La miel te puede proporcionar energía inmediata para volar en carrera. Durante muchos siglos, la miel ha representado un papel importantísimo en la dieta del ser humano, y es que nos aporta numerosos beneficios, sobre todo, la rápida energía que provee a los que la toman.
En la antigüedad, la miel se usaba en forma de emplastes sobre la zona enferma, y es que este oro líquido tiene propiedades antibacterianas que hace que la herida no se infecte, teniendo además virtudes antiinflamatorias ya que reduce el dolor y mejora la circulación de la sangre. Por otra parte, la miel es una de las más efectivas formas de gel de carbohidratos que se puede ingerir durante el ejercicio físico.
Corre como una abeja
Una abeja puede llegar a alcanzar una velocidad de unos 24 km/h, lo que significa que una puede recorrer 400 metros en un minuto o hacer un mil en 2’30»/km… Y hasta un 10K en 25 minutos si la abeja hubiese seguido uno de nuestros planes de entrenamiento y pudiese aguantar el ritmo. Aún así, para conseguir 200 gramos de miel, las abejas tienen que viajar unos 90 kilómetros y extraer el néctar de 2 millones de flores, y tan solo conseguirían crear, apenas, dos cucharaditas de miel a lo largo de toda su vida.
Energía en forma de miel
Para los corredores, la energía es fundamental. La miel aporta alrededor de unas 64 calorías por cuchara sopera, y es un carbohidrato de asimilación rápida, lo que la hace un alimento fundamental e ideal tanto para antes, como para durante y después de una carrera o competición.
Este milagroso alimento, además, aporta inmensas ventajas para recuperarse de un prolongado esfuerzo debido a sus proteínas: ayuda a que la musculatura vuelva a cargar sus reservas de glucógeno y favorece la concentración de glucosa en el músculo después de entrenar.
Además, contiene un montón de vitaminas, aminoácidos, antioxidantes y minerales, micronutrientes que han hecho famosa a la miel durante toda la historia y que le han otorgado esa fama de alimento casi milagroso en la recuperación en los procesos de enfermedades, como los resfriados. En el antiguo Egipto, Grecia Clásica e Imperio Romano, la miel se consideraba una pieza clave en la alimentación, belleza y en las propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.
Propiedades de la miel
Como hemos comentado, a la miel se le asociaban propiedades milagrosas a nivel terapéutico, recuperación de enfermedades, etc. Actualmente, existen muchos remedios caseros que utilizan la miel, por ejemplo, disuelta en leche lucha contra el insomnio y gracias a la fructosa que posee ayuda a recuperar esas resacas de alcohol (la fructosa acelera la oxidación del alcohol por el hígado).
Por otra parte, existen distintos tipos de miel con propiedades específicas, por ejemplo, la miel de azahar ayuda a conciliar el sueño, la miel de tomillo es beneficiosa para las afecciones del aparato respiratorio, la miel de romero es un estimulante contra la fatiga física y mental y la miel de mil flores posee una acción cicatrizante y antiinflamatoria.
¿Miel o azúcar?
Aunque el aporte calórico del azúlcar y la miel es el mismo, las calorías del azúcar son «vacías», mientras que la miel aporta numerosos micronutrientes. Por otro lado, la miel endulza mucho más y, si se usa en repostería como sustitutivo del azúcar, obtendrás un producto mucho más nutritivo.
Además, endulzando los alimentos con miel, el producto permanecerá más tiempo húmedo y fresco, conservándose mucho mejor debido a los antioxidantes que posee la miel. En esta línea, si la utilizas como aliño en las ensaladas impedirás que se estropeen los vegetales.
A modo de consejo, con una cucharadita de miel de buena mañana mantendrás los niveles de azúcares estables en sangre ya que tu cuerpo absorberá la glucosa de forma rápida, mejorando tu rendimiento y, por tanto, disminuyendo la fatiga en tu posterior entrenamiento.
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Entonces, si pudiese llevarme a las carreras un bote de miel, podría dejar de lado los geles y barritas?