La mejor manera de alcanzar el éxito es intentando alcanzar más de una meta. No es recomendable fijarse solamente un objetivo y, el peor de los casos sería que ese único objetivo fuera referente a mejorar un tiempo, ya que en el supuesto caso de no superar esa marca, en lugar de motivarte, podrías pasar a un estado de depresión que te quite las ganas de correr por una temporada.
Es cierto que siempre tendemos a establecer metas centradas en segundos, pero si así lo haces es mejor fijarse varios objetivos. De esta manera, te asegurarás esa sensación de victoria el día de la carrera. A continuación, te marcamos varios objetivos para que consigas afrontar la carrera con mucha confianza:
RENDIMIENTO
Dejando de lado las condiciones climatológicas, llegar al día de la carrera con una salud perfecta, con fuerzas y a pleno rendimiento puede convertirse en un buen objetivo. Llegar a estar en plena forma el día de la carrera implica haber seguido un entrenamiento adecuado, por lo que si te sientes con fuerzas durante la carrera, podrás soportar el ritmo de competición con garantías de éxito, ya que estarás motivado para continuar.
ESFUERZO
Este objetivo también está relacionado con el rendimiento. El objetivo ‘esfuerzo’ hace referencia a hacer lo mejor dependiendo de las circunstancias que se presenten durante la carrera. Para corredores que alguna vez se hayan desplomado, podría ser tomar 40 gramos de carbohidratos cada hora, o para corredores que anteriormente estaban lesionados podría ser llegar a la línea de meta sin dolor y totalmente recuperados.
Cuando establezcas objetivos que no tengan que ver con el tiempo, asegúrate de que los vas a poder medir para poder comprobar si los has alcanzado o no. Reajusta tus metas a menudo, tendrás más flexibilidad mental y estarás más satisfecho con tu rendimiento, sabiendo que lo has hecho lo mejor que has podido.
META
Hablamos del que debería ser el mejor objetivo positivo por excelencia. Llegar a la meta supone un reto clave para principiantes que se enfrentan por primera vez a una distancia determinada.
Tomarte como objetivo terminar la carrera sin molestias, con energía y recuperado te podría evitar la presión de fijarte un objetivo basado en el tiempo. La mejor manera de ir confiado a la carrera es haber recorrido la misma distancia con antelación, pero conforme se acerque el día de la carrera debes graduar el kilometraje en función de la distancia. Ten en cuenta que es mejor llegar corto que pasado de rosca.
TIEMPOS
Como hemos mencionado anteriormente, es recomendable realizar la distancia de la carrera durante el entrenamiento y con semanas de anterioridad: los corredores de 10K deberían completar esa distancia con anterioridad al menos una vez, los corredores de medio maratón deberían completar 2-4 sesiones de 15-20 km, y en los corredores de maratón un buen test serían dos sesiones de 30 km.
Para poder establecer un objetivo de tiempos en tu carrera y para saber si estás preparado, deberías poder afrontar sin dificultad los siguientes entrenamientos de series largas:
DISTANCIA | RUTINA | ¿CUÁNDO? |
MARATÓN | 3 x 5 km a ritmo de maratón; 400R | 1 mes antes del 42K |
21K | 3 x 3 km a ritmo de 21K; 300R | 3 semanas antes del 21K |
10K | 5 x 1 km a ritmo de 10K; 1´:00”R | 2 semanas antes del 10K |
5K | 3 x 1 km a ritmo de 5K; 2´:00”R | 2 semanas antes del 5K |
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Creo que hay un error en el cuadro. Unas series 3×2000 te dan un ritmo más cercano al de una carrera de 10 Km. Las series de 1000 son demasiado rápidas para tomar como referencia el ritmo en una carrera de 10 Km.
De igual manera, para estimar el tiempo en maratón son más aceptados el test de Rodrigo Gavela 2×6000 o el test Yasso 8×800.