La gente no ha olvidado sus positivos. Los jamaicanos le pitan cuando sale a la pista. Corre en marcas estratosféricas como si no le costase. Definitivamente, Justin Gatlin es el malo de la película, y ha venido a Pekín para hacerle la vida imposible a Usain Bolt. Las series clasificatorias de los cien metros lisos del mundial han servido para que el estadounidense presente su candidatura a campeón del mundo, ganando su serie con 9.83 segundos (+2.1) y chocando frontalmente con una versión inédita de Usain Bolt: calmado, sin grandes aspavientos, ha ganado su serie con 9.96 segundos.
Gatlin está fuerte y lo sabe, y ha disfrutado restregándoselo a Bolt por toda la cara. En zona mixta, el astro jamaicano le ha querido quitar cualquier importancia al asunto: «No buscaba correr rápido», ha dicho el vigente campeón mundial, que espera revalidar su título en la final. Una final hacia la que caminan todos los ‘cracks‘ de la velocidad mundial: han pasado de ronda Asafa Powell, Jimmy Vicaut, Mike Rodgers y Trayvon Brommel.
Bolt tiene razones para verle las orejas al lobo: es Gatlin el que ha mostrado su mejor estado de forma a lo largo de esta temporada, y es el que más facilidad ha mostrado para correr en 9.80 aproximadamente en prácticamente todas sus carreras. La presión llega a tal punto que Bolt ha hecho el mejor tiempo de su vida en una ‘simple’ ronda clasificatoria: hizo 10.20 en Berlín (2009), después 10.10 en Daegu (2011), 10.07 en Mocú (2013) para este año terminar en 9.96 segundos.
Se ha quedado fuera en la primera ronda el mítico Kim Collins, campeón mundial en 2003.
ADRIÁN VALLÉS SE LA JUEGA SIN PREMIO
No habrá premio para el único español que ha competido esta tarde: el navarro Adrián Vallés no ha conseguido pasar a la final del salto con pértiga en Pekín, después de un concurso valiente en el que se ha jugado todas sus opciones a la carta del 5.70 metros. Después de saltar 5.25 con solvencia y 5.40 con algunos problemas, el joven navarro entrenado en Estados Unidos ha optado por usar su último intento en la altura que pedía la organización para acceder a la final (5.70), lo que también hubiera supuesto marca personal para él. Finalmente no ha sido capaz ni de terminar el salto.
SCHWANITZ SILENCIA EL NIDO
La gran decepción de la parroquia pekinesa ha llegado en el lanzamiento de peso femenino: en un concurso de alto nivel, aún sin la gran favorita de los últimos años Vallerie Adams, la alemana Christina Schwanitz se ha impuesto a la heroína local, Lijiao Gong. Un duelo de alto voltaje en el que ambas han pasado de los veinte metros (20.37 para el oro y 20.30 para la plata).