Seguimos analizando las principales prendas largas del catálogo de running de Joma y ahora le toca el turno a dos prendas de abrigo para el cuerpo: una sudadera y un chubasquero 100% impermeable.
Ambas pertenecen a la gama Elite II de la que ya hemos analizado un conjunto largo compuesto de malla + camiseta y, al igual que ellas (y que casi todas las demás prendas de la marca), además de dar un muy buen rendimiento (sobre todo la sudadera), mantienen una relación calidad-precio que muy pocas marcas consiguen alcanzar.
Sudadera Elite II
Esta sudadera es una de esas prendas de las que valen para un roto y para un descosido porque, aunque la denominan oficialmente sudadera, la verdad es que es algo intermedio entre eso y una camiseta de manga larga: un poco más gruesa que una camiseta pero no tanto como una de las sudaderas típicas.
Tiene una hechura recta, tirando a ceñida (no talla demasiado grande porque la que he estado probando es una S en vez de la XS de otras prendas de Joma y no la he notado grande) y no es muy larga, ni de cuerpo ni de mangas, lo que la hace muy cómoda porque así no va bamboleándose al correr con ella.
El interior es de un tacto muy agradable porque es “como de forro polar” salvo en la zona interior de las mangas y en los laterales, donde hay un tejido de rejilla mucho más transpirable.
Esto hace que pudiera usarse como capa única (o primera capa) aunque para eso sería necesario que fuera un poco más larga porque si sólo llevamos la sudadera, nos pueden quedar al aire los riñones y si estamos llevando una prenda de este grosor, se supone que es porque hace fresquete, así que llevar la “espalda baja” al aire, no parece lo más recomendable.
Por el exterior, no es ni impermeable ni hidrófoba, pero es capaz de aguantar una “niebla meona” o el típico relente mañanero o de últimas horas del día, lo que la hace interesante para cuando no hace mucho frío si se combina con una buena capa interior que nos dé calorcete, pues si la prenda interior es capaz de liberar rápido el sudor, la sudadera no va a ser la culpable de que se quede retenido a pesar de protegernos de la posible humedad exterior.
El corte de las mangas es en raglán y la costura tiene una tira de tejido adicional en la parte delantera que hace a la vez de decoración y de refuerzo.
El cuello es un pelín elástico, tiene una altura de unos cinco centímetros y es bastante consistente porque viene reforzado por dentro por un tejido algo más “rígido” (aunque sigue siendo muy suave) que hace que al cerrarla quede muy bien y fijada para que ni nos estrangule, ni nos quede demasiado holgada y vaya moviéndose al correr.
La cremallera es de unos 17 centímetros, por fuera va expuesta pero por dentro va tapada con tejido para que no nos roce. He probado a llevarla con la cremallera completamente bajada pero la verdad es que nunca me he encontrado cómodo corriendo de esa manera (ni con esta prenda ni con ninguna porque soy de ir con las prendas bastante ceñidas), pero bajando sólo la parte del cuello (unos cinco centímetros), la verdad es que va de cine porque liberas lo justo para que entre un poco de aire fresco en el cuello y sigue yendo igual de fija.
El remate de las mangas tiene un elástico de cinco centímetros y, aunque no aprieta demasiado, por cómo cede y por lo extenso que es, las deja bien fijas y recuperan bien su forma incluso cuando nos hemos arremangado previamente. Destacar que tienen una de esas típicas aberturas para pasar el pulgar que sirven para un doble cometido: fijar la manga y servir de “medio guante” para cuando no hace mucho frío o que puede incluso servir como segunda capa si ya llevamos unos guantes.
El asunto es que el corte no está en el lateral, en la zona del dedo pulgar, sino que queda en la parte inferior (más hacia la palma) con lo que al pasar el dedo, queda ligeramente girada.
La he estado usando con el invierno ya entrado pero he podido usarla en un rango bastante amplio de temperaturas (benditas temperaturas de las localidades cercanas a la playa) y la verdad es que da mejor resultado con temperaturas frescas porque, si aprieta el Lorenzo y hemos salido con una buena camiseta interior, puede hacérsenos demasiado calurosa (más por la acumulación de las prendas que por otra cosa).
Aunque, bueno, en esos casos, tampoco hay problema porque te la puedes quitar y ponerla en la cintura perfectamente. Ojo, no me refiero a ponerla a modo de “tapaculos” (atando las mangas en la cintura y dejando el cuerpo colgando por detrás) porque eso es lo más incómodo que se ha inventado para correr sino que me refiero a enrollarla sobre sí misma y colocarla a modo de “cinturón”, dejándola enganchada en las mallas o pantalón con el que estemos corriendo.
Lo de la temperatura es muy relativo y depende mucho de cada uno, pero no la usaría por temperaturas que estuvieran por encima de los diez grados y, de ahí hacia abajo, pues ya es cosa de cada uno pero, con una buena combinación de prendas, puede dar para correr con bastante frío, siempre que no sumemos el efecto de la humedad ya que, como hemos comentado, sería algo con lo que la prenda no podría lucha por sí misma.
En definitiva, una sudadera no demasiado gruesa, de un tacto interior muy agradable, con una hechura recta relativamente ceñida y no muy larga ni de cuerpo ni de mangas, perfecta para utilizar encima de una primera capa (preferiblemente de las que quedan pegadas al cuerpo), que nos puede dar mucho juego en temperaturas inferiores a los diez grados.
Chubasquero Elite II
Estamos ante un chubasquero impermeable típico, de los que quien más y quien menos hemos tenido alguna vez y que seguramente nos ha sacado de algún que otro apuro cuando le ha dado por ponerse a llover.
Es 100% impermeable, lo que tiene la ventaja de que no cala por más agua que nos caiga encima pero eso hace que, a pesar de las aberturas que tiene en la espalda (sujetas en varios puntos en vez de únicamente en el centro), no sea apto para correr con él durante mucho tiempo porque nos cocemos dentro.
Ojo, lo de que no vale para correr es relativo porque lo decía pensando en una tirada larga, pero si es para el calentamiento, para hacer determinados ejercicios, como prenda para protegernos en el “mientras tanto”, etc., es perfectamente válida y, además, como luego la podemos hacer un gurruño y guardarla casi en cualquier sitio, es muy práctica.
No es uno de esos chubasqueros que se utilizan para las carreras de montaña, que se quedan plegados y no ocupan nada, pero no ocupa mucho y es ligerito así que es muy útil como prenda de “para por si acaso” (lo de hacerlo una “pelotita” no es su uso principal porque hay prendas específicamente diseñadas para eso que no ocupan nada una vez plegadas pero, bueno, puede hacerse un apaño).
Es tremendamente sencillo, 100% poliéster, con tacto plastificado y con una capa interior de un tejido de rejilla para absorber el sudor y evitar que la piel esté en contacto con el “plástico”.
La cremallera no va tapada ni por el exterior ni por el interior (aunque no roza y no cala fácilmente), pero la de los dos bolsillos laterales sí que queda oculta y, como el tejido interior no es del de rejilla sino de otro más tupido, son bastante resistentes y se pueden usar sin miedo, amén de que dan algo más de calocito.
Donde sí va protegida es en la parte superior del cuello para fijarla y para evitar que pueda rozarnos en la barbilla. El interior es prácticamente todo de ese tejido de rejilla salvo la última parte de las mangas, una franja de unos seis centímetros a los lados de la cremallera y la franja de la cintura.
El remate de las mangas y de la cintura es un pelín elástico y está rematado con una tela (quizá le habría venido bien alguna cuerda o goma con una presilla en la cintura para poder ceñirlo).
El cuello tiene un poco menos de cinco centímetros de alto, es relativamente suave porque tiene el interior de rejilla y oculta una capucha en su interior.
La capucha es únicamente tela impermeable para que pueda guardarse sin ocupar mucho (se agradece el mullidito que le da al cuello), tiene un cordón como las cordoneras de las zapatillas para atarla y se guarda cerrando con dos velcros (al llevarla extendida, no le venía mal un velcro para que quedara cerrado el cuello).
El tallaje y la hechura son estándar o quizá un poco amplio, algo que se agradece en las mangas para que no pase lo de que no te deje doblar en los codos (si la manga es muy estrecha, como el tejido no cede nada, en estas prendas no puedes doblar el codo) pero que en el cuerpo, dependerá de cómo vayamos a usarlo y con cuánta ropa debajo (si vamos a ir sólo con una camiseta fina a lo mejor es demasiado amplio, mientras que si lo vamos a usar con sudaderas o similares, agradeceremos ese espacio extra).
De largo, ídem, es más bien una longitud de sudadera que la de un chaleco o prenda de correr, lo que se agradece a la hora de dar un poco más de protección contra la lluvia, pero quizá se hace un poco molesto si se quiere correr con él.
Por último, aunque sea un chubasquero y su uso principal sea protegernos de la lluvia, no deberíamos menospreciar su utilidad como prenda para protegernos del viento en los días fríos porque nos puede ser muy útil en situaciones en las que, con temperaturas frías, nos encontremos con que es únicamente el aire lo que está haciendo bajar la sensación térmica pero que, si nos ponemos ropa de más abrigo y le da por parar, nos arriesgamos a achicharrarnos con lo que podemos tirar de este chubasquero para ponerlo por encima y, en cuanto empieza a parar el aire o vamos entrando en calor, lo quitamos y no tenemos que ir cargados con una prenda mucho más voluminosa o pesada.
Además, está en cinco colores (Blanco-Rojo, Negro, Lima, Blanco, Turquesa) y cuatro tallas.
En definitiva, una prenda que todos deberíamos tener en nuestro fondo de armario dada la tremenda versatilidad que nos ofrece: ligera, no ocupa mucho y nos sirve bien como chubasquero puro para salir de un aprieto cuando se pone a jarrear, bien como prenda cortavientos. No obstante, hay que tener muy claro que es un chubasquero puro y duro y que no es recomendable correr mucho tiempo con él porque nos acabamos cociendo dada su poca transpirabilidad (para eso hace falta otro tipo de tejidos o membranas).
Precio:
- Sudadera Elite II: 29,10 €.
- Chubasquero Elite II: 43,45 €.
Lo que nos faltaba para completar el «conjunto de invierno» al completo, una buena sudadera y un chubasquero para cuando caen chuzos de punta.
Prendas que conviene tener siempre a mano y, como siempre que hablamos de Joma: prendas buenas, bonitas y baratas.
esa sudadera es la que llevo yo =) las mallas estan mas o menos tambien por ese precio y la verdad que son la leche. estaria interesado en el cubasquero por donde vivo no lo tienen.
kaos1982, me alegro de que te parezca bien lo que se cuenta en la prueba.
Para el chubasquero, no te sé decir pero mándales un correo a Joma preguntándoles y a lo mejor te saben decir.
la verdad que joma esta despuntando en sus productos calidad precio es increible.
Yo tengo el chubasquero joma y es cojonudo.
Eso si es para lo que es, porque como lo uses como no debes te cueces vivo.
Efectivamente, como chubasquero, la leche, no pasa agua ni aunque te caiga el diluvio universal… pero, como comento en la prueba, no es un chubasquero con el que salir a hacer un entrenamiento porque acabas empapado y cocido.
A mí me ha gustado mucho para el calentamiento previo porque te pones una sudadera debajo y en un par de carreras entras en calor y luego ya lo mantienes.