Si alguien te pide que pienses en un antiinflamatorio natural que te puedas aplicar en forma de aceite o crema, lo más probable es que te venga a la mente el árnica que, en realidad, es un género que aglutina a unas treinta especies.
Es uno de los remedios naturales más apreciados porque en sus flores se han llegado a identificar unas 150 sustancias activas: flavonoides, carotenos, resinas, aceites esenciales naturales, ácido silícico… Muchas de estas sustancias desempeñan funciones básicas en la formación y conservación de tejidos y estructuras del cuerpo humano (piel, tendones, ligamentos, etc).
Sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias se conocen, al menos, desde el siglo XII y no sólo se ha utilizado en procesos inflamatorios debidos a contusiones (el típico golpetazo contra algo) sino que también se recurre a él en procesos más continuados o crónicos (por ejemplo, reúma). De hecho, hasta se le han descubierto propiedades antisépticas y se está estudiando como estimulador del sistema nervioso (aunque aún no se ha concluido nada claramente contundente respecto a estos últimos usos).
En Weleda, recurren al árnica en su Línea Sport y están tan comprometidos con esta sustancia que se han unido con el WWW (World Wildlife Fund) para colaborar en proyectos de conservación y sostenibilidad en los Cárpatos (Rumanía).
Weleda se ha especializado en productos Naturales y BIO (forman parte de NATRUE) y, aunque gran parte de ellos están enfocados a temas cosméticos, disponen de una línea Sport y, aun en el caso de aquellos que no pertenecen a esta línea, pueden sernos de mucha utilidad porque, ¿acaso no notáis mejora en las sensaciones al correr cuando tenéis los pies bien sanos e hidratados?
En este artículo vamos a presentaros dos de los que creemos que tienen aplicación directa (un gel de baño y un aceite de masaje) pero os invitamos a que le echéis un vistazo a su gama de productos porque seguramente encontréis alguna cosa que os pueda interesar (aceites de masaje, leches corporales, etc).
Aceite para masaje con árnica
Dentro de la gama de aceites de Weleda, el que creemos que tiene más aplicación para el deportista es el que contiene árnica por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias que nos pueden ayudar a calmar y relajar la musculatura y, por ende, a estimular la recuperación tras el ejercicio.
Este uso sería pensando en el después pero, por supuesto, también podemos utilizarlo antes de la actividad, para activar la musculatura ya que la relajación que se produce no es de adormecimiento sino más bien de soltar la musculatura. No soy especialmente partidario de utilizar principios activos que produzcan ese relax previo a la competición sino que creo que es mejor al revés y buscar la estimulación pero eso es muy personal y hay a quien le va bien.
Cuando hablamos de geles, cremas y aceites de masaje, generalmente pensamos en la termoterapia pero, en este caso, podríamos decir que es atérmico (si se puede utilizar así este término) o, en todo caso, que tiende a producir un ligero incremento de la temperatura, pero muy poquito. De hecho, diría que si aumenta la temperatura es más por el propio masaje que por los principios activos que contiene.
Como he comentado en la introducción, la clave es el árnica (concretamente extracto la flor de árnica montana, aunque no especifica cantidad) pero también se le ha incluido romero y lavanda que permiten jugar también con la aromaterapia, mucho más clave de lo que algunos piensan. Parecerá un tema baladí pero, sobre todo cuando buscamos la relajación, el tema de los olores es importante y puede ayudar mucho.
En este caso, desprende un olor a madera bastante marcado que contrasta con el típico mentolado que uno se espera cuando piensa en cremas de frío con lo que lo veo más apto para masajes puros y para épocas frías, para aprovechar esa sensación de calidez. En días de calor me lo he puesto tras darme una buena tunda y, aunque se nota ese toque de relajación y te incita a masajearte, una vez que has terminado quizá echas en falta la frescura de un gel frío o un olorcillo a mentol que te anime, por ejemplo, a ponerte unos calcetines de compresión.
No contiene conservantes, colorantes, perfumes sintéticos ni sustancias de origen petroquímico y es apto para veganos.
Viene en un envase de cristal que contiene 100 mililitros, con un tapón con cierre doble para que no gotee cuando está cerrado (bien por Weleda porque es odioso ver cómo se te abren sin querer los botes o cómo dejan de cerrar bien tras tres o cuatro usos). Se abre fácil, sin necesidad de presionar en los lados y se echa fácil porque es un pelín viscosillo, pero mejor hacerlo sin miedo porque si lo inclinas poquito a poco, desliza por el reborde y luego cae por el cristal, dejándolo aceitoso.
Truco: poner el dedo en el agujerillo antes de inclinar el bote, quitar el dedo para que caiga lo que queremos y volver a poner el dedo para que deje de salir y luego ya volver a poner el bote en vertical. De esta forma, no gotea nada por los laterales.
Es de color verdoso, como si fuera aceite de oliva (del espesito, del que huele que alimenta cuando lo echas en un pan recién tostado), ligeramente untuoso y se absorbe muy bien en la piel. Quedan untuosas las manos y la piel, pero no deja sensación de ser grasoso, simplemente lo justo para seguir un rato dándole al masajillo.
Para después de la actividad, va genial porque te puedes vestir sin dejar la ropa manchada y, en el caso de aplicarlo antes no corta en exceso la sudoración. Sí se nota que llevas algo, pero puedes sudar sin demasiados problemas. No obstante, como decía antes, lo veo mejor como aceite para después, para relajar.
Es difícil valorar sus efectos porque no es algo que una vez aplicado haga magia y también es complicado determinar si el efecto que produce es por el masaje o por los principios activos pero las veces que lo he utilizado sí que he notado cierta mejora durante la propia aplicación y estoy casi seguro de que ha seguido trabajando, ayudando a reducir la inflamación post ejercicio.
Cuando más me ha gustado ha sido cuando he vuelto de tundas exigentes con temperaturas frías porque, junto con unos calcetines de compresión suave me ayudan a recuperar también la temperatura y a aliviar algo la «pelota» en que se convierten los gemelos y sóleos. Donde sí me ha gustado mucho ha sido en los muslos porque me permite estar un rato dando automasaje. Lo que menos me gusta, el olorcillo, pero no porque sea malo sino porque no me va ese aire a madera y lavanda pero es una cosa puramente personal.
Si nunca habéis probado un aceite de este estilo, os recomiendo que le deis una oportunidad porque seguramente os sorprenda. Además, aunque no hiciera efecto, simplemente por el hecho de obligaros a daros un poco de masajillo y a hacer un poco de estiramientos y movilizaciones ya estaría suponiendo una mejora en vuestra rutina de vuelta a la calma.
Gel de ducha Sport con árnica
Complementando al aceite de masaje, que es el formato más típico para la aplicación del árnica, en Weleda han desarrollado un gel de ducha que también lleva este ingrediente.
Se comercializa en botes de 200 mililitros y es un gel muy suave, bastante líquido para ser un gel y apenas hace espuma aunque deja una sensación de limpieza muy buena.
Quien guste de geles que prácticamente podrían servir para un baño de espuma, que se olvide pero los que valoren esa sensación de sentir la piel suave y limpia como la de un bebé, seguro que lo disfruta.
Aquí me surge un dilema porque entran en juego los temas aromáticos ya que el tono de madera que desprende por la mezcla de árnica, romero y lavanda pueden saturar un poco, al menos, a quienes prefieran geles sin olor o geles frescos. De hecho, pensando en el posible uso antes de salir a la calle, creo que sería mejor que fuera inodoro. Es un tema menor pero que, en este último caso puede hacer que te plantees utilizarlo porque se puede pisar con el olor de la colonia o perfume que vayas a utilizar.
Lo que es innegable es esa sensación de limpieza que teóricamente también prepara a la piel para poder absorber mejor lo que le echemos después que perfectamente podría ser el aceite de masaje con árnica que hemos visto antes.
Es un jabón 100% biodegradable que limpia sin resecar y que se ha trabajado para que no dé problemas en pieles sensibles o atópicas por lo que no debería dar problemas a nadie.
En mi caso, reconozco que para el tema de los geles me suelo fijar únicamente en el aroma y en que deje sensación de limpieza sin tener en cuenta los principios activos que tenga ya que eso lo dejo para las sustancias que me aplico tras la ducha pero este gel de baño de Weleda me ha gustado porque realmente te deja limpito, retirando toda la roña que puedas tener tras una buena carrerita con barro o una sudada de las de aúpa, de las que te dejan una capa de salitre pegada al cuerpo. Tras utilizarlo en la ducha, ale, listo para embadurnarme y masajearme para intentar reparar las heridas de guerra y estimular la recuperación.
Sugerencia: para permitir al árnica actuar un poquito más, aplicar primero el gel en el cuerpo y pasad luego a la cabeza, así permanece el gel durante un tiempecillo y, teóricamente, algo ayudará a relajar.
Hace años usaba este aceite, pero no podia comparar con otros productos que cantidad de arnica llevaba ni que otros aceties tipo romero llevava debido a que no estaba en el etiquetado.
Me puse en contacto con ellos y no me quisieron indicar que ingredientes llevaba, por lo que les tube que recordar que la ley exige a que esten incluidos todos los ingredientes sea cual sea el producto en su envase o producto, a lo que me volvieron a decir que se negaban.
Dicho esto me parece que más que un analisis parece publicidad, que no pasa nada si lo es, de alguna manera os teneis que financiar
Vi ent, soy el responsable del artículo y creo que en ningún momento he faltado a la verdad, que dejo bien claro en todo momento qué puedo comprobar por mí mismo, qué debo creerme de lo que comenta la marca y qué me creo de los estudios que hacen otros organismos o especialistas.
A mí no me financia nada Weleda y escribo con total libertad, sin ningún tipo de censura, nadie me exige que diga o deje de decir y creo que no he faltado a la verdad en ningún momento.
Cuando algo no puedo afirmarlo con conocimiento de primera mano lo dejo bien clarito, del mismo modo que intento dejar claro cuando es algo objetivo o subjetivo.
Si has tenido problemas con Weleda deberías solucionarlos con ellos pero eso no debería motivar que nos pongas en entredicho a ForoAtletismo, a nuestro trabajo.
Siento mucho que te haya parecido un publirrreportaje en vez de un artículo con un análisis del producto, lo siento por la parte que me toca porque, como te decía, soy el que ha escrito el artículo.
Gracias por tu comentario porque es bueno saber que también hay gente descontenta, no sólo para nosotros, sino para la marca.
En ningún momento he dicho que faltes a la verdad, que me parezca más publicidad que uno de vuestros análisis no es lo mismo, es simplemente mi punto de vista, igual que el tuyo es que te he llamado mentiroso cuando no es así.
En cuanto al producto lo que comentaba es que otros ponen claramente que porcentaje de arnica llevan, ademas de otras hierbas o plantas, ejemplo:
Physiorelax Forte 10%
Herbaderma Crema Arnica Extracto glicólico de árnica (arnica montana) 0,8%
Galius Sport 12%
Si me compro un producto por ‘algo’ quiero saber cuanto de ese ‘algo’ contiene, si me engañan en el etiqueta ya es otra cosa. Es como si vas a comprar un coche y te dicen que tiene muchos CV, pero en ningún lado te dicen cuantos y si se lo preguntas te dicen que es secreto, la verdad que me parece tan raro que deje de usarlo, lo cual no implica que sea mejor o peor que otros, pero ese interés en mantenerlo tan en secreto no me daba buena espina.
Ahora ya muestran en el etiqueta la formulación que llevan, se ve que el recordarles la obligación por ley de un correcto etiqueta funciono.
Ahora uso un acetite base de almendras o romero y le echo aceites esenciales de lo que quiera, según sus propiedades.
Dicho todo esto decir que leo los análisis que hacéis porque me parecen interesantes, y en este caso me ha apetecido comentar sin faltar al respeto, cosa que creo que no he echo, si es así, lo siento.
Siento la respuesta anterior Vi ent, quizá la malinterpreté, te pido mil perdones (me dejé llevar por el momento que, al escribir, no era precisamente bueno… debí controlarme ;-D).
Como bien dices, es un análisis «menos a fondo» que el que podemos hacer con las zapatillas pero por la simple razón de que es complicado «medir» algunas cosas, sería necesario tener un laboratorio.
Lo mismo nos pasa con otros productos como p. ej. los de nutrición, donde debemos confiar en la información que teóricamente las marcas han validado y que han pasado por los controles y regulaciones pertinentes (se supone al menos).
Lo de las composiciones, es de traca, no en éste si no en general y, muchas veces, aunque se indique, también induce a error porque ¿cuánto es un 10% de árnica? Es decir, de qué tipo, qué pureza, 10% de qué, …
No te haces idea de los malabares que hay que hacer a veces para «descifrar» las composiciones, casi recuerda a los ejercicios del cole, despejando incógnitas en las ecuaciones (como lo lees, te lo aseguro).
En fin, que el producto no es malo y que, hasta donde he podido comprobar, me parece interesante para quien recurra habitualmente a este tipo de principios activos que, según parece sí tiene efectos beneficiosos. Yo nunca he sido fan acérrimo del árnica pero quizá es porque nunca he dado con un producto que se amolde a lo que uso como sí me ha pasado con otras cremas o geles, que me suelen gustar más que los aceites.
Lo dicho, perdón por el tono de mi anterior comentario y muchas gracias por duplicado: por haber aportado esos comentarios y por haber sido tan correcto en la respuesta.
Hay multitud de aceites de masaje y cremas para fisioterapia