No suelo tener problemas con rozaduras ni ampollas en los pies salvo casos esporádicos por haberme puesto las zapatillas «de aquella manera» en la T2 de un TRI, pero la pregunta quizá sería si no suelo tener problemas porque tengo esa suerte o porque intento cuidar bien la elección de los calcetines y el uso de productos que puedan ayudarme… o por la combinación de ambas.
Desde hace unos meses uso con cierta asiduidad calcetines Injinji que descubrí medio de rebote al hacer la prueba de los Performance Midweight, después de un primer contacto infructuoso con esto de los calcetines de cinco dedos.
A primeros de 2013, Injiji lanzó la Versión 2.0 de sus calcetines introduciendo muchas novedades: mejora de materiales, ajustes en el patronaje para un mejor ajuste, más resistencia, mejorada la sujeción del mediopié… y más colorido aún.
Disponen de tres gamas (Run, Trail y Sport), tres grosores (lightweight, original y midweight) y diferentes alturas pero los que vamos a destripar en este análisis a fondo son los Run Performance 2.0 Lightweight que, como vais a ver, suponen una gran evolución respecto a los que ya estuvimos presentándoos hace unos meses.
Los Injinji Performance 2.0 Lightweight
Para su confección se ha recurrido a un 67% de Coolmax, 28% de poliamida y 5% de lycra pero con la particularidad de que el Coolmax usado es, como hemos comentado antes, Coolmax XtraLife que añade a las propiedades que todos conocemos de este material (muy buena transpirabilidad y gestión de la humedad, fresquito, etc.) el hecho de que contiene Cordura (el material, no estamos hablando de que sean unos «cuerdos») lo que incrementa significativamente su capacidad de resistencia tanto ante deformaciones como, sobre todo, ante rozaduras.
Una de las cosas que más se echaban en falta en las versiones anteriores de los calcetines Performance era que, sin ser endebles, sí que tendían a desgastarse algo rápido (sobre todo si se sometían a actividades con mucho rozamiento como el trail running) con lo que en la marca se han puesto las pilas y ahora ya nos ofrecen un calcetín que, manteniendo las cosas de ajuste, comodidad y demás es capaz de durar mucho más y de resistir el machaque (tanto el debido al uso como a los lavados, que también estropea mucho).
La transpirabilidad sigue siendo excepcional, algo que con un 67% de Coolmax y siendo tan finitos cabía esperar pero la cosa es que no sólo lo son sino que expulsan muy bien la humedad que pueda generarse en nuestros pinreles, algo que es básico en unos calcetines que pretender ser una solución ante las rozaduras y las ampollas.
El otro punto que se mantiene (incluso mejora) y que también es básico para este propósito es el de la suavidad al tacto, pero no sólo una suavidad percibida sino una suavidad real que, ante el roce que pueda haber entre el calcetín y nuestro pie no haga que se vaya irritando (hay materiales que son muy agradables al tacto pero que cuando empezamos a hacer que rocen con el pie acaban produciendo irritaciones, algo que no pasa con estos).
Gracias a la introducción de estas nuevas fibras también se ha conseguido reducir mucho el grosor del calcetín, que ahora es tremendamente fino, algo que redunda positivamente en muchas cosas: lo mencionado de la mejora de la transpirabilidad, una mayor sensación de contacto (básico sobre todo para muchos de los fans del calzado minimalista, que buscan sentir cuanto más, mejor), mejora en la elasticidad y adaptabilidad del calcetín, etc.
Esta mejora en la elasticidad supone un avance, sobre todo pensando en la casuística especial de los compartimentos de los dedos ya que, si bien es cierto que en un calcetín es básico que se ajuste y mimetice con el pie, si ha de hacer eso con cada uno de los cinco dedos, donde la diferencia de morfologías puede ser tremenda, es poco menos que vital conseguir una gran elasticidad.
Una pregunta que muchos se plantean al ver unos Injinji es si se amoldarán a su tipo de pie (fenicio, griego, etc.) porque, cuando están quitados, los calcetines tienen forma de pie egipcio (el más largo es el dedo gordo) y la respuesta es sencilla, sí, sin duda sirven para cualquier tipo de pie porque las cavidades de los dedos pueden adaptarse perfectamente a las medidas de nuestros dedos, tanto a lo largo como a lo ancho.
Hasta que le coges el tranquillo, puede requerir un poquillo de tiempo colocárselos pero se mejora con el tiempo, tanto por la práctica como porque el calcetín cede un poquito mejor y, al final, quedan recubriendo nuestro pie, literalmente, como una segunda piel.
Otro punto que a algunos les causa cierto temor, sobre todo a los nuevos usuarios o a los que se los ponen por primera vez unos calcetines de dedos, es la rara sensación que se tiene alrededor de los dedos y que muchos confunden con agobio cuando, en realidad, no es más que la consecuencia de tener una tela que está en contacto con partes de pie que normalmente no tienen ese contacto, lo que nos produce una sensación de extrañeza.
Es decir, con unos calcetines normales, alrededor de los dedos y entre ellos queda simplemente el aire pero al poner unos como los Injinji, vamos a tener pegadito a ellos el propio calcetín con lo que, independiente de que sea mejor o peor de cara a ampollas, rozaduras y demás, lo que está claro es que es un cúmulo de sensaciones que sorprenden mucho al principio… e incluso cuando ya los llevas usando un tiempo. De hecho, sin ser usuario continuo de este tipo de calcetines, desde que los descubrí los introduzco periódicamente, entre otras cosas porque me gusta variar las sensaciones y los estímulos a los que se someten los pies.
Perdonad si me he extendido un poco en este tema de las sensaciones pero es que es algo que me sigue sorprendiendo a pesar de llevar usándolos y que a veces me cuesta hacer ver a algunos que se empeñan en decir que las sensaciones no son buenas porque les agobian, algo que se acentúa en el espacio interdigital pero es que, caray, es normal, es lo mismo que nos pasa en los dedos de las manos cuando ponemos unos guantes, no hay más que ver cómo quedan una vez puestos, completamente ceñidos y ajustados al milímetro.
Siguiendo con el ajuste, aquí también se ha trabajado mucho poniendo un elástico central envolviendo al mediopié y que desde la marca dicen que da soporte al arco, aunque yo creo que únicamente sujeta el calcetín porque apenas se nota la presión que ejerce.
Lo que está claro es que se ha mejorado muchísimo y ahora sí que es un elástico que sujeta muy bien el calcetín ya que es elástico en transversal pero no en longitudinal, así que no se deforma nada más que para envolver al mediopié.
El elástico que sujeta el calcetín en la caña también me ha gustado mucho porque ajusta con una presión media, lo suficiente para que no se bajen (algo básico sobre todo en unos calcetines por debajo del tobillo) y lo que está genial es la pestaña del aquiles porque también es ligeramente elástica, con lo que no va cayéndose como suele pasar en muchos calcetines en los que es poco menos que un adorno decorativo.
El único punto flojete que le veo al ajuste es que quizá se cubren demasiadas tallas de pie con cada de cada una de las que tienen los calcetines, con lo que te arriesgas a que te queden algo sueltos en la zona del talón y que éste se suba un poco hacia arriba (creo que deberían estudiar esto un poco).
Por último, hablando de los tipos de entramados utilizados, en la parte superior del empeine se ha usado uno mucho más abierto para favorecer la transpirabilidad, mientras que en la planta del pie, encima de los dedos y el talón se ha utilizado otro algo más tupidito y tremendamente suave, por supuesto, todo ello sin costuras salvo donde son estrictamente necesarias (es una delicia ver cómo han solucionado este tema en la zona de los dedos).
No tienen acolchado en ningún sitio pero no se echa de menos y, sin embargo, permite ganar muchísimo de cara a la frescura, transpirabilidad y sensaciones del calcetín.
Usuario Tipo
- Para los que quieran unos calcetines de dedos que sean finitos, sin acolchados, transpirables, ligeros y que ajusten como si fueran una segunda piel.
- A tener en cuenta para los que suelan sufrir problemas por rozaduras y que no quieran tirar de calcetines con grandes acolchados o excesivamente gruesos.
- Para quien tenga problemas por rozaduras en la zona de los dedos y quiera ver si lo de pasarse a unos cinco dedos soluciona su problema.
- Muy interesantes para los que gusten de calzados minimalistas usándolos con calcetines (imprescindibles si se quieren usar calcetines con zapatillas de cinco dedos).
- Como uso añadido, el de ser unos calcetines de competición ya que al ser tan finitos y quedar tan bien ajustados, van de cine con zapatillas voladoras que suelen quedar ceñidas y como quedan tan bien ajustados sabemos que no se nos van a mover nada en absoluto.
Precio: 12 €.
El año pasado «descubrí» lo de los calcetines de cinco dedos y desde hacer unos meses he podido estar probando la «versión 2.0» de los Performance LightWeight de Injinji, que me han encantado porque se amoldan mejor a lo que busco en unos calcetines, amén de solucionar algunas de las cosas que se les achacaban en la versión anterior.
No soy usuario radical de este tipo de calcetines (de los que sólo usan calcetines de cinco dedos) pero si que me gusta usarlos al menos una vez a la semana o cada dos semanas para que el pie se acostumbre a cosas diferentes y tenga nuevos estímulos.
Espero que os guste la prueba a fondo!!!
La verdad es que personalmente nunca me han gustado mucho (y eso que tengo 3 pares de VFFs que solo se pueden usar con este tipo de calcetines o sin nigunos claro), los he usado 2 o 3 veces y siempre los he encontrado incomodos.
Ya me he acostumbrado a correr sin calcetines en todas mis zapas ( ycada vez hay mas zapas que estan disenadas sin costuras y con hormas que lo permiten) pero supongo que para gustos colores.
margnoz, ¿has usado los 2.0 de este año o los anteriores?
Es que hay bastante diferencia y si sólo han sido 2-3 usos, quizá hace falta un poquito más para terminar de acostumbrarse a dejar de pensar en ellos.
No es que vayan molestando o rozando pero sí es cierto que la sensación de que «algo hay diferente» a veces puede ser un tanto curiosa y requerir cierto tiempo de adaptación (yo sigo necesitando unos minutos hasta que pongo el chip de que voy con calcetines de cinco dedos ;-D).
Para mí, no existe la posibilidad de ir sin calcetines más allá de las competiciones de triatlón y cuando quiero hacer la prueba de esa forma.
Razones, muchas pero la principal (80%) es la higiene porque, por más que digan que los materiales tienen tales o cuales propiedades, que son lavables y demás, no es lo mismo lavar un calcetín que una zapatillas.
El otro 20% es lo que dejo para el tuneo (con los calcetines adecuados, bien elegidos, consigues que las zapas queden niqueladas), minimizar rozaduras y ampollas, protección adicional contra el frío, adaptar las sensaciones de las zapatillas, …
Vamos, que el armario calcetinero que tengo es tan amplio como el zapateril y le doy tanto o más uso (varío tanto o más los modelos que utilizo ;-D).