El Suunto 9 Baro Titanium es la enésima prueba de que Suunto ha vuelto por sus fueros y que de nuevo se posiciona como una de las marcas de referencia en dispositivos electrónicos deportivos gracias a un amplio conjunto de productos que han ido afinando poquito a poco en los últimos meses y que por fin vuelven a pujar, en muchos casos, por ser los best in class (los mejores de su categoría) con muchas garantías.
Sé que al leer esto último muchos habréis empezado a afilar el cuchillo para lanzaros a por mi pescuezo por eso de que «tal o cual pulsómetro es infinitamente mejor en no sé qué» que este Suunto 9 Baro Titanium, que es el tope de gama de la marca finlandesa ahora mismo; que a los Suunto les falta no sé qué funcionalidad que tienen dispositivos de otras marcas, que no se les puede configurar apenas no sé qué opción… Pero esto se puede decir prácticamente de cualquier pulsómetro de cualquier marca si lo comparamos con otro, así que por favor esperad un poquito porque, a lo mejor, y solo a lo mejor, consigo justificar por qué he dicho eso antes.
Estoy totalmente de acuerdo en que hay muchas cosas que podemos considerar carencias desde una perspectiva totalmente objetiva. Por ejemplo, es imperdonable la falta de configuración de los entrenamientos por intervalos, la carencia de modo triatlón (aunque nos consta que estas dos funcionalidades se espera que lleguen a lo largo de este año en forma de actualización de software) o que no se pueda conectar la Suunto App con dos dispositivos a la vez; pero hay muchas otras cosas en las que son una pasada, de lo mejorcito que podemos encontrar, por ejemplo: la precisión y repetibilidad de las métricas relacionadas con la posición, la calidad de los acabados y materiales, la forma que tienen de presentar la información, el modo FusedTrack…
Así que, al final, casi más que si son buenos o no, mejores o peores que tal o cual otro, etc. Deberíamos hablar más bien de si se amoldan a lo que necesitamos o queremos.
El mundo de los dispositivos electrónicos es tan amplio y abarca tantísimas funcionalidades que es imposible abarcarlo todo y hacerlo bien en todo porque quien mucho abarca, poco aprieta y algunos como Suunto han optado por centrarse en hacer un conjunto de cosas y tratar de hacerlas de diez o, al menos, de la mejor forma posible sin comprometer otras partes: duración de la batería, tamaño, etc.
Es, simplemente, una estrategia tan buena o mala como la que aplican otras marcas porque, en el fondo, todas sacan un volumen de ventas importante y tienen sus propias legiones de seguidores, pero somos muchos los que comulgamos firmemente con la visión de estos finlandeses y, sinceramente, es muy de agradecer que a pesar de los avatares y deslices que han tenido en los últimos años, hayan seguido erre que erre, trabajando y progresando hasta, como decía al principio, volver a ser lo que antes eran.
Este retorno de Suunto o salida del ostracismo (como me gusta más verlo), es una de las mejores noticias para los que somos aficionados al deporte en general, sobre todo para los que gustamos de los deportes en exteriores y, más aún, para los fans del trail running donde un dispositivo como el Suunto 9 Baro Titanium tiene tanto que decir.
Lo paradójico del asunto es que todo este alboroto no lo estamos montando con un nuevo modelo sino que, siendo puristas, este cachivache es únicamente una nueva versión del Suunto 9 Baro que lleva ya unos meses en el mercado y que podríamos ver, en última instancia, como una versión mejorada del primer Suunto 9 que se lanzó allá por 2018 y que, si no hubiera venido tan lastrado por las movidillas que por aquél entonces había con la plataforma Suunto Spartan, habría tenido una acogida mucho mejor porque era un dispositivo muy bueno.
Pero, cuidado, porque aunque el Suunto 9 Baro Titanium no suponga en sí mismo un salto revolucionario más allá del hecho de ser una versión Prémium de su predecesor (como lo denomina la marca en algunas de sus notas de prensa), sí que lo han hecho coincidir en el tiempo con el lanzamiento de un conjunto de funcionalidades de todo el ecosistema Suunto (dispositivos, App, plataforma, etc.) que, si lo ponemos en perspectiva y lo vemos de manera global junto con todo lo que han ido mejorando e incorporando en el último año y medio o dos años, supone un salto tremendo que, como decía al inicio, vuelve a posicionar a estos finlandeses en la pomada.
Es más, Suunto parece que anda desatado últimamente y, durante la elaboración de este artículo, no paraba de leer y escuchar en radio patio voces sobre el nuevo Suunto 9 Peak del que os mantendremos al tanto en cuanto tengamos información de primera mano basada en experiencia real.
Y no os penséis que queda ahí la cosa porque, si son ciertos los rumores que rondan por los mentideros underground, algunos de ellos de gran confiabilidad (al menos para mí), a corto o medio plazo seguirán llegando cositas muy jugosas tanto a los dispositivos en sí mismos como a la plataforma, lo que haría que también fueran utilizables o aprovechables por otros dispositivos como el Suunto 5 o el Suunto 7 del que, por cierto, sigo pensando que es, con diferencia, el mejor si lo que se quiere es un híbrido entre pulsómetro y smartwatch.
Perdonad si me he extendido mucho en esta introducción pero, aunque no haya hablado mucho de manera directa del Suunto 9 Baro Titanium, creo que sí era necesario hacer una primera aproximación pragmática, con una visión global y retrospectiva para intentar poner las cosas en su sitio, terminar de desterrar algunas creencias erróneas que parecen haberse asentado en una parte del pelotón popular y, por qué no decirlo, también para justificar un poco el porqué de una afirmación tan categórica como la que he hecho en la introducción.
Sí, el Suunto 9 Baro Titanium me ha gustado mucho, me parece que da mucho más de lo que se puede uno imaginar viendo la información que nos liberaron en su lanzamiento y os aseguro que me va a dar mucha pena tener que devolverlo una vez que se publique este artículo.
¿Merece la pena el Suunto 9 Baro Titanium?
Para no hacerle perder el tiempo a nadie, empiezo a porta gayola, con una pregunta directa que no voy a contestar con el típico ‘depende’, que es como realmente debería responder porque realmente depende de lo que cada uno quiera o necesite.
Si eres un triatleta o duatleta que necesita tener el dispositivo conectado a enemil dispositivos, algunos de ellos con conectividad ANT+, olvídate del Suunto 9 Baro Titanium porque hay cosas que no puede hacer ni creo que pueda a medio plazo.
Si necesitas imperiosamente definir entrenamientos con estructura de intervalos complejas, olvídate del Suunto 9 Baro Titanium y del resto de Suunto… Pero si aún no vas a comprarte el nuevo pulsómetro y puedes esperar unos mesecillos, espera porque nos consta que nos darán más de una sorpresa este año con alguna actualización en este aspecto.
Si la medición de la saturación de oxígeno te es necesaria, olvídate del Suunto 9 Baro Titanium… pero presta atención a lo que trae el Suunto 9 Peak porque esa es una de sus novedades más novedosamente novedosas y que, a mi juicio, le va a hacer ganar muchos puntos. Una pena que en el Suunto 9 Baro no se vaya a poder incorporar.
Si quieres un dispositivo que permita instalar aplicaciones, hacer pagos con NFC, reproducir música, responder llamadas, tomar notas, responder mensajes de WhatsApp, utilizar el asistente de Google… Pasa del Suunto 9 Baro Titanium, ve a por el Suunto 7 (Titanium o no, eso ya da igual).
Para todas las demás opciones, sobre todo si estás queriendo apuntar alto, a los llamados tope de gama, el Suunto 9 Baro Titanium es un dispositivo que no puedes obviar y que deberías considerar muy mucho si primas la precisión y repetibilidad de las mediciones, si quieres que sea robusto y duradero, si primas la fiabilidad de las mediciones y que todo lo que te ofrezca te lo dé con garantías, si quieres poder tener infinidad de modos de deporte y campos para visualizar…
Y si te has sentido identificado en el párrafo anterior y eres aficionado al trail running y te gusta la larga distancia, no considerar el Suunto 9 Baro Titanium sería delito.
«Vale, entendido, Morath, si yo ya tengo un Suunto 9 Baro, ¿me merece la pena pasarme al Suunto 9 Baro Titanium?».
Pues, sinceramente, no, salvo que tengas el capricho de tener un reloj unos gramillos más ligero acabado con bisel de titanio, cristal de zafiro, un diseño un poco más austero y minimalista y una correa de nylon que también puedes comprar como accesorio y ponérsela a tu reloj actual.
A todos los efectos, salvo lo que acabo de comentar, la versión ‘estándar’ del Suunto 9 Baro y la ‘Titanium’ son análogas, van a darte las mismas funcionalidades, rendir igual… Así que creo que no merece la pena hacer ese teórico upgrade.
Ahora, si eres un antiguo Suuntunero que, por la razón que fuera dejó de confiar en ellos, si nunca has tenido un Suunto y necesitas un reloj que se centre en el tema deportivo y que sea crème de la crème, si estás un poco cansado de que, a pesar de tener mil funcionalidades en tu reloj no utilices ni la mitad y, de las que usas, no todas vayan todo lo bien que te gustaría… Entonces, sigue leyendo porque lo mismo vuelves a sacarte el carné de fan de esta casa finlandesa.
Es más, incluso si lo que tienes es un flamante Suunto 7 y no le sacas todo el partido que esperabas a las funciones de reloj inteligente pero sí le echas en falta un poco más de potencia en la parte deportiva, necesitas más duración de la batería o algunas métricas como la del VO2 Máx… Piénsate la opción de dar el salto al Suunto 9 Baro Titanium o, por qué no, añadirlo a tu kit, que ya sería la repanocha aunque eso requiere hacer una buena inversión de dinerito, está claro.
Una vez hecha esta mega introducción o justificación, vamos a intentar hacer un repaso general por el protagonista de este artículo porque creo que, si nos centramos solo en las novedades puras y duras que han coincidido con su lanzamiento, quedaría un poco coja la cosa ya que no todo el mundo seguimos al detalle cada uno de esos cienes y cienes de pequeños grandes pasitos que ha ido dando Suunto en los últimos dos o tres años.
El Suunto 9 Baro Titanium al detalle:
El Suunto 9 Baro Titanium es la versión tope de gama de la marca finlandesa, el full equipe por decirlo de algún modo, un peluco con una pantalla de cristal de zafiro de unos 43 milímetros, de los que se aprovechan alrededor de 34 milímetros que lo llevan hasta los 50 milímetros de diámetro o 53 milímetros si contamos con lo que sobresalen los botones.
Los botones son tres, todos ellos en la parte derecha, con bastante buena respuesta y que seguro acabas utilizando muy a menudo a pesar de que la pantalla es táctil.
A pesar del tamaño que tiene, el peso es bastante contenido, unos 45 gramos la unidad en sí misma que se va a unos 66’3 gramos con la correa mediana o un gramete más si le ponemos la grande.
Si lo comparamos contra el Suunto 9 Baro ‘normal’, le da un buen bocado, de unos 14 gramos, que son prácticamente mitad y mitad por la correa y por la propia unidad. Si la comparación es con el Spartan de Titanio, también sale ganando porque aquél pesaba unos 74 gramos a pesar de estar titanizado.
La correa, que viene por duplicado en talla mediana (13’5 centímetros y grande 16’5 centímetros) es uno de los grandes reclamos de la marca, de nylon hipoalergénico, hiperresistente, que no coge sudor ni olores, virtualmente irrompible… Pero que, como no cede nada, puede notarse un poco menos práctica que una de silicona. También puede ser un poco engorroso lo de las tres presillas metálicas, sobre todo a la hora de apoyar la mano en la mesa mientras tecleas en un ordenador o escribes.
No obstante, cuestión de gustos y preferencias de cada uno porque hay algunos que incluso prefieren una metálica o de velcro pero, para mí, donde esté una de silicona, que se quiten las demás, aunque pese un poquito más que la que trae de serie.
Hablando de roturas, virtualmente irrompible todo él y, además, he podido comprobarlo en persona porque, sin buscarlo, le he metido dos buenos toques contra el palo de señales (fortuitos, por supuesto) y, como si nada, ni una sola marca ni en el cristal, ni en el bisel, ni en la propia carcasa, aunque creo que ahí no ha dado golpe.
Y, como eso es un tanto subjetivo o con una estadística sobre una muestra de «n=1», tomad como referencia que, según dicen, han sido capaces de pasar con él las exigencias del estándar militar [MIL-STD-810] de los Estados Unidos. No los conocía pero, por lo que he leído, no son moco de pavo lo que piden así que asumo que, si han aprobado esos exámenes, aprobarían todos los que yo le pudiera hacer.
La verdad es que a nivel de diseño, Suunto siempre deja los relojes bien majos y, en este caso, los ha simplificado al máximo, haciendo gala de un estilo muy austero y, como dicen ellos, minimalista, que personalmente me encanta.
Por supuesto, además de las muchas opciones que hay en la web, se pueden personalizar algunas ediciones o lanzan el programa periódicamente pero creo que los dos que vienen de serie son, per sé, suficientemente estilosos como para dejarte casi sin palabras.
El precio de salida está en 599€, 100 euretes más que la versión normal pero, teniendo en cuenta que lleva una correa teóricamente mejor, que se vende como accesorio por 69€ si se quiere comprar aparte y que cambian prácticamente toda la estructura de la carcasa, bisel y cristal, pues no parece descabellado, al menos si lo ponemos frente a frente con el precio que tienen los bicharracos de otras marcas.
La carga de la batería se realiza con el mismo tipo de cable que se une a la trasera de la unidad con un imán, funciona bastante bien y carga bastante rápido.
Diría que el uso de batería ha mejorado desde que probé en su día el Suunto 9 y que incluso teniendo activado el seguimiento de frecuencia cardíaca diario, el consumo es significativamente menor que en aquel primer dispositivo además de ser menor durante las actividades.
Aquí es donde, además, encontramos una gran innovación, el modo tour, que es capaz de alargar hasta las 170 horas de la actividad deportiva… O eso dicen porque no lo he comprobado en persona ya que me niego a estar siete días seguidos correteando por ahí.
Por supuesto, se mantienen los otros tres modos predefinidos de uso de batería al que se podría sumar un cuarto si consideramos que podemos personalizar determinados parámetros.
Esa brutal autonomía de 170 horas del modo tour hay que matizarla un poco porque no va haciendo mediciones continuamente como hace incluso en el ultra (que llegaba hasta las 120 horas) sino que, cada 60 minutos, se activa, marca la posición en la que se encuentra y se vuelve a dormir, sin hacer ningún tipo de inferencia de la ruta que se ha realizado entre dos de esas tomas.
Si quisiéramos tomar una referencia antes de ese tiempo, no habría más que marcar un lap y, tras la toma, volvería a dormirse durante esos 60 minutos. La verdad es que un modo especial, solo para determinados casos (por ejemplo, travesías) pero, como idea, la verdad es que está genial y seguro que van encontrándole nuevos usos o haciéndole mejoras.
De toda formas, para mí, hablando de posicionamiento es el funcionamiento del FusedTrack, capaz de generar el track de por dónde has ido pasando casi con la misma precisión que otros dispositivos sin necesidad de tirar del GPS como tal continuamente.
Lo que hace es, de manera muy resumida, reducir el número de veces que toma esa medida del GPS, que es una de las cosas que consumen mucha batería para, entre tomas de posición, ir estimando ese track mediante los otros sensores que incorpora: brújula (previamente calibrada), acelerómetro y giróscopo.
Si quieres ir a por él y volverlo majareta, lo consigues con relativa facilidad haciendo giros y cambios de dirección continuos y rápidos pero, a poco razonables que sean esos movimientos, el track prácticamente te lo clava y, como decía antes, en algunos casos, sin nada que envidiar al de otros muchos dispositivos.
Y lo que me parece increíble es cómo funciona cuando, por la razón que sea, te quedas sin cobertura como en un túnel porque, ay, amigo, ¿ahí cómo mides si no ves los satélites? Pues nada, el Suunto 9 Baro Titanium sigue clavándolo porque tira de esos tres sensores, le da igual no tener satélites a la vista.
De agradecer que ofrezca conectividad prácticamente con cualquier sistema de satélites (algo que no suelo tocar, me quedo con el que viene por defecto, pero se puede cambiar fácilmente desde el reloj) y a las ya habituales navegaciones por rastro de migas y rutas precargadas se han añadido la de puntos de interés (PDI) y la de mediante giros con Komoot a la que se le está dando mucho bombo porque era algo muy demandado.
Se habla mucho de la navegación con Komoot porque es el estándar de facto pero, en el fondo, es más bien la navegación mediante puntos de interés porque es lo que en definitiva hace esta aplicación que va colocando esos PDI y te avisa dos veces, una cuando te faltan cien metros y, otra, cuando llegas diciéndote hacia dónde vas a tener que girar, qué punto de interés es, etc.
Por cierto, apenas unos días antes de terminar este artículo, se ha anunciado que la creación de esas rutas con giros se podrá crear directamente en la Suunto App en vez de tener que andar montándola en Komoot para luego cargarla.
¿Veis por qué os decía que estaban mejorando mucho y muy bien los de Suunto? Es muy de agradecer que hayan dado ese paso adelante, que escuchen tanto al usuario y, sobre todo, que hayan decidido ponerse el mono de trabajo también con la comunicación y explicación de sus funcionalidades, algo que antes quedaba muchas veces oculto y que no llegaban a conocer muchos usuarios.
En otros países no sé cómo lo estarán haciendo pero, en España el cambio está siendo como de la noche al día, con el grupo de Facebook, el canal de Youtube y, de hecho, el canal oficial de twitter de Suunto España se ha destinado desde este año exclusivamente para dar soporte y resolver dudas y problemas al usuario de manera pública, algo raro de ver.
El seguimiento de la posición ha mejorado muchísimo en apenas unos años y, hoy en día, hay relojes que son capaces de hacer tracks de muy buena calidad, con pequeñas desviaciones que, incluso cuando se ven en el mapa, son suficientemente buenas para el 99% de las necesidades que tenemos la mayoría y que, aunque nos empeñemos en despotricar, son inherentes a la tecnología, no culpa del dispositivo.
Pues bien, aun teniendo eso en cuenta, me atrevo a decir sin ningún rubor que el trabajo que hace el Suunto 9 Baro en este sentido es francamente bueno, uno de los mejores que he visto y, en casos como el mencionado de los túneles, bajo cables de alta tensión, zonas de mucho arbolado, etcétera, le da sopa con ondas a la mayoría, incluso a los topes de gama.
Ah, aunque me he centrado en el tema del posicionamiento «en horizontal», gracias al trabajo del barómetro, el FusedAlti, que le permite calibrar ya desde el inicio (en los primeros 10 minutos) la altura a la que se encuentra y los algoritmos que aplica para calcular la altura, ha mejorado mucho las mediciones «en vertical».
Ha tenido algún problemilla esporádico con los míticos picos de sierra pero parece que con las últimas actualizaciones no solo quedan solucionados estos sino que le han hecho subir otro escaloncito y, como se suele decir, prácticamente lo clava. Eso sí, hay que llevarlo en la muñeca izquierda porque, en la derecha funciona un poquito peor por cómo está construido el reloj.
Si pasamos al tema del pulso, el sabor que me ha dejado ya no es tan dulce porque, aun trabajando bien, parece que hay algunos problemas inherentes a la tecnología que no han conseguido minimizar tanto como creo que debería pedírsele a un dispositivo de este calibre.
Sobradamente conocido son los hándicaps que tiene medir el pulso en la muñeca (color de la piel, vello, dónde se coloca el sensor…) y, aunque el sensor del pulso que tiene es bastante bueno, quizá penaliza un poquito el tamaño y peso del Suunto 9 Baro Titanium y la nula elasticidad de la correa.
Las mediciones son suficientemente buenas en la mayoría de las situaciones pero sí que es cierto que, cuando hay mucha vibración, movimientos bruscos o doblamos mucho la muñeca como pasa en la bici, el gimnasio, actividades de estrés metabólico o similares, puedes notar cómo deja de marcar el pulso instantáneo o que la medida que te da no cuadra con lo que mides si te haces tú la toma manualmente.
Ojo, no digo que no mida bien sino simplemente que quizá me esperaba algo mejor, sobre todo después de ver cómo funciona el Suunto 7 aunque, como ese lleva un nuevo sensor, no sería directamente comparable el rendimiento entre ambos dispositivos porque cambia la tecnología.
En cuanto a la App, ya va cogiendo una pinta mucho mejor que la que tenía de inicio y va haciendo que casi se deje de añorar Movescount, al menos, si eres de los que solo usan plataforma móvil porque, si utilizabas ordenador como un servidor, probablemente sigas echando de menos esa opción.
La aplicación es visualmente atractiva, muy fácil y ágil a nivel de usabilidad, la organización de la misma la están dejado muy bien y, si bien es cierto que se le pueden echar en falta algunas funciones, diría que son principalmente de análisis muy detallado y a bajo nivel que, a mi juicio, caen en el paraguas de aplicaciones específicas de entrenamiento y que, para la inmensa mayoría de usuarios, incluso los avanzados, con algo como esta App es más que suficiente.
Además, quien quiera tener ese otro tipo de análisis, como han establecido colaboraciones con otras plataformas, no hay más que enlazarlo y, además de subir a la Suunto App, sube a esa plataforma.
Ojo, no os penséis que es una aplicación burda, ni mucho menos, porque las posibilidades para analizar, desde el detalle de un entrenamiento a las tendencias de estos, ver las cosas desde varias perspectivas, realizar comparativas y rankings para comparar entrenamientos…
Insisto, hay detalles más detalladamente detallados pero que no me diga nadie que no se puede realizar un seguimiento adecuado con lo que ofrece la Suunto App. Lo que no le perdono es lo de que no se pueda conectar con más de un dispositivo a la vez, ¡por favor, solucionad eso porque somos muchos los que tenemos más de un Suunto en casa! (nota: tras hablar con Suunto, nos comentan que vendrá una solución también para esto en los próximos meses, ¡perfecto!)
Poco a poco van incorporando, de manera muy acertada casi siempre, cosas como la información del seguimiento diario de los pasos y pulso, el seguimiento del sueño o, algo que me ha gustado mucho y que se ha incorporado hace poco: el seguimiento de métricas enfocadas a determinar la evolución de la fatiga, estado de forma, etc.
Todo esto se basa en el ‘nivel de estrés del entrenamiento’, el TSS (Training Stress Score) y sus variantes que, si hablamos de actividades sin potenciómetro, será generalmente el TSShr que se mide analizando el pulso cardíaco.
Como requiere tener un histórico de datos para poder inferir algunas métricas, han procesado todo desde el uno de enero de 2021 y, teniendo en cuenta esa información registrada, de muestra unos bonitos y útiles datos en los que puedes ver tu fitness (CTL -Chronic Training Load), fatiga (ATL – Acute Training Load) y estado de forma (TSB – Training Stress Balance) que se calcula a partir de los dos anteriores, comparando cómo has evolucionado en los últimos 7 y 41 días.
No voy a entrar en el detalle del análisis de estas métricas porque es algo que excede al objetivo de este artículo (podéis consultar más detalles en el artículo que ha elaborado la propia Suunto sobre cómo entender y gestionar la carga del entrenamiento con sus dispositivos) pero, visualizando esos datos, desde una perspectiva temporal, viendo cómo van subiendo o bajando, qué picos o tendencias observas, etc., puedes ir viendo, de una forma rápida y sencilla, por dónde van los tiros de lo que estás haciendo con tu entrenamiento.
Por ejemplo, en el siguiente, extraído de mi Suunto App, se aprecia cómo van intercalándose las subidas y bajadas de la fatiga y estado de forma periódicamente, picos y valles que suelen coincidir con momentos en los que, o bien he metido más carga o bien he tenido que darme alguna semanita de «pseudo relax». Lo entrecomillo porque no siempre han sido intencionados o planificados sino que en algún caso se ha debido a altos picos de trabajo en los que, obviamente, he aprovechado para comprobar a ver cómo se comportan las gráficas y cómo reflejan, por ejemplo, una clara reducción de la fatiga… No hay mal que por bien no venga, ¿no?
Otro punto que está cogiendo fuerza paulatinamente es lo relacionado con SuuntoPlus, algo que empezó un tanto tapado, metido como con calzador pero que poco a poco va incorporando funcionalidades más que interesantes por lo que creo que ya va siendo hora de darle la entidad que se merece para que se convierta, si no en una de las funciones estrella de los nuevos Suunto 9, sí al menos como uno de los valores añadidos o específicos que estos dispositivos tienen sobre sus rivales.
SuuntoPlus empezó siendo una especie de entorno (por llamarlo de algún modo) en el que experimentaban con nuevas funcionalidades, generalmente de nicho o dedicadas a cosas muy específicas y que ahora ofrece cosas como el Climb (seguimiento en zonas con desnivel), Safe (coordenadas en las que te encuentras), Loop (marca vueltas automáticas al pasar por un punto concreto), Sprint (para hacer series a pijo sacao), una amalgama de opciones relacionadas con Strava y el esfuerzo relativo…
Se seleccionan en el modo de deporte en el que aplican (típicamente correr, ciclismo, trail running…) y lo malo es que hay que seleccionarlo cada vez o, al menos, yo no he sido capaz de dejarlo seleccionado para que siempre me tome esa ‘aplicación’ (no sé bien cómo llamarlas).
La gente que gusta de la montaña exprime mucho el Climb, a mí me ha gustado especialmente lo del Loop porque suelo hacer mucho entrenamiento en tontódromo, dando vueltas como un hámster a un mismo circuito de entre 2 y 5 kilómetros y he empezado a cacharrear un poquito con las de Training Peaks, para ver qué tal va eso de la potencia, ritmo normalizado, etc.
De momento, sigue quedando un poco ahí escondido y creo que no lo exprimen lo suficiente y que, aunque están trabajando tanto en la comunicación de las funcionalidades, creo que merecía la pena darle un empujoncete o, al menos, tratar de que el usuario de a pie conociera qué es realmente y para qué sirve, que no es solo para geeks de los datos y usuarios avanzados.
Me he saltado la parte de los modos de deporte porque, en esencia, sigue más o menos igual, con cienes y cienes de posibles modos predefinidos que podemos ampliar tanto como queramos, añadiendo pantallas con hasta siete campos con multitud de métricas que van ampliándose poco a poco…
Sobre esa base, se van incorporando todas estas cosas que hemos ido comentando de la selección de los diferentes modos de batería (genial lo de ver antes de empezar cómo afecta a la batería que te queda), la selección de la configuración de los satélites (GPS, Galileo, GLONASS, QZSS, BEIDOU…), tocar opciones del ahorro de energía… La mayoría de ellas se configuran de manera general pero se pueden cambiar al gusto a la hora de hacer una actividad deportiva.
Por cierto, mejora significativa en el inicio de la actividad a la hora de estar preparado para empezar gracias a que, al tener seguimiento del pulso continuo, el sensor de pulso tarda mucho menos que antes en estar preparado.
También se han ampliado las pantallas dedicadas a las estadísticas que hay bajando desde la pantalla principal y que nos permite ver cuánto se ha entrenado, calorías o pasos quemados, el pulso, temperatura, cumplimientos de objetivos, seguimiento del sueño… O una estimación del VO2 Máx y de tu edad deportiva… ¡20 añitos me dice, qué majo es este cachivache!
Emmm, la verdad es que si tuviéramos que ver con un mínimo de detalle las cuasi infinitas funciones que ofrece el Suunto 9 Baro Titanium, este artículo sería cien veces más extenso de lo que ya es y se convertiría prácticamente en un manual de uso alternativo, lo que me parece que tendría poca utilidad por lo que, si os parece, como creo que ya hemos visto lo que me han parecido los principales aspectos, pasamos ya a las conclusiones y opiniones finales y, si queréis que comentemos algo con mayor detalle, tenéis dudas o lo que sea, nos lo planteáis en la sección de comentarios y lo vemos.
Concluyendo:
El Suunto 9 Baro Titanium no es un nuevo dispositivo de la marca finlandesa, no supone un salto cualitativo importante respecto al Suunto 9 Baro «normal», sino que únicamente introduce ciertas mejoras en cuanto a los acabados y materiales, pero sí representa un hito importante en el camino que está realizando últimamente Suunto y creo que merece, por méritos propios, estar en la lista de candidatos de la mayoría de los deportistas que sepan apreciar un buen dispositivo electrónico deportivo.
Es muy completo, unas de las mejores opciones que hay en la actualidad para quienes primen la fiabilidad, necesiten una batería de larga duración, medidas con una alta precisión y repetibilidad… Que, ahora sí, recibe el apoyo de una plataforma de visualización, gestión y análisis de datos que está a un nivel ligeramente inferior pero suficientemente notable.
Si a esto le sumamos que están ahora mismo a tope, poniendo toda la carne en el asador con todo este ecosistema, lo que está saliendo ahora mismo y lo que sabemos que va a salir a corto y medio plazo, ya tenemos todo lo necesario para tomarnos muy en serio esta propuesta de Suunto y la garantía de que va a ser una inversión que raro sería que no mereciera la pena.
Me parece que es una especie de golpe encima de la mesa y un recordatorio para todos aquellos que pensaban que Suunto había tirado la toalla y estaba poco menos que acabada.
El salto que han dado en los últimos dos años es enorme, con pasos muy bien dados y con poco que reprocharles más allá de un mayor ritmo de lanzamientos y evoluciones, algo que hacemos todos siempre porque a todos nos gustaría que nos dieran más cosas y más rápido, en todo, está claro.
Por lo tanto, reitero lo que he dicho al inicio de este artículo y al principio de este apartado: el Suunto 9 Baro Titanium es un bicharraco de mucho cuidado, está muy bien pensado, diseñado y desarrollado, se soporta sobre un ecosistema muy potente, amplio y que ofrece muchísimo más de lo que necesitamos la mayoría de los usuarios y, una de las cosas que más me gustan, además de lo dicho de que todo lo que hace lo hace bien, es que las previsiones sobre él a corto y medio plazo parecen francamente buenas.
Así que, igual que cuando ha tocado le he echado la bronca a Suunto, creo que en esta ocasión no me queda otra que felicitarles. ¡Buen trabajo!
Podéis encontrar el Suunto 9 Titanium en la web de Suunto.
Muy buena rwview, muy completa. Ando buscando cambiar mi antiguo Suunto y por lo que parece voy a quedar igual de contento que cuando compré el ambit3 peak. Esperaré a ver el S9 Peak y me decidiré.
Gracias, Andrelo75, me alegro de que te haya gustado el artículo.
Lo de esperar o no ya es cosa de cada uno, de lo que necesites y demás pero, si vas pensando en Peak y no te corre prisa, esperaría un poquito para seguir con Peak.
Hola,
La App Suunto link me pide software 10.13 o posterior hasta hace poco funcionaba estupendamente, me da «Critical Error» .Mi MAC con sistema operativo El Capitán 10.11.6 ya no admite mas actualizaciones. Que hago?
Lluís, no te he entendido ni media de lo que pones en el mensaje, lo siento.
De todas formas, si es tema MAC, no tengo ni la más mínima idea porque no tengo, ni he tenido ningún Apple así que me temo que tendrás que escribir al soporte técnico de Suunto.