“La pista no me devuelve todo lo que le transmito”. Son las palabras que pronunció ayer el saltador gallego Jean Marie Okutu después de clasificarse para la final de salto de longitud del europeo de Praga, y una reflexión que han hecho suya este viernes los saltadores de triple después de que Pablo Torrijos se haya clasificado para la final con malas sensaciones. Los saltadores horizontales de nuestro país no se están adaptando bien al pasillo del O2 Arena de Praga, una reflexión en la que coinciden otros reconocidos atletas como el portugués Nelson Évora, quien asegura que por su composición favorece más “a los saltadores del este de Europa”.
“Habrá que pillarle el truco a la pista, yo en la final voy a por todas”, ha dicho Torrijos en zona mixta, escoltado por sus dos cariacontecidos compañeros de equipo, Jorge Gimeno y Sergio Solanas, que se han quedado a las puertas de la final. Por lo visto, el problema reside en que la pista no está construida directamente sobre el suelo sino sobre una estructura flotante. En cualquier caso, como se suele decir, es el mismo problema para todos, y no parece que le haya ido nada mal, por ejemplo, a Didac Salas, que ha hecho marca personal (5.60) a la primera. El truco: pillar los trozos de la tarima que impulsan en vez de absorber la energía que lleva el atleta en la carrera.
Los entrenamientos de Kevin López: es un chico precavido y no le gusta presumir, y de hecho reconoce que está preocupado porque este año ha entrenado muy bien pero no ha podido hacer grandes marcas. Y no hablaremos de marcas, pero los periodistas que nos encontramos en el O2 Arena de Praga nos hemos enterado de un entrenamiento hecho por este sevillano hace poco, que incluye distancias bastante lácticas con sus respectivos descansos… y tela marinera. Con esos números mareantes y sin Kszczot, López está más que capacitado para ir a por el oro.
El pequeño de los Borlée, a ganarse la paga: el que faltaba para el duro. No están los famosos gemelos (Jonathan y Kevin) y tampoco está su hermana Olivia, que entre los tres suman un buen puñado de medallas internacionales en relevos y en 400 metros lisos, pero no pasa nada, el honor familiar está intacto: se ha clasificado para la final, con mucho poderío, el pequeño Dylan Borlée. Nacido en 1992, tiene una marca de 45.80 segundos en la prueba al aire libre y esta pista cubierta ha hecho 46.73 segundos. Es uno de los candidatos a medalla en la final.
El peso, en el centro: la colchoneta de lanzamiento de peso se encuentra en el centro de la pista, en las calles centrales de sesenta metros lisos. Cada vez que hay una prueba de lanzamientos, los operarios tienen que salir y montarla con sus colchonetas azules. Hay en total X de estas colchonetas.