El flan es un postre bastante completo y saludable que te puede aportar una buena cantidad de nutrientes (proteínas, hidratos, minerales y vitaminas) y, por si fuera poco, también es dulzón y posee un alto aporte energético.
Vamos a enseñarte los pasos para elaborar distintos tipos de flanes caseros con texturas y sabores exquisitos. Además, al hacerlo con tus propios ingredientes, te asegurarás de que los productos sean de calidad:
Pasos para la elaboración del flan
- Quema una cucharada de azúcar con una cucharada de agua hasta que la mezcla vaya adquiriendo un tono de color marrón caramelo. Hazlo en el interior de un recipiente metálico (flanera) a fuego medio y sin remover la mezcla. Posteriormente, añade unas gotas de limón para evitar que se cristalice demasiado rápido. Deja que se temple y no se te ocurra caer en la tentación de meter el dedo en la flanera para probarlo. Cuando no esté tan caliente, junto con el fondo del recipiente, unta las paredes del recipiente con el líquido caramelizado.
- Bate un huevo en otro recipiente con dos cucharadas de azúcar y ve añadiendo, poco a poco, un vaso de leche desnatada a medida que sigues batiendo. Recuerda que debe quedar bien batido.
- Introduce el contenido del segundo recipiente en la flanera con el caramelo y ponlo al baño María (en una bandeja profunda de horno con agua a un nivel inferior que el del recipiente con el flan) a 190º durante 45 minutos. Tapa la flanera con papel de aluminio y retírala cuando veas que el flan queda cuajado y dorado. Una manera de averiguar si ya está listo es introduciendo un palillo en el centro del flan, si queda limpio significa que es el momento de sacarlo. Este paso también se puede hacer usando una fiambrera hermética, poniendo un poco de agua en una olla a presión y cerrándola bien, dejándola cocer alrededor de 15′ – 20′ echando vapor.
- Cuando lo saques del horno, cúbrelo con un trapo de cocina húmedo y, cuando enfríe, mételo en el frigorífico.
- Presenta el flan acompañado de mermelada de albaricoque, con nata montada, con frutos secos, etc. La presentación queda abierta para dar rienda suelta a tu creatividad.
Flan de frutas
En el segundo paso de elaboración del flan puedes añadir pequeñas cantidades de frutas como peras, fresas, manzana, plátano, e incluso frutos secos como pasas de corinto, todas bien troceadas para mezclarlas junto con el huevo batido y la leche. Si eres de los que no le gustan los tropezones, también puedes triturar la fruta para que el sabor quede uniforme y, obviamente, sin tropezones molestos.
Flan de coco
Antes de mezclar el huevo con la leche en el paso 2, cuece la leche con cortezas de limón, vainilla, maizena y harina disuelta durante 10 minutos, mezclándola con el huevo y con coco rayado cuando le leche vuelva a temperatura ambiente.
Flan de naranja
Antes de mezclar el huevo con la leche en el paso 2, cuece la leche casi al punto de ebullición, retírala del fuego y añade semillas de vainilla y piel de naranja, dejando toda la mezcla en reposo durante unos siete minutos. Posteriormente, cuela la mezcla para retirar los restos.
Ralla una naranja de forma muy fina y exprime tres naranjas hasta obtener un zumo. Como sustitución del paso 2, introduce en un recipiente dos huevos enteros y cuatro yemas más, (las cuatro claras las puedes utilizar para otras recetas), añade azúcar, el zumo de naranja antes exprimido y la mezcla de leche del paso anterior de este apartado. Bate hasta que quede una masa cremosa y procede con el tercer paso.
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