Por cada 500 metros de altura, la temperatura del aire desciende entre 3º y 4º. Si a esta temperatura le sumamos fuertes vientos, el entrenamiento en altura puede ser un riesgo para tu salud si no estás aclimatado de forma adecuada.
Por otro lado, las actividades de larga duración tienen grandes exigencias para tu metabolismo anaeróbico, pero en altura, estas exigencias se agravan por las condiciones hipobáricas de la altitud, dificultando el transporte de oxígeno y disminuyendo tu volumen máximo de oxígeno (VO2 max). Por contra, en las actividades anaeróbicas (de velocidad) el organismo no se verá afectado ya que no existe presencia de oxígeno, además, resulta recomendable entrenar la velocidad en altura puesto que el aire es menos denso, lo que favorece cualquier tipo de movimiento.
Sin embargo, no se ha encontrado ningún estudio que demuestre fielmente que se mejore el rendimiento en altitud, aunque sí se han encontrado progresos en individuos con baja forma física (no siendo fiable este dato ya que las mejoras se atribuyen a una mejora de su condición física y no al entrenamiento en altitud o a nivel del mar).
Por otra parte, se ha observado que el entrenamiento en altitud genera mayor cantidad de lactato durante la aclimatación, tanto en el músculo como en la sangre, sin embargo, con la adaptación a la altura se genera una significativa menor cantidad de lactato. No existe explicación para este fenómeno conocido como “la paradoja del lactato”, en el estudio de Campbell, Hughson & Green (1989) llegaron a la conclusión de que probablemente sea porque en altitud, durante el entrenamiento, existe menos glucógeno degradado y mayor PH muscular que en un entrenamiento a nivel del mar. Otra posible razón podría estar relacionada con los cambios en la eficacia de la contracción muscular, ya que en altura, la capacidad para regular el PH es más eficaz en fibras lentas (las que ayudan a resistir la fatiga) que en fibras rápidas (Juel, Lundby, Sander, Calbet & Hall, 2003).
La única ventaja que ofrece para el rendimiento entrenar en altura es que los glóbulos rojos y la hemoglobina aumentan durante menos de una semana tras hacer los entrenamientos, favoreciendo el transporte de oxígeno. Así que que si tienes una carrera a nivel del mar los días próximos a haber entrenado en altura, mejorarás tu rendimiento. Eso sí, durante las dos primeras semanas de entrenamiento en altura, tu capacidad de esfuerzo disminuirá por lo que deberás reducir a la mitad la intensidad de tus entrenamientos, incrementándola hasta el 100% en los últimos días.
En definitiva, el efecto de aumento de la ventilación tras la exposición a la altitud podría mejorar tu rendimiento a través de la dinámica anteriormente mencionada, y se hará más evidente en esfuerzos máximos y supramáximos.
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Hola, tengo una duda con respecto a este tema. Yo vivo y entreno en Madrid, en alguna ocasión he corrido la Behobia notando una marca y un rendimiento superior, ¿Se debe esto a la altitud?