La adidas Ultraboost merecía un artículo retrospectivo más que cualquier otra zapatilla de los últimos veinte años y es que este modelo, recién renovado, ha cambiado la historia no solo de las zapatillas de running sino del calzado deportivo y lifestyle en general, se ha convertido en un icono que perdurará muchos años y, sobre todo, dejará una huella imborrable en la historia de las zapatillas.
Como anteriormente ha ocurrido con alguno de los modelos más icónicos de la marca de Herzogenaurach como pueden ser las Stan Smith, las adidas Superstar, las Gazelle o las SL 72, la Ultraboost nació para ser una zapatilla de rendimiento, lo mejor que la marca alemana podía ofrecer para un deporte concreto en ese momento y creedme si os digo que cuando adidas se propone hacer algo enfocado al rendimiento, suele hacerlo muy bien. La adidas Ultraboost no fue una excepción: tanto fue así que en la prueba que realicé en 2015 dije que era la mejor zapatilla que me había calzado.
Esa afirmación, en boca de alguien como yo que ha probado miles de zapatillas no se hizo de cara a la galería, la adidas Ultraboost se diseñó para ser la mejor zapatilla de running que se había visto hasta el momento y, como ya sabemos, esto depende mucho del corredor.
Pero, sin lugar a dudas, lo que ofrecía la adidas Ultraboost en cuanto a materiales, innovación, geometrías y amortiguación era algo inaudito, tanto que supuso un salto enorme y una revolución en el mundo del running y, por extensión, en el de las zapatillas deportivas.
Ha habido algunos saltos así en la historia, por ejemplo:
- Cuando se inventaron las Plimsoll.
- Cuando Spalding empezó a vender sneakers.
- Cuando Converse diseñó las Chuck Taylor.
- Cuando empezaron a utilizarse zapatillas de cuero (en vez de tela) para jugar al baloncesto.
- La aparición del Nike Air.
- Las zapatillas de estabilidad.
- Los materiales de amortiguación de los años 90 (Hexalite, Gel..).
Pero, desde el año 2000, no habíamos tenido un avance considerable en el calzado deportivo: se seguían utilizando materiales de EVA, refuerzos cosidos y, aunque aparecían algunas tecnologías ocasionales, no lograron romper el mercado.
En 2013 apareció el Boost y fue una pequeña revolución dentro del segmento del running pero no fue hasta enero de 2015 con la presentación de las primeras Ultraboost cuando adidas revolucionó el mercado juntando una silueta atractiva con la mayor cantidad de Boost vista hasta la fecha, Primeknit y una amortiguación a años luz de lo visto hasta ese momento.
Como ha pasado siempre con las zapatillas históricas (algunos ejemplos hemos nombrado como las Stan Smith, las Nike Cortez, las adidas Superstar, las Nike Air Max 90, Vans Sk8…), son modelos que las marcas crean para un deporte pero que traspasan las barreras de esa disciplina y se convierten en un icono de moda.
Esto es algo que sucede sin ser forzado y que suele desencadenar algún cantante o actor/actriz famoso del momento cuando aparece con algún modelo calzado en los pies. Las adidas Superstar con los Run Dmc, las Nike Cortez con Farrah Fawcett y, en el caso de las adidas Ultraboost, fue Kanye West quien impulsó esta nueva tendencia de utilizarla como zapatilla para vestir por su silueta y su comodidad.
Para situar a los lectores, hay que decir que hasta el momento hay siete versiones de la adidas Ultraboost:
- Las primeras cuatro ediciones de la adidas Ultraboost formarían el primer segmento o generación ya que comparten silueta y elementos geométricos.
- Después llegaron las adidas adidas Ultraboost 19 y adidas Ultraboost 20 que también forman el segundo grupo.
- Y en 2021 hemos visto la nueva renovación y último modelo hasta la fecha, las adidas Ultraboost 21.
Primera generación: adidas Ultraboost 1, 2, 3 y 4
Como digo, la adidas Ultraboost se mantuvo en unas líneas generales comunes durante cuatro años, si bien es cierto que se retocaron algunas cosas en este tiempo y hubo modelos paralelos interesantes.
La primera adidas Ultraboost debutó con un chasis curvado completamente de Boost. El Boost es un poliuretano termoplástico diseñado por la empresa alemana BASF (BadischeAnilin & Soda-Fabrik) que patentó un proceso por el cual cogían una serie de perlitas de TPU (básicamente miles de bolitas duras de plástico) y, con un proceso de inflado en un molde, consiguió que se inflasen hasta un punto en el que se convertían en pequeñas «pelotitas de goma», uniéndolas y formando la mediasuela de la zapatilla.
Este material se conoció internamente como Infinergy y revolucionó el mercado deportivo ya que era mucho más blando que la EVA con la que se hacía el calzado deportivo.
Estamos hablando de que una EVA en 2015 solía tener unos 55º de dureza de media en zapatillas de running y el BOOST/Infinergy ofrecía una dureza de 45º, casi un 20% más blando de lo visto hasta el momento. Pero no solo eso sino que la capacidad de resiliencia del Boost era mucho mayor: era capaz no solo de recuperar su forma antes y así ofrecer más rebote sino que mantenía sus propiedades durante muchos más kilómetros.
Además, adidas supo integrar dos de sus tecnologías más famosas: el Torsion como sistema de rigidez estructural e impulso y el PrimeKnit, material novedoso pero increíblemente confortable y elástico. Asimismo todo pasó por el sistema de la NASA Aramis que estudia el comportamiento de los materiales en situaciones de estrés y tensión, algo importante en una zapatilla de running para garantizar la durabilidad, el confort y el rendimiento, tecnología punta en upper y mediasuela.
Todo eso, unido a una geometría curvada y muy novedosa para la época, hizo que cualquiera que se calzaba una Ultraboost se enamoraba y, lógicamente, rompió los límites del calzado deportivo para convertirse en un icono de la moda actual.
La adidas Ultraboost 2 ya fue un modelo establecido. adidas sabía que todos los elementos que la componían daban resultado y fue un modelo de consagración y que tuvo algún color muy demandado como las Triple Black ya que era la primera vez que el Boost aparecía en otro color que no fuese blanco.
La adidas Ultraboost 3 cambió un poco el upper, era algo más grueso y aumentó el número de colaboraciones, entre ellas una de las más importantes en el devenir futuro del modelo y de adidas, la adidas Ultraboost Parley en colaboración con la empresa que recoge plásticos de las costas creando con ello un poliéster que se empezó a utilizar en los PrimeKnit de las Ultraboost a partir de ese momento.
La adidas Ultraboost 4 fue un modelo que combinó lo mejor de los tres anteriores: fue el epítome de esta primera generación y la base para futuras Ultraboost como las ADN, que siguen saliendo a la venta en 2021 con esta silueta.
Durante esos cuatro años en los que se mantuvo más o menos la silueta dentro de los mismos parámetros, adidas fue retocando algunos elementos de la zapatilla: se le aplicó a los pocos meses una suela de caucho Continental y se le cambió un poco la geometría del taqueado ya que la primera Ultraboost se desgastaba pronto, lo que solucionó ese pequeño problema y la hizo mejor para correr en mojado y en tierra.
Cualquier aficionado a las zapatillas o cualquier runner se habrá dado cuenta desde hace unos años a esta parte que la aparición de nuevos materiales y modelos en las marcas ha sido una auténtica locura, casi hay que hacer un máster para estar al día de los modelos y tecnologías que cada mes llegan al mercado; pues toda esa locura de materiales viene del éxito y del salto tecnológico que supuso el Boost y la Ultraboost como su máximo representante.
Poco después del brutal éxito de la adidas Ultraboost empezamos a ver cómo otras marcas comenzaron a crear materiales a base de plásticos, principalmente TPU (Puma, Brooks, Saucony, Joma…) y, más tarde, cómo otras marcas probaban con materiales basados en el nylon (Nike, BMAI, Reebok, ASICS) y es que a todos les pilló a contrapié el lanzamiento, éxito y rápida expansión del Boost. Todos querían montarse en el nuevo caballo ganador y la nueva revolución a la que adidas había dado el pistoletazo de salida.
El impacto social de la adidas Ultraboost se puede ver en el enorme mercado de reventa de sneakers así como en la cotización de adidas:
- En 17 años, desde que adidas salió a cotizar hasta el lanzamiento de las Ultraboost, la acción de adidas se revalorizó un 50% y durante esos 17 años las burbujas bursátiles de 2001 y 2008 apenas se reflejaron en la acción de la marca alemana.
- Desde 2015 hasta hoy, adidas se ha revalorizado un 370%. No es que la Ultraboost sea la culpable de esto ya que adidas ha tomado muy buenas decisiones, pero la principal ha sido el lanzamiento del Boost (siendo la adidas Ultraboost el buque insignia de este material).
Tanto es así que adidas se vio sobrepasada por la demanda y se creó un cuello de botella respecto a su capacidad de fabricación. Para que os hagáis una idea de la demanda en ese momento, adidas representaba un 1% del mercado de reventa de sneakers en USA (Nike y Jordan se lo comían todo) y, cuando se lanzó la Ultraboost, en el primer año pasó al 20% y en 2016 al 50% del mercado de reventa.
Tanto fue el éxito que diez de las zapatillas más vendidas en el principal portal de reventa fueron adidas Ultraboost, y más del 90% de las adidas Ultraboost se vendieron por más de su PVP: la media de revalorización de una adidas Ultraboost era del 50% y la media de precio por el que se vendían era 290$.
Al ver adidas el éxito en el mundo de la moda, solucionó ese pequeño problema de producción e inundó el mercado con Ultraboost, hundiendo la reventa, lo que hizo que la zapatilla fuese más asequible para el público. Sin embargo, no dejó el segmento de moda abandonado y creó ediciones especiales en colaboraciones con diseñadores afamados (Ronnie Fieg, Stella McCartney, BAPE, HYPEBEAST), con tiendas de culto (Sneakersnstuff, Kith…) o incluso con franquicias de cine y TV como Star Wars, Juego de Tronos o Toy Story.
Aparecieron siluetas y variantes interesantes como adidas Ultraboost Uncaged, adidas Ultraboost ATR, adidas Ultraboost Laceless, adidas Ultraboost DNA o modelos específicos para las mujeres con unas formas muy llamativas como las adidas Ultraboost X.
Últimamente hemos asistido a una pequeña fiebre de híbridos que utilizan o bien el upper o la mediasuela de la Ultraboost para dar vida a modelos como adidas Ultra 4D, adidas ACE+, adidas Tango, adidas Predator Ultraboost… Toda una serie de zapatillas que engrandecen el aura de un modelo que ha influido como ninguno en su deporte y en el mercado de las sneakers.
Segunda generación: adidas Ultraboost 19 y adidas Ultraboost 20
En 2019, todas las marcas estaban trabajando en I+D para ponerse a la altura y empezaron a aparecer compuestos y zapatillas muy interesantes. adidas decidió que era hora de darle un giro de tuerca a la Ultraboost y hay que reconocer que lo hizo siempre pensando en el rendimiento deportivo: la Ultraboost siempre ha sido una zapatilla por y para el running que, además, es muy querida en el mundo de la moda.
Pues bien, adidas pensó que había que retocarla un poco y lanzó la adidas Ultraboost 19, con un 20% más de Boost, ahí es nada. Además, era una zapatilla más enfocada al corredor popular de ritmos medios o lentos, el nicho del público de la Ultraboost: se retocó el upper ligeramente, la suela tenía un taqueado más grande y polivalente y se convirtió en una zapatilla más duradera, estable y enfocada a corredores talonadores.
Los nuevos cambios en la estructura de la adidas Ultraboost 19 la hacían algo más voluminosa pero seguía siendo atractiva en cuanto a imagen y ahora era una zapatilla menos exigente con la fascia y el Aquiles, algo que tanto corredores como gente que solo la quería para uso cotidiano agradecieron.
Igualmente se intentó deconstruir y simplificar el diseño de la zapatilla: se redujeron las piezas que formaban la zapatilla y se enfocaron en cuatro principalmente (Tuned Torsion, Boost, PrimeKnit 360 que envuelve el pie totalmente y 3D Heel Counter), incluso el aspecto que se le dio al upper era de zapatilla deconstruida, con un panel lateral transparente y un upper en «crudo».
En esta segunda generación proliferaron más los colores en el Boost. Hasta este momento el Boost había sido mayoritariamente de color blanco y con ese aspecto corchopan (palabra que se puso de moda en España para denominar al Boost chistosamente), pero Adidas logró aplicarle más colores de todo tipo al Boost en esta segunda generación, tanto es así que la primera adidas Ultraboost 20 era un modelo en colaboración con el laboratorio americano de la estación espacial y presentaba unos colores iridiscentes muy llamativos en su gama de colores inicial.
Con la adidas Ultraboost 20 apareció otra versión en colaboración con Stella McCartney, zapatillas siempre muy valoradas por las mujeres, y también vimos colaboraciones con James Bond o la NASA.
Una de las principales cosas interesantes que presentaba la adidas Ultraboost 20 es que su Primeknit contaba con una buena parte de materiales reciclados. adidas tiene una hoja de ruta para los próximos años en los que pretende ir aumentando progresivamente la cantidad de material reciclado con el que se fabrican su ropa y zapatillas y la Ultraboost es un poco una abanderada de este proyecto que viene bajo las etiquetas Prime Blue y Prime Green.
Tercera generación: adidas Ultraboost 21
Hace apenas unas pocas semanas adidas presentaba la nueva silueta de la Ultraboost, la tercera generación y la séptima renovación del modelo.
Ha sido una pequeña revolución, especialmente estética ya que el impacto de su silueta no deja indiferente, esta adidas Ultraboost 21 tiene un chasis curvado muy marcado que se hereda de la nueva tendencia en el mundo del running de reducir el esfuerzo del corredor haciendo que la zapatilla trabaje al máximo por él.
Esta nueva adidas Ultraboost 21, que ya hemos analizado a fondo, trae elementos nuevos muy importantes como el sistema L.E.P (Linear Energy Push), una especie de Torsion diseñado especialmente para reducir el esfuerzo que el corredor hace en la última fase de la pisada y ofrecer más pegada para que la zapatilla sea más ágil.
Además se le ha añadido un 6% más de Boost, repartido principalmente en los laterales de la mediasuela. La adidas Ultraboost 21 es más ancha y mucho más estable, cuenta con Boost que se eleva lateralmente dando soporte a la plantilla y al calcáneo para que el corredor mantenga la sensación de estabilidad en todo momento incluso teniendo un talón tan biselado y redondeado.
Sigue manteniendo una comodidad envidiable que la sitúa (nunca lo abandonó) en la cumbre dentro de las zapatillas amortiguadas para correr. Esta adidas Ultraboost 21 es algo más pesada pero a cambio tenemos una dinámica no solo más fluida ayudada por el chasis y el sistema L.E.P, sino que se adapta mucho mejor a las diferentes formas de aterrizar de los corredores.
El upper es todo PrimeKnit, que esta vez se nota algo más fino y ventilado, con zonas elásticas y otras de contención y con un 92% de fibras de poliéster reciclado ya que es un PrimeKnit Prime Blue.
Otros cambios interesantes se dan en los paneles laterales donde vemos las franjas de adidas. En esta adidas Ultraboost 21 no van sujetos al chasis para que no haya posibilidad de rozaduras o que a alguien le pueda oprimir, de esta manera se amolda a la forma del pie del corredor de manera más natural, tanto en estático como en dinámico.
La suela ha cambiado el diseño clásico Stretch Web que compartían todas las versiones anteriores y se ha optado por combinar caucho cristalizado y caucho normal, siempre Continental, con diferentes durezas para dar durabilidad, agarre y adherencia zonal según donde se necesite una u otra cosa. Creo que es más duradera que las versiones anteriores aunque en tierra agarra un poquito menos.
La adidas Ultraboost está aquí para quedarse muchos años, es un emblema de la marca de Adi Dassler y estoy seguro de que dentro de veinte o treinta años veremos reediciones de todas estas Ultraboost como ha ocurrido con las Gazelle o las Stan Smith dado el impacto tremendo que ha tenido, tanto en el deporte como en la moda.
Espectacular artículo!!!
Hagan uno de las historia de las Pegasus!!!
Puff desde el 83 aquí hay pars aburrir
Yo, sin embargo, creo que adidas se equivoca con los últimos cambios que ha introducido en sus zapatillas de entrenamiento, ya sea la UB o la línea Solar. No consigue quitarles peso y cada vez son más firmes de amortiguación. Antes pesaban, pero al menos eran cómodas.
Ahora con materiales como el React, el Zoom X, el Fresh Foam X, etc., tienes comodidad, reactividad y ligereza, así que para mí no tiene sentido seguir con adidas.