadounidenses formado por Tianna Madison, Allyson Felix, Bianca Knight y Carmelita Jeter ha dado una lección de velocidad y compenetración para proclamarse campeonas olímpicas de 4×100 metros y estableciendo un nuevo récord mundial de 40.82 segundos por delante de las jamaicanas. En el relevo 4×400 de hombres el combinado bahameño se impuso por delante de Estados Unidos, mientras que Christian Taylor y William Claye conseguían un doblete estadounidense en el triple salto.
Habían avisado en semifinales, que el récord de la República Democrática Alemana de 1985 corría serio peligro. Pero nadie podía pensar que fueran a destrozar la anterior plusmarca con esta contundencia. Claro que tiene lógica si analizamos algunos factores por separado, el primero la calidad de las mujeres integrantes del cuarteto estadounidense que se ha proclamado campeón olímpico con un nuevo récord mundial de 40.82 segundos. Liderando la escuadra Carmelita Jeter, la segunda mujer más rápida de todos los tiempos en el hectómetro y que venía de proclamarse subcampeona en cien metros y de conseguir el bronce en doscientos. Detrás de ella Bianca Knight, un atípico caso de campeona mundial de salto de longitud que había quedado cuarta en la final de cien metros, además de la joven Tiana Madison. Y con ellas Allyson Felix, la diosa de los doscientos metros, campeona olímpica en esa distancia y quinta en el hectómetro. Un cuarteto para aspirar a romper cualquier barrera humana, como hicieron en una final de cambios perfectos para terminar con 40.82 segundos, desbancando de largo el anterior récord mundial. Y lo hicieron con el aliento de las jamaicanas en la nuca, que no obstante ser segundas consiguieron otro gran tiempo de la mano de la reciente campeona del hectómetro Shelly-Ann Fraser. En la final masculina del 4×400, el potente cuarteto bahameño se impuso a los Estados Unidos en una gran última posta de Ramon Miller.
DOBLETE ESTADOUNIDENSE DE TAYLOR Y CLAYE EN EL TRIPLE
El concurso de triple salto fue testigo de un inédito doblete de los saltadores de Estados Unidos, con Christian Taylor dando un tremendo puñetazo de 17.81 metros en la mesa, un cuarto intento más que suficiente para hacerse con el oro olímpico. Segundo fue su compatriota William Claye, igualmente joven y plata con veinte centímetros menos, relegando al italiano Fabrizio Donato a la tercera plaza del podio. La juventud de los dos primeros clasificados promete buenas competiciones y marcas en cuanto el líder indiscutible de las últimas temporadas Teddy Tamgho pueda volver a los pasillos de triple salto.