El 226ERS Smart Fuel es uno de los mejores ejemplos que podemos tomar para demostrar por qué 226ERS se ha convertido en apenas una década en una de las marcas de referencia en el mundillo de la nutrición deportiva ya que no es solo un buen suplemento deportivo, sino que es innovador y claramente diferencial porque prácticamente ninguna otra marca lo tiene y, en caso de tenerlo, no es, a mi juicio, tan completo como este.
Actualmente, 226ERS tiene un catálogo de productos amplísimo, muy completo, que trata de cubrir prácticamente cualquier necesidad que un deportista pueda tener, ofrecen cosas que no tiene nadie más, no tienen miedo a innovar, escuchan continuamente a sus usuarios y van adaptando sus productos para mejorarlos… Y, encima, hacen muy buen marketing, se comprometen e implican hasta las trancas del primero al último… ¿¡Cómo no van a triunfar!?
La magia o principal factor diferencial del 226ERS Smart Fuel reside en que un gel energético cuya fuente energética principal se basa en los triglicéridos de cadena media o, tomando sus siglas en inglés, que es como generalmente se les conoce, MCT (Middle ChainTriglycerides).
Puede parecer una contradicción eso de que un gel energético, suplemento normalmente asociado a la energía rápida, se haya confeccionado con grasas, una fuente energética más bien lenta pero, esperad un poquito, seguid leyendo y veréis que no solo tiene sentido sino que es una jugada maestra de esta empresa alicantina.
Es más, no lo simplifiquéis y penséis que “es simplemente un gel con grasas” porque bien podemos estar hablando de una mezcla cuasi perfecta de energía de liberación prolongada.
Los Triglicéridos de Cadena Media (MCT)
Antes de meternos a fondo con él, una brevísima introducción sobre los triglicéridos de cadena media de los que seguramente has oído hablar, unas veces para bien, otras para no tan bien y, en un buen número de ocasiones, seguramente te los han presentado como si fueran poco menos que mágicos como pasa tantas veces en temas de nutrición.
Los MCT llevan con nosotros bastantes años y, allá por 2015, el gran Asker Jeukendrup, una de las referencias mundiales en temas de nutrición deportiva, volvía a hablar de ellos a raíz del interés que estaban suscitando en un artículo denominad: MCT: the new fuel for athletes? (MCT: ¿El nuevo combustible para los atletas?). El artículo es muy interesante y se deja leer bastante bien pero me quedaría con algunas pinceladas que nos pueden interesar.
Una de las razones para la popularización de los MCT es que se argumentó en su momento que no eran almacenados en el cuerpo por lo que podrían contribuir a controlar el aumento de peso.
Es decir, se hicieron famosos más por su capacidad para la pérdida y control de peso que porque fueran una buena fuente energética. Ahora siguen manteniendo esa cara pero a muchos de nosotros nos interesa más por su capacidad para servirnos de combustible.
Según comenta el autor, las cosas que sí parecen ciertas sobre los MCT en relación a su capacidad para ser fuentes de energía es que no reducen la velocidad del vaciado gástrico, algo que sí ocurre generalmente con las grasas y que los MCT se absorben y oxidan rápidamente, de ahí su potencial interés como combustible energético.
Pero como puntos negativos indica que pueden generar molestias gastrointestinales en grandes dosis (más de 30 gramos) lo que limita su capacidad de aporte energético a, según el autor, un 7% del total.
Me ha llamado la atención lo de que se absorben más rápido cuando se combinan con hidratos de carbono, algo que también parece que pasa con las proteínas y, por eso en las bebidas de recuperación tienden a combinar proteínas e hidratos de carbono para lograr la sinergia entre ambos macronutrientes.
Hay varios tipos de MCT y, en el 226ERS Smart Fuel, encontramos C8, ácido octanoico pero a ese nivel de detalle, con mis conocimientos nutricionales y fisiológicos ya me acabo perdiendo así que no me atrevo a pronunciarme con contundencia sobre si es buena o mala elección, aunque confío plenamente en que la decisión que han tomado en 226ERS es adecuada.
Y no lo digo para quedar bien, que conste, lo digo con conocimiento de causa porque he visto y vivido muy desde dentro el desarrollo de algunos productos, este 226ERS Smart Fuel entre ellos.
El 226ERS Smart Fuel al detalle
La marca describe al 226ERS Smart Fuel como una crema energética pero creo que eso puede inducir a error ya que, con ese término, a muchos se nos dibuja en la mente una de esas cremas de untar como las que ellos mismos tienen de cacahuete o almendra (226ERS Peanut Butter y 226ERS Almond Butter respectivamente). Por lo tanto yo seguiré refiriéndome a él como he hecho en la introducción, como un gel energético.
Eso sí, hay que tener en cuenta que su textura puede chocar al principio porque tiene más consistencia incluso que las de los geles que tienden a espesos como los 226ERS High Energy Gel. La verdad es que se asemeja bastante a cómo quedan unas de esas cremas de untar cuando les da mucho calor.
En la primera toma puede incluso causarte rechazo, no porque esté malo sino porque son demasiadas novedades: la textura, se dejan casi entrever los tropezones del fruto seco, no se nota fresquito, te hace pensar que se te va a hacer pasta en la garganta… Pero, no, confía en él y deja que haga su trabajo y verás qué bien funciona.
Si haces larga distancia, seguro que una vez que lo pruebes, repites, ya no solo por ese buen funcionamiento sino porque te permite romper la monotonía de los geles, barritas y bebidas energéticas.
Sin ninguna duda, en la larga distancia es donde el 226ERS Smart Fuel juega sus mejores bazas, en esfuerzos de media y larga duración, típicamente ultras, triatlón de media y larga distancia…
Me ha gustado mucho para tomar durante las subidas largas, al empezar, porque así tengo ese punch de un gel pero sin el pelotazo que da si es uno de muy rápida asimilación lo que, si me pongo a andar o me apajaro, puede significar la muerte.
También me ha dado juego como gel pre entrenamiento o incluso precompetición si no va a ser muy corta porque no tiene nada de efecto rebote así que no pasa nada si se tarda un poco más en dar la salida, algo habitual, sobre todo ahora en la época del COVID porque no sabes cuándo te van a meter en el cajón de salida. En estos casos del pre, me gusta combinarlo además con algo de cafeína.
En su composición nutricional, tenemos tres ingredientes básicos:
- MCT C8: Ya te he hablado antes de ellos, no son tan rápidos como los hidratos de carbono pero sí más que las grasas que tendríamos que sacar de nuestras reservas. Al consumirlo en vez de los carbohidratos de nuestras reservas generamos menos residuos en el organismo y, para ritmos submáximos, son más que suficientes como sustrato energético a poco que estemos entrenados.
- L-carnitina: Como te comentamos en el artículo ‘‘Todo lo que necesitas saber sobre la l-carnitina’, ayuda al transporte de los ácidos grasos hacia las mitocondrias y, en este caso, como ya se los encuentran disponibles, tiran directamente de ellos. Es como si en el gel metiéramos a la vez el combustible y los camiones para llevarlo directamente a la caldera (esta explicación ha quedado muy Érase una vez la vida, ¡eh!). También promueve la producción de cetonas con lo que, al final, volvemos a redundar en lo mismo: ahorro de glucógeno muscular y, de rebote, también reducción del catabolismo muscular.
- Palatinosa (producto comercial de Isomaltulosa): Aporta la «energía intermedia», es un hidrato de carbono que proporciona energía de manera prolongada, con lo que se corre menor riesgo de picos de insulina. Pero, ojo, aunque no sea tan rápido como por ejemplo la dextrosa, su vaciado gástrico es rápido con lo que también reduce el riesgo de molestias estomacales.
Como veis, el objetivo está claro, ofrecer una fuente de energía no inmediata pero sí muy rápida y prolongada o, tomando las propias palabras de la web de la marca: «energía prolongada de máxima calidad».
La verdad es que, si tenemos cierta flexibilidad metabólica (algo que hay que entrenar, ojo), cuando vayamos no tan a tope, con el 226ERS Smart Fuel el cuerpo tirará en gran medida del combustible del gel a nuestras reservas, tanto las de glucógeno como las de las propias grasas que, aunque podrían servir, al ser de grasas, tienen un coste metabólico mayor y, cuando vamos a cierta intensidad, no está el horno para bollos, como para ir malgastando energía.
A nivel macronutricional, en cada gel hay unas 122 kcal que provienen de 8’5 gramos de grasas de las que el 50% son saturadas (4 gramos corresponden a los MCT-C8), 10’6 gramos de hidratos de carbono (de los que el 70% son azúcares), un gramo de proteínas y nada de fibra (¡bien!). Aparte, contiene 86 miligramos de sodio y 300 miligramos de l-carnitina (un tercio de lo que suelen llevar las cápsulas específicas, que suelen rondar el gramo de l-carnitina).
Es decir, en el fondo, no es un pelotazo energético porque la cantidad de calorías que ingerimos no son demasiado altas pero, nuevamente, antes de pensar que parece un contrasentido hablar de larga distancia y de no tantas calorías, acuérdate de lo que concluía Asker Jeukendrup en su estudio respecto al máximo de MCT que puede tolerar el organismo.
Atendiendo a eso, con el contenido del 226ERS Smart Fuel, estaríamos hablando de un máximo de tres geles, así que me parece genial que no los hagan más grandes, para que así podamos ir racionándolos y tomándolos, por ejemplo, cada hora y media o dos horas, como complemento a otras fuentes de energía.
No he llegado a forzarlo tanto pero sí que he llegado a tomar tres en un espacio temporal de unas diez horas en las que estaba corriendo a intervalos cortos e intensos, combinándolo con geles, bebidas de sales y un par de tomas de bebida de recuperación y las molestias gástricas no solo es que fueran nulas sino que en ningún momento llegué a sentir la más mínima sensación de pesadez, algo que me sorprendió porque uno de ellos lo tomé forzado, no porque me apeteciera sino porque me correspondía tomar algo así.
También lo he usado en condiciones de, a mi juicio, bastante exigencia y, hasta ahora, no solo no tengo quejas sino que me confirma que es un producto básico para mis competiciones de media y larga distancia, sobre todo si son con perfiles variados, con largas zonas llanas o casi llanas y zonas corribles con pendientes de mediana o alta inclinación donde, probablemente, elija un 226ERS Smart Fuel para echar a la caldera.
Por cierto, es un producto vegano, sin gluten, sin azúcares añadidos ni edulcorantes, algo habitual en los productos de 226ERS y también me parece relevante o, al menos, destacable que cuente con el sello CologneList que lo reconoce como un suplemento nutricional libre de sustancias incluidas en la lista de sustancias prohibidas que anualmente publica la WADA (World Anti-Doping Agency).
Dicho esto, a continuación os hago una breve reseña de la cata de cada uno de los dos sabores en los que se comercializa en el momento de escribir este artículo: avellana (Hazelnut) y almendras y banana (Almond & Banana).
226ERS Smart Fuel Hazelnut (avellana)
El sabor es ligeramente amarguillo como corresponde a las avellanas pero no deja regusto en cuanto das un traguillo de agua así que es como un soplo de aire fresco si vienes de estar tomando dulce durante mucho rato.
Calma mucho la sensación de hambre, la textura te rompe la rutina de los geles, no te deja sed, te sorprende el olorcillo que queda en las manos, no se te queda pegajoso en boca o manos, el toque grasosillo es agradable cuando ya te has acostumbrado (la primera vez te chocará, ya te lo he avisado), no es fresco pero no empalaga…
No es un gel para tomar de manera continuada durante ocho o diez horas pero es que ese no es su objetivo como ya he comentado antes. Me parece perfectísimo para utilizarlo como complemento en tiradas medias o largas, para romper la monotonía tres cuatro o cinco horas de ejercicio, para tomarlo ‘antes de’ en competiciones de media distancia (por ejemplo, trail de treinta kilómetros con cierto desnivel)…
No falta en mi kit de recursos y, en todos los trail de larga distancia va en la mochila, lo tome o no.
226ERS Smart Fuel Almond & Banana (almendra y banana)
El sabor deja un regustillo al plátano y no marca apenas las almendra. Lo noto más espesillo, más compacto y ojo al picorcillo del plátano porque, en caso de tener algún reflujillo, puede quedarse ahí un ratillo.
Pasado el rato me es más agradable y diría que incluso lo noto más fresquito pero ese picorcillo me ha causado un poco de miedo, algo que no puedo confirmar porque solo he tenido dos para probar.
Si hago acopio más adelante y puedo hacer más pruebas, comento por aquí el resultado.
Hola, valdría para hacer una maratón en tiempo de sub 2h50? Siendo flexible metabolicamente, gracias
Miguel Ángel, no le veo inconveniente aunque, a esos ritmos y, para esa distancia, tiraría más bien de geles tradicionales, salvo que me digas que a ese ritmo vas silbando tirando de grasas.
Ojalá fuera silbando jejeje, tiraré de geles tradicionales. Gracias
Buenas!!!!
Y teniendo tan pocos Hc ¿¿cual es su función principal?? No lo entiendo, pero dicen que vendría a ser equivalente a más hc que los que aportan los High energy….¿algo de cierto?