Con el frío toca abrigarse y taparse bien y, aunque haya por ahí mucho “chicarrón del norte” que gusta de ir con las piernas al aire por más frío polar que haga, dicen los que saben que es mejor ir “de largo”.
De todo hay en la viña del señor y hay quien sigue poniéndose chandals y pantalones holgados para correr (y encima defendiéndolos como “buenas prendas para correr”) pero, sin ninguna duda, para esto del running, lo mejor son unas buenas mallas así que aquí nos tenéis, presentándoos las Mallas Largas Hollow Fibre Light de ASA (Active Sport Apparel) que, como vamos a ver en esta prueba a fondo, presentan algunas cosillas interesantes y diferenciales como el hecho de ser tremendamente ligeras, dan la sensación de que se va sin nada puesto…
Cómo son
El tejido base de estas mallas es el polipropileno de fibra hueca (80%) y el resto lo completa la poliamida (15%) y el elastano (5%).
Igual que en el boxer largo, que analizamos hace unos meses, en la composición no hay presencia de carbono, algo que sí que veíamos en la camiseta de manga larga que estuvimos analizando hace poco y que es lo que determina que estas prendas para el tren inferior estén ubicadas en la gama Hollow Fibre Light.
Sin embargo, que nadie se piense que el hecho de que tenga o deje de tener este compuesto hace que rinda más o menos porque cualquiera de las prendas de ASA que estamos probando tienen un nivel de calidad altísimo.
Los que conozcáis el boxer largo -o hayáis leído su prueba a fondo-, observaréis que la mitad superior de estas mallas son prácticamente idénticas, que sólo cambia que no están “cortadas” (por algo son largas) y que en la zona delantera empieza un cambio de tejido.
Está disponible en tres tallas (XS, S-M y L-XL) pero nadie debería tener el más mínimo problema para encontrar las de su talla porque son muy elásticas, así que cada una de las tallas cubre un rango muy amplio. Además, aunque queden pegadas a las piernas (como se le supone a unas mallas), no notamos ningún tipo de presión, hasta el punto de que casi es necesario cerciorarse de que las llevamos puestas porque nos sentimos “medio desnudos”. Lo único que notamos es una ligera presión allí donde hay elásticos: cintura, que es bastante ancho (4 centímetros) y cerca de los tobillos con unos 2,5 centímetros, que presionan algo menos.
Todos los elásticos están rematados en forma de dobladillo, con costuras interiores (ocultas en el caso de los de los tobillos) y no presionan nada más que lo imprescindible para que la prenda no se mueva (que no se baje en la cintura a pesar de no tener cordón y que no se vaya subiendo en los tobillos).
Hay que destacar que el elástico inferior, realmente no es sólo la última parte (los poco más de dos centímetros que hemos mencionado) sino que se convierte en elástico prácticamente a mitad de la pantorilla, quedando una zona elástica más resistente y compresiva de unos quince centímetros.
El tejido es tremendamente suave, tanto por el interior como por el exterior, y el único comentario “no positivo” que puedo hacerle es el mencionado otras veces de que es un poco endeble de cara a los enganchones, algo que en las camiseta preocupa menos porque está quizá más enfocada a primera capa pero que en ésta, al ser principalmente capa exterior, puede darnos algún que otro quebradero de cabeza (sobre todo si estamos pensando en usarla para correr por medio del monte).
El tejido es muy calado y transpirable y cede muy bien en todas direcciones con lo que al ser tan elástico, nos envuelve perfectamente sin llegar a presionarnos más de la cuenta en ningún sitio.
Prácticamente toda la prenda está confeccionada con el mismo tipo de tejido, que únicamente cambia de urdimbre (sin presencia de costuras) en las zonas donde se requiere una mayor flexibilidad o transpirabilidad (rodilla, corva, glúteos, “huevera”), toda la “franja” lateral exterior y el gran elástico inferior.
Cómo se comportan…
Como os podéis imaginar, la sensación de comodidad y confort es máxima, y se puede usar como prenda exterior o como prenda interior.
Únicamente la he probado como “prenda única” así que no puedo entrar a valorar cómo se comportan si se utilizan, por ejemplo, bajo unos pantalones de montaña aunque, después de ver cómo me han funcionado las otras prendas de ASA que sí he usado como primeras capas, me la juego sin dudarlo afirmando que funcionan de muerte y que el rendimiento que dan en cuanto a la termorregulación y a la gestión de la humedad tiene que ser tremenda (lo he podido comprobar en las pruebas de la camiseta de manga larga.
Además, con lo poquito que pesan y abultan, pueden ser muy interesantes para llevar para “por si acaso” en las caminatas de montaña, competiciones en ultras o similares, ya que no nos penaliza ni por peso ni por espacio y nos puede sacar de más de un aprieto.
Usándola como prenda única, lo que más me ha llamado la atención es comprobar cómo es posible que con una prenda con la que te sientes “medio desnudo”, tremendamente fina y ligerísima, eres capaz de ir calentito y tiene que hacer mucho frío para que, si vas corriendo, eches en falta algo más contundente.
De la gestión de la temperatura y la humedad ya hemos hablado largo y tendido en las pruebas de las otras prendas así que no me vuelvo a extender sino que creo que es mejor destacar esa sensación de “libertad”, de “no llevar nada” porque, si es algo a valorar mucho cuando te pones unas mallas para correr, lo es más aún si estás pensando en ir ligerito.
Si están bien diseñadas, el hecho de llevar unas mallas largas no te limita apenas los movimientos pero, no sé si por el efecto psicológico o porque realmente tiene incidencia en el movimiento que realizamos, parece que se tiende a ir un poquillo más lento o torpón cuando se va con pata larga.
Sin embargo, con estas mallas largas que no oprimen nada en absoluto, resulta que vas tapado pero sin sentir apenas nada, por lo que te mueves con una agilidad que no llegas a notar con otras prendas (sí, posiblemente el peso también sea menor que el de muchas otras mallas, pero no creo que su impacto sea realmente significativo en esto que estoy comentando).
En cuanto al rango de temperaturas, las veo muy buenas rangos intermedios-frescos (digamos que por debajo de los 10ºC). Dependiendo de lo machotes que seamos y de la actividad, llegan sin problemas a dar servicio por debajo de los 0ºC y la ventaja es que, si estamos en entretiempo, aunque suba un poco la temperatura o nos estemos dando un calentón de los buenos, no nos vamos a achicharrar y que, llegado el caso, siempre podemos “convertirla” en malla pirata, tirando ligeramente del elástico hasta la zona de la corva y haciéndole una pequeña doblez hacia abajo (este “truco” no está patentado así que podéis usarlo sin miedo a posibles denuncias por violación de patente).
Usuario Tipo
Perfectas para todo aquél que quiera unas mallas largas versátiles para entretiempo, suaves, que queden ceñidas al cuerpo sin llegar a agobiar y que permitan una libertad de movimientos absoluta ya que ni se notan que las llevas puestas.
A tener muy en cuenta como prenda interior para, por ejemplo, caminatas por la montaña, competiciones en ultras o similares salvo si van a ser prenda exterior y la vamos a meter por zonas donde puedan sufrir enganchones.
Precio: 38 €.
No me cansaré de decirlo: ¡¡¡tremendas las prendas de ASA!!!
La calidad de los acabados es muy alta, son ligerísimas, es como no llevar nada puesto y funcionan genial con un rango de temperaturas muy grande lo que las hace muy versátiles.
Después de haber seguido usando mucho estas mallas, son de lo mejorcito que tengo para el entretiempo (cuando las temperaturas no son demasiado frías pero, por la razón que sea, quiero llevar mallas largas).