Si, en ocasiones, sientes una incapacidad para disfrutar, tus quejas son continuas y tienes enfados sin justificación, quizá tus rabietas tengan que ver con los efectos secundarios de algún tratamiento que estés siguiendo.
Las personas sensibles a los principios activos de determinados medicamentos son las más perjudicadas por estas alteraciones ya que pueden provocar cambios bruscos de humor. Sus efectos negativos surgen a los pocos días de iniciar el tratamiento, pero también semanas o incluso meses después.
Si eres consciente de los efectos negativos de cada medicamento, tolerarás mejor los cambios de humor, por esa razón te detallamos algunos de los medicamentos que pueden alterarte y sus efectos secundarios:
ANTICONCEPTIVOS
Producen cambios en el sistema hormonal que pueden afectar a algunas mujeres y, a veces, desembocar en depresión, insomnio, problemas de visión, debilidad y ansiedad. En otros casos, pueden provocar un agotamiento en ciertos nutrientes, como la vitamina B6, esencial para el correcto funcionamiento nervioso.
BARBITÚRICOS
Tienen un efecto sedante y favorecen el sueño, aunque cada vez se recetan menos. Su uso abusivo genera dependencia y numerosos efectos secundarios como somnolencia o falta de atención y coordinación. Es probable que surja el síndrome de abstinencia al dejarlos.
CORTICOIDES
Se usan para controlar procesos inflamatorios de piel, nervios y articulaciones, pero pueden alterar el equilibrio hormonal, metabólico y del sistema nervioso, provocando numerosos trastornos (ansiedad, debilidad, euforia, irritabilidad, alteraciones del ánimo), sobre todo si se toman en un tiempo prolongado. También afectan a determinados nutrientes (calcio, cromo, zinc y vitamina D).
ANTI-NEURÁLGICOS
Se utilizan para el tratamiento de los dolores de nervios como la ciática, pero también pueden acarrear trastornos del humor, somnolencia, mareos, temblores, excitación nerviosa y alteraciones de la libido. Con la finalidad de evitar problemas emocionales es recomendable ir reduciendo su ingesta con precaución.
ANTIDEPRESIVOS
Actúan directamente sobre los neurotransmisores que influyen en las depresiones, la ansiedad y el insomnio. Se necesitan alrededor de 4 semanas para que mejoren el estado de ánimo, incluso al principio puede que aumenten las sensaciones negativas, pero no debes dejar de tomarlos de golpe sin el consentimiento del médico, él te indicará cómo reducirlos de forma progresiva.
Ten en cuenta…
… que tu ánimo se resentirá todavía más si abusas de fármacos que te “roban” los nutrientes, por ejemplo: los antiácidos afectan a complejo B, a la vitamina A, fósforo y calcio; el anticolesterol a la vitamina B12 y Q10; los antiepilépticos al ácido fólico; los antihipertensivos al potasio; los diuréticos al complejo B, magnesio, potasio y zinc; y los anti-inflamatorios a la vitamina B1 y C.
Para comprobar si la medicación que tomas está relacionada con tus cambios de humor, presta atención a las señales:
– Sensaciones desagradables: aparecen al poco tiempo de empezar un tratamiento farmacológico, te sientes agotado, impaciente, irritable, te cuesta levantarte por la mañana y cualquier dificultad que se te presente en tu día a día es difícil de afrontar.
– Debilidad: hace meses que sigues un tratamiento y desde hace algún tiempo vienes arrasando síntomas de debilidad y pérdida de ganas, aumentan tus dolores, sientes las piernas agarrotadas y te cuesta mucho conciliar el sueño.
SI tienes la mínima intuición de que algo va mal desde que empezaste el tratamiento farmacológico, házselo saber a tu médico para que se tomen las medidas adecuadas.
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