Las frutas, además de poseer azúcares, minerales y otros compuestos (folatos y betacaroteno), son alimentos ricos en vitaminas (A y C) y en fibra. Todos estos nutrientes se localizan tanto en la pulpa como en la piel, pero es en la piel donde se suele concentrar el mayor porcentaje de fibra.
La única ventaja de consumir la fruta pelada es que así se evitan los pesticidas acumulados en su parte externa, pero si se lava concienzudamente (lavándote además las manos para evitar contaminaciones cruzadas y lavando las piezas de forma meticulosa) con cepillo las piezas duras y dejando a remojo las piezas blandas, conseguirás eliminar cualquier rastro de contaminantes y residuos como pesticidas, plaguicidas, virus, parásitos, restos de tierra, gérmenes e impurezas, y evitarás esa pérdida de nutrientes cuando quitas la piel.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) señala que comer la fruta con piel es una práctica segura y apta para el consumidor si se realiza una correcta manipulación de la fruta, como hemos indicado anteriormente. Ahora bien, si la piel es dura, lo más conveniente es retirarla, pero mientras la piel no te resulte desagradable o áspera, consumirla te será mucho más beneficioso que no hacerlo.
NUTRIENTES QUE SE PIERDEN AL PELAR LA FRUTA
Dependiendo del tipo de fruta se puede perder entre un 10% a un 45% de fibra. Por ejemplo, al pelar una manzana pierdes un 10% en fibra, mientras que al pelar una pera, el porcentaje que se pierde se eleva hasta el 35%. Por otro lado, la cantidad de vitamina C que se pierde al pelar la fruta es de hasta un 75% en muchos casos, como por ejemplo: naranja, pomelo, limón, melón, melocotón, nectarina, ciruelas, fresas, frambuesas, manzanas, peras, uvas, y en frutas tropicales como el mango.
La fibra alimentaria se caracteriza por resistir la absorción del intestino delgado y por resistir la digestión, es un nutriente esencial en tu dieta ya que cuenta con bastantes propiedades beneficiosas para tu organismo: regula los niveles de glucosa y colesterol en sangre, previene el cáncer de colon y del recto, mantiene el desarrollo de la flora intestinal, incrementa la sensación de saciedad y favorece el estreñimiento.
La vitamina C aumenta tu resistencia a la infecciones, acelera la recuperación ante un resfriado común, alivia los síntomas de asma, mejora la firmeza de tu piel, absorbe mejor el hierro y es un potente antioxidante puesto que combate el exceso de radicales libres que aceleran el envejecimiento.
Por otro lado, la vitamina A también tiene múltiples beneficios para tu salud, posee propiedades antioxidantes y mantiene el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
AGRICULTURA ECOLÓGICA
Muchos expertos consideran que la agricultura ecológica es la única alternativa segura para evitar riesgos de contaminación, ya que este tipo de agricultura no utiliza insecticidas, fungicidas ni químicos convencionales. Se utiliza un abono orgánico ecológico, se mantiene la fertilidad del suelo a través de rotaciones de cultivo y, por lo general, las frutas son más sanas y de mejor calidad. En definitiva, la opción más segura es consumir frutas ecológicas con piel siempre que se limpien de forma adecuada.
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