Wong Nika: mallas cortas de compresión con mucho estilo

Cuanto más uso las Wong Nika, más acertado y apropiado me parece el eslogan que la propia Wong Sport utiliza para describirlas, así que se lo tomo prestado para presentároslas de manera rápida y con una única frase: «para runners exigentes que se atreven con todo«.

Las Wong Nika son unas mallas cortas de compresión media – alta que ofrecen un rendimiento muy bueno: tienen un tacto exquisito, suave y confortable sin por ello renunciar a la frescura o transpirabilidad; son comodísimas, se adaptan al cuerpo a la perfección, tanto en estático como en dinámico, lo que las hace muy polivalentes; y son muy duraderas, aguantan estoicamente todas las locuras que queramos hacer con ellas. Todo esto con unos diseños francamente atrevidos y llamativos y a un precio muy competitivo.

Como el resto de productos de esta marca de Mataró especializada en textil deportivo, las Wong Nika cumplen a la perfección con los preceptos de las tres Bs: buenas, bonitas y baratas.

Creo que Wong Sport ha dado en el clavo con ellas pues han conseguido un producto redondo al que difícilmente le vais a poder poner pegas, salvo que no os gusten los diseños atrevidos, criterio subjetivo contra el que poco se puede hacer porque; para gustos los colores.

No obstante, si las Wong Nika os parecen demasiado llamativas no os preocupéis porque tienen otras muchas opciones de mallas más discretas como del conjunto corto de compresión que os enseñamos hace un tiempecillo.

Las Wong Nika al detalle

Si tuviera que destacar algo de las Wong Nika, aparte del diseño, que es de los que no te dejan indiferente (o lo amas o lo odias), me quedaría sin ninguna duda con su polivalencia y con su capacidad para gestionar la humedad aunque, en el fondo, todo gira más o menos en torno a lo mismo: el gran equilibrio que han conseguido al concebirlas.

Están confeccionadas con un 80% de polipropileno, 15% de elastano y 10% de poliamida, por lo que son las mallas con más polipropileno de todo el catálogo actual de Wong Sport y, contando que es un producto que requiere fibras elásticas para la compresión, es un porcentaje muy alto.

Las grandes ventajas que le aporta esta fibra a unas mallas cortas de compresión es que empapa muy poca agua, gestiona muy bien la temperatura y dificulta la aparición de las bacterias, principales responsables de que una prenda tienda a oler mal con el uso.

Para mí el uso del polipropileno es uno de últimos grandes avances en el mundillo del textil deportivo y, como he dicho muchas veces, soy fan acérrimo del mismo, sobre todo ahora que las empresas están consiguiendo trabajarlo también y paliar algunas de las desventajas que tenían frente a otras fibras.

Por ejemplo, a la hora de darle colorido el polipropileno era más complicado y por eso tendían a tener colores lisos o, caso de tener algún diseño, era generalmente por la combinación con otras fibras como la poliamida. En el caso de las Wong Nika han conseguido que sea el propio hilo el que tenga el color.

Esto, teniendo en cuenta el diseño que han aplicado sobre ellas, tiene aún más mérito si cabe porque no son precisamente discretas en ninguna de las tres versiones que tienen y que, en los momentos de escribir este artículo, son Kreta, Kenia y Étnico. Difícil decantarse por una sola, la verdad.

Son muy llamativas las tres, cada una a su estilo y, aviso para navegantes, si te gustan las Kenia, no tardes en ir a por ellas porque me parece que van a ser sustituidas por un nuevo diseño dentro de no mucho.

Dejando de lado el diseño, otra cosa a destacar es su durabilidad, y no lo digo sólo por la resistencia ante los roces, sino también por lo buenas que son las costuras, lo bien que llevan los lavados y la nula pérdida de color con el paso del tiempo.

Cuando uno se compra unas mallas lo último que quiere es que, al ponérselas, la primera vez suene algún crujidillo por algún hilo que se ha roto o que, al pegarse una culá o rozar con alguna ramilla o espina de algún matorral, le salga un siete.

Dadle candela sin miedo a las Wong Nika porque aguantan que da gusto. He hecho bastante ciclo indoor con ellas y están prácticamente como el primer día, tanto en la zona de los glúteos como en la zona de la entrepierna, a pesar del roce que llevan encima.

Mención especial merecen las costuras porque, además de ser planas y suaves como uno espera de unas mallas así, son contundentes, resistentes y, aun a riesgo de que me llaméis pesado, jamás escucharéis un crujido o rotura de sus hilos.

Es más, esto lo hago extensivo al resto de mallas de Wong Sport, de las que he tenido muchas y he usado hasta la saciedad y no recuerdo haber roto nunca. Y es un tema que recurrentemente destaco también en otras prendas como en el caso del cinturón Wong Tron al que nunca le he oído quejarse.

Mención especial merecen las costuras de los bolsillos, uno a cada lado, de unos seis centímetros de ancho y trece centímetros de alto, que podéis llenar sin miedo porque no se va a romper ni la tela ni la costura y que va a sujetar muy bien lo que dejéis dentro de él gracias a la elasticidad del tejido y a la sujeción del elástico de arriba.

Son unos bolsillos muy prácticos por posicionamiento y por tamaño, perfectos para llevar incluso paquetes gordos o varias barritas, geles o lo que sea. Si alguno me va a decir que son pequeños y que no caben móviles grandes, ya os digo que incluso cabiendo teléfonos incluso de 5,5 pulgadas (el mío es de ese tamaño), tampoco tiene mucho sentido utilizarlo para ese propósito por el riesgo que supone para el aparato en caso de caída.

Personalmente me ha gustado la resistencia del tejido porque muchas veces llevo geles tipo chupetín y no todas las mallas aguantan tan bien los enganchones de los rebordes como las Wong Nika.

Las otras costuras que me han gustado mucho han sido las de la pieza de tejido más suave y transpirable de la entrepierna porque también es muy resistente a los tirones solo que, en este caso, en lugar de estar tan enfocada a resistir los tirones, lo que han buscado es que sea extremadamente suave para que no roce aunque vayas sin ropa interior.

No os sé decir desde la perspectiva de una mujer pero para los hombres está genial la zona de la entrepierna, tanto para minimizar el riesgo de rozaduras como para la transpirabilidad; raro será que notéis empapada la zona.

De hecho, hablando de transpirabilidad, aunque os pueda parecer que las Wong Nika no son de tejido fino y que tienen algo de ricillo interior, os reto a que las utilicéis en días de los de correr con cuarenta grados a la sombra porque seguro que os sorprenden por lo poco que vais a sudar con ellas. O mejor aún, en un día de los que caen chuzos de punta porque no las vais a sentir ni la mitad de empapadas que otras mallas mucho más finas. Es una pasada lo bien que va el polipropileno para estos dos usos.

Si sois de los que miráis el peso en las prendas textiles —yo no suelo mirarlo en las mallas, me parece que no merece la pena racanear ahí—, en la talla S pesan 111 gramos.

Y, hablando de tallas, además de la S, teóricamente para cinturas de 76-84 centímetros, tenéis una talla M para quienes tengáis el perímetro entre 85 y 95 centímetros y, para los de 96 centímetros o más, las talla L.

En caso de duda por estar entre dos tallas voto por la menor, salvo que tengáis los muslos muy gordotes porque el tejido, aunque poco, suele ceder y como la compresión no es agobiante, mejor ir un pelín apretado que suelto.

Para que no se os muevan no necesitan cordel en la cintura porque el propio tejido se mimetiza prácticamente con nuestra piel y, además, ya tiene un buen elástico de 3,5 centímetros en la cintura que no sube demasiado, sino que queda más o menos en la parte alta de la cadera, altura perfecta para que no haya que darle la vuelta hacia abajo a la cintura como hacen algunos.

Los muslos cierran con unos elásticos anchillos, de tres centímetros, y quedan más o menos donde acaba el vasto externo. La longitud del muslo es de unos 19 centímetros en la entrepierna o 40 centímetros si lo medís desde el exterior, digamos que «tres cuartas partes de muslo», para mí la longitud ideal para una prenda con este nivel de compresión.

Por cierto, aunque antes he hablado bastante de las costuras, las Wong Nika están confeccionadas con tecnología seamless, sin costuras, eso huelga decirlo pero lo comento por si acaso. El paso de un tipo de entramado a otro es sin solución de continuidad, como por arte de magia, más alucinante si cabe en este caso donde han conseguido que sea el propio tejido el que tiene el coloreado.

Las densidades y tejidos cambian, como no podía ser de otro modo, según la zona del cuerpo y, haciendo gala de la practicidad que caracteriza a Wong Sport, no se han liado a poner cosas innecesarias, de esas que parecen estar simplemente para la foto, para que las mallas parezcan más molonas.

El tejido base es el que vemos envolviendo a los muslos en su mayor parte, el mismo que utiliza el bolsillo, bastante elástico, resistente y con un interior suavísimo. En la zona del pubis y riñones hay otro con más acanalado que permite evacuar mejor la humedad. En los glúteos hay una especie de rombillos con bandas horizontales que le dan mayor resistencia al actuar como una especie de nervios. Y en la entrepierna, como dije antes, un cuarto tejido mucho más transpirable y extremadamente suave.

Sea como fuere, el resultado final es que es una compresión media, tirando a alta, pero que no agobia ni debería plantear problemas a nadie, ni a los reacios al tejido de compresión ni a los que nos gusta ir apretados. De hecho, son unas mallas que he llevado durante más de doce horas (no todas corriendo, que conste) y no he notado en ningún momento agobio, algo que sí me puede acabar pasando con otras mallas más compresivas.

Estas mallas son de las que utilizaría en pruebas de ultra distancia, precisamente por la combinación de todos esos factores que he ido destacando: transpiran muy bien, son resistentes, comprimen un poquito pero sin agobiar, son largas pero sin pasarse, no quedan muy altas en la cintura y me permiten llevar ciertas cosillas en los bolsillos.

Y como mallas para el día a día, para entrenar me parecen una pasada porque puedes llevar unas mallas de una calidad muy buena, unas mallas performance si tiramos de anglicismo y, todo ello, por un coste significativamente inferior a lo que suelen costar mallas de este nivel.

Si habéis llegado hasta aquí podéis pensar que estoy enamorado de las Wong Nika y, la verdad, no os lo puedo negar, me encantan.

Desde el primer momento en que me las puse superaron con creces lo que esperaba de ellas, y eso que el listón estaba puesto muy alto porque soy un fan acérrimo de las otras mallas de Wong Sport con las que he entrenado y competido mucho y muy a gusto, tanto como para haberlas elegido para algunos de los mayores retos deportivos que me he planteado.

Si conocéis las prendas de Wong Sport tenéis que probar las Wong Nika sí o sí: os encantarán y os permitirán tener un toque de distinción en un mundo en el que suelen predominar las mallas de colores lisos.

Y si aún no habéis probado nada de la marca, es una buena forma de empezar y seguramente os pase como a tantos otros a los que les he recomendado productos suyos, que han quedado irremediablemente prendados por sus productos.