Igual que si lo hubiésemos extraído de una novela de Arthur Conan Doyle, Londres se presenta ante nosotros como un inmenso tablero de juego dónde el misterio y la intriga son los principales ingredientes en el intento de encontrar solución a un caso de muy difícil resolución. Como en todas las historias de Sherlock Holmes, nada es lo que parece, y mucho más que intuición se va a necesitar para intentar predecir el resultado final de la partida que se va a disputar a través de las calles de Londres este domingo.
La ciudad londinense, con un cielo previsiblemente más azul que el que nos describe cualquier novela, espera su maratón del domingo como uno de los grandes acontecimientos deportivos mundiales del año, y ante tal reunión de estrellas, de esperados debuts y de posibilidades abiertas, la fiesta que se ha preparado un año más alrededor del Támesis con meta en Buckingham Palace es un apasionante juego de detectives, donde encontrar una solución a tantas preguntas es cuando menos imposible.
¿Veremos el domingo un nuevo récord mundial? ¿Estamos como el año pasado en la antesala de la crónica de un suicido anunciado? ¿Cuánto valdrá el tiempo de Mo Farah y Tirunesh Dibaba en unos estrenos tan esperados? Entre esta inmensa reunión de los mejores maratonianos tanto en categoría masculina como femenina… ¿quién conseguirá llevarse el gato al agua?
Lamento adelantarles que en este texto no podrán encontrar las soluciones a todas estas cuestiones. Pero no dejen de leernos. Como un buen juego de misterio, sólo les vamos a ofrecer una explicación de las premisas iniciales para que ustedes puedan disfrutar del desenlace de los acontecimientos y la resolución final. Las calles de Londres, los barrios más pegados al río dónde tradicionalmente mejor se desenvolvían los malhechores, nos darán el domingo la solución. Hasta entonces, como si de lo más elemental se tratase, que cada uno de ustedes saque sus propias conclusiones.
¿Harakiri o Ajedrez? El debut de Mo Farah
Explicar el desenlace final de los acontecimientos tras tanto ruido mediático, al menos en cuanto al planteamiento inicial, exige que describamos paso a paso la sucesión de hechos en el apasionante baile de debuts al que estamos asistiendo esta primavera, con Kenenisa Bekele primero y Mo Farah sólo una semana después.
El debut de Bekele, muy meditado, estaba claro en cuanto a su planteamiento tal y como se evidenció en la carrera que vimos el domingo en París: liebres y carrera por y para el atleta etíope, total protección, ritmos uniformes entre 2:56/2:57 el kilómetro y una estimación en la primera parte de la carrera en torno a 2h04:30, para que luego el propio maratón diese la medida exacta de lo que valía el debut del recordman mundial de los 5.000 y los 10.000 metros.
Esta puesta en escena coincide con la valoración que había dado el propio Bekele meses antes de la carrera cuando dijo verse entre 2h03 y 2h06, y lo que evidencia el amplio margen de incertidumbre que tiene el maratón y máxime en un debut. Razonamiento: vamos a 2h04:30. Si hay batacazo final malo será que no entre por debajo de 2h06. Si la cosa va bien, quién sabe. La estudiada jugada, larga en la puesta en escena debido a la soledad de Bekele, se resolvió con el gran registro de 2h05:03 (récord de la prueba y sexto mejor debut de siempre).
La situación para Farah era radicalmente distinta, dadas las características tan diferentes del escenario. Londres se plantea como un intento al récord mundial en toda regla: los mejores corredores de la historia, lujo de liebres como el mismísimo Haile Gebrselassie, y la garantía de estar frente a una nueva carrera a todo o nada. Con todo, y ante esas premisas, las dudas sobre Farah se elevaban al máximo, al tiempo que se discutía sobre la conveniencia de haber buscado un debut tan excesivamente mediático.
El pensamiento de todos: si salen a 2:55 minutos el kilómetro… ¿hasta cuándo aguantará Farah? La imposibilidad de respuesta sólo dejaba margen para aplaudir al británico por su valentía (o temeridad), mientras que las comparaciones aumentaron exponencialmente tras el buen debut de Kenenisa Bekele. La apuesta era mucho más fuerte (digamos que excesiva), con un margen mucho mayor para la explosión. Para la gloria también.
La situación ha cambiado en vísperas de la carrera, al anunciarse que Mo Farah irá en un segundo grupo más lento que el de los principales gallos que buscarán el récord mundial.
La noticia, según ha transcendido, relata que la organización de la carrera, a través de David Bedford ha conversado con los corredores, y ante el panorama de seis corredores deseando un ritmo de 61:45 y otros siete de 62:15, se han acordado dos grupos con liebres a esos ritmos (recordamos que Wilson Kipsang en su récord del mundo pasó en 61:34 y Bekele en su debut en 62:09). Según la noticia, Alberto Salazar, el entrenador de Farah, asume toda la decisión de que su pupilo no corra en el primer grupo.
Si algo puede definir al controvertido Alberto Salazar es que ningún detalle, por mínimo que parezca, queda a la ligera. El enorme montante económico que está detrás de la presencia de Farah en Londres ha hecho que ni siquiera hayamos barajado la posibilidad de que Mo no estuviese en el grupo principal.
Ahora bien (entremos en el terreno de las simples divagaciones): ¿esto no estaría firmado de principio? Sí, llevamos a Farah y todos contentos, pero con un margen, no podemos arrojarlo a los leones sin más. Ya se está hablando de que con una explosión como la del año pasado, alguien que fuera a ritmos más controlados hubiese ganado sin problemas por debajo de 2h06. Imagino al bueno de Salazar con estos argumentos convenciendo a los organizadores sin muchas dificultades.
Farah parece que va a salir a un ritmo que proyecta 2h04:30. De acuerdo que Mo Farah no es Bekele, que las marcas en pista de ambos no son comparables, pero ahora nos vale para el británico el mismo razonamiento que para el etíope, solo que encima mejorado, ya que el británico está claro que va a tener infinitamente más compañía que Bekele y su soledad de París. Si la cosa va bien, quién sabe. Si la cosa va mal, malo será que no entre por debajo de 2h06 o 2h07, récord británico (Steve Jones 2h07:13 1985) y objetivo mucho más asequible y real, tal y como el mismo Farah no se ha cansado de repetir cubriéndose las espaldas. Ahora bien, cuidado, que lo que no debemos de olvidar es que un planteamiento a 2h05 es por sí sólo una auténtica barbaridad, y la principal incógnita es si Farah se adaptará tan rápido a ser uno de los mejores maratonianos de la historia.
Si seguimos leyendo entre líneas, David Bedford, al anunciar los grupos y ritmos ponía mucho énfasis en aclarar que las liebres del segundo grupo no eran una protección exclusiva a Farah. Sólo a título de curiosidad, les vuelvo a recordar el ascendente de Salazar y Nike sobre todo esto.
Aficionados a la diplomacia y las negociaciones: gran jugada táctica antes de comenzar la partida, y el suicidio anunciado que pensábamos que íbamos a ver tiene muchos matices. Luego, planteemos lo que planteemos, hay que correr, y el maratón no regala nada, por lo que veremos si Farah es capaz de aguantar tal ritmo en su primera aparición. Añadamos a la ecuación la constante del ritmo que ya sabemos (con ese pequeño margen de que tampoco hay que poner todas las cartas boca arriba antes de empezar).
El resto de variables son tan atractivas e inciertas que es problema es de una maravillosa e ilusionante resolución. El domingo tendremos la esperadísima solución.
¿Puede haber Récord del Mundo en Londres?
La grandísima nómina de atletas que presenta la carrera londinense, con un ritmo de los hombres previsto para intentar un asalto al récord mundial (2h03:23 Kipsang) y con las declaraciones de las kenianas de buscar el récord mundial de carrera de sólo mujeres (2h17:42 Radcliffe), hace que la principal duda sobre el domingo pase por esta hipótesis, y como no puede ser de otra manera debemos de enfocar la cuestión tanto por las características de la propia carrera como por el nivel de los participantes.
Con la Maratón de Berlín como paradigma de carrera perfecta en cuanto a perfil, diseño del recorrido y climatología, unas cuantas carreras más presentan características muy similares: Rotterdam, Amsterdam, Frankfurt… pero el diseño actual del sistema de Majors hace prácticamente imposible desde el punto de vista económico que estos maratones puedan pelear con la capital alemana.
Chicago sobre todo, y Londres, son las mejores colocadas tras Berlín en esas condiciones iniciales de partida para la búsqueda del récord mundial. Por detrás, Dubai, con sus petrodólares, tiene de sobra la capacidad económica con un recorrido perfectamente plano aunque de interminables rectas y con el hándicap de las condiciones climatológicas del Emirato. En los últimos 10 años, Berlín ha monopolizado el récord mundial, pero las condiciones de estas carreras son sólo ligeramente más desfavorables.
En todo caso, en 2002, el día del debut de Haile Gebrselassie, Khalid Khannouchi batió el récord del mundo en Londres (2h05:38). Desde entonces, el récord mundial se ha batido hasta en 5 ocasiones más, todas ellas en Berlín: Paul Tergat en 2003 (2h04:55), Haile Gebrselassie en 2007 y 2008 (2h04:26 y 2h03:59 respectivamente), Patrick Makau en 2011 (2h03:38) y Wilson Kipsang en 2013 (2h03:23).
Las supuestas diferencias entre recorridos se igualan mucho más si atendemos a la categoría femenina. Por media de las 10 mejores marcas conseguidas en cada maratón, Londres es indiscutiblemente la carrera más rápida, con casi un minuto de media sobre Chicago, la segunda clasificada. El récord de Paula Radcliffe se logró aquí (2h15:25 en 2003) y la predilección de la británica por su carrera hace que de las 7 mejores marcas de todos los tiempos, 4 se hayan logrado en la capital londinense, lo que evidencia las excelentes condiciones del recorrido trazado junto al Támesis.
Dentro de la pequeña guerra entre los Majors, con las marcas comerciales de Nike y de Adidas detrás de Londres y Berlín respectivamente, ambos modelos como ejemplos de contrapunto se definen perfectamente: Berlín busca un grupo de 3 o 4 atletas excepcionales y una carrera enfocada a ellos, mientras que Londres, merchandising puro, apuesta por esa búsqueda de la carrera del siglo, con el intento de reunir al mayor número posible de los mejores corredores del mundo.
Experiencias pasadas, sobre todo tras la enorme explosión del año pasado en la capital londinense, parecen jugar a favor del modelo alemán.
Sin tantas diferencias reales entre ambas carreras, la experiencia dice que el modelo aplicado en la capital alemana es el que está permitiendo mejores resultados, en cuanto que una carrera con tantos «top» es más difícil de gestionar y de preparar. Eso sí, el plantel de corredores que presenta Londres, un año más, es tan absolutamente bestial que todo es cuestión de que se den las condiciones perfectas para la tan buscada «carrera del siglo», porque como se enganche una edición con unas liebres perfectas, haya un grupo más allá del 30 que logre algo de acuerdo y finalmente se de una competición entre 2 o 3 corredores a partir del 35 dónde la rivalidad y el hambre les espoleen un poco más, no sabemos que podría pasar. Eso es lo que intenta la organización. Eso es lo que soñamos todos cuando nos ponemos delante de una carrera tan espectacular como la que veremos el domingo.
La presencia de Haile Gebrselassie es un gran intento por evitar que la cosa camine hacia el suicidio del año pasado, cuando se pasó la media en 61:36 (una de las medias más rápidas entre todas las mejores carreras de la historia) y el kilómetro 25 en 1h12:59 (récord absoluto en ese punto entre todas las maratones más rápida de siempre), pero el batacazo fue de tal envergadura que ganó Tsegaye Kebede con el registro de 2h06:04.
El ritmo anunciado es para récord del mundo: 61:45 al paso por la media, e incluso se ha llegado a decir que 1h27 al paso por el 30 (Kipsang en Berlín lo pasó en 1h28:01).
Los corredores que tomarán la salida en Londres son, sin duda, los que están en mejor disposición de hacerlo (con las reseñables ausencias de Dennis Kimetto, tercero en el ránking mundial, al que veremos en Boston; y Eliud Kipchoge, que corre el domingo pero en Rotterdam).
Atentos a la nómina de corredores, porque en Londres estarán ni más ni menos que:
- Wilson Kipsang (récord del mundo, único hombre que ha bajado dos veces de 2h04 y cuatro de 2h05)
- Geoffrey Mutai (nadie ha corrido más rápido que sus 2h03:02 no homologables de Boston y junto a Kipsang y Gebrselassie son los tres únicos que han bajado tres o más veces de 2h05)
- Emmanuel Mutai (cuarto en el ránking histórico con sus 2h03:52 de Chicago en otoño, dónde fue segundo tras Kimetto, y actual poseedor del récord de la prueba Londinense con 2h04:40)
- Ayele Abshero (autor del segundo mejor debut de la historia con sus 2h04:23 en Dubai 2012)
- Feyisa Lilesa (2h04:32)
- Tsegaye Mekonnen (el jovencísimo ganador de Dubai este año con sólo 18 años y un registro de 2h04:32)
- Tsegaye Kebede (2h04:38 y ganador de la última edición londinense)
- Stephen Kiprotich (considerado como el mejor corredor táctico del momento, tal y como lo acreditan sus victorias olímpicas y mundialistas)
- Stanley Biwott (ganador en París 2012 con 2h05:12)
- Ibrahim Jeilan (debutante que desde Daegu 2011 ya sabe lo que es ganar a Farah y cuenta con la vitola de ser uno de los más consistentes atletas que dan el paso al maratón).
En esa guerra contra el reloj, los kenianos parecen estar mejor situados (con Kipsang y los dos Mutai al frente), pero veremos si llegan en ese momento mágico en el que se puede conseguir bajar de 2h04. El numeroso grupo de corredores etíopes situados entre las 2h04 y las 2h05 aspiran a dar un paso al frente (antes de la definitiva llegada de Bekele) en esta guerra que parece decantarse últimamente a favor de Kenia.
Y sobre todo, veremos si sale una carrera rápida que llegue a buen término, o vuelve a ocurrir como el año pasado y cualquiera puede pescar en aguas revueltas.
Prácticamente imposible ver una carrera femenina mejor
Que los árboles (todo el gran ruido mediático que se está viendo estos días sobre todo en la figura de Mo Farah) no les impida ver el bosque, porque al igual que la carrera masculina es impresionante la reunión que se ha conseguido dentro de las mujeres es absolutamente deliciosa.
Piensen primero en números sobre lo que vamos a poder ver en Londres: tres mujeres que han corrido por debajo de 2h20, ocho que lo han hecho por debajo de 2h25. La corredora más en forma del momento, Priscah Jeptoo, ganadora en Londres y Nueva York el año pasado. La campeona olímpica (Tiki Gelana), la doble campeona mundial en Daegu y Moscú (Edna Kiplagat). Las ganadoras de 4 de los 6 Majors de 2013 (sólo falta Rita Jeptoo que ganó en Boston y Chicago): Aberu Kebede (Tokio), Priscah Jeptoo (Londres y NY) y Florence Kiplagat (Berlín). 4 de las 6 corredoras más rápidas de todo 2013.
Y a eso súmenle el debut más esperado, el de la grandísima Tirunesh Dibaba, poseedora del récord mundial de 5.000 metros, y que ya acredita 30.30 en los 10.000 en ruta y 66:56 en la pasada Great North Run.
Ahora olvídense de los números, y dejen a la cabeza soñar por uno instantes. Regresen a Londres, pero a aquel del verano olímpico de 2012 debajo de la lluvia que nos regaló aquel maravilloso maratón. Tiki Gelana sentada sobre el suelo tras proclamarse campeona olímpica, Priscah Jeptoo de rodillas en una bellísima imagen. Un año después, Londres se disponía a revivir aquel apretadísimo duelo, pero la silla de un paralímpico golpeó y lesionó a la etíope Gelana, y la victoria en esta ocasión fue para la keniana Jeptoo.
Sigan soñando e imaginen a la reina del fondo Tirunesh Dibaba, tres veces campeona olímpica, cinco veces campeona mundial, debutando en maratón. Aún no ha cumplido los 29 años, y si el debut de Bekele y de Farah han levantado expectación, el futuro que podemos suponer a la etíope en la distancia puede ser incluso aún mayor.
Igual que ocurre entre los hombres, por una parte se nos plantea la apasionante incógnita de cómo será el debut de Dibaba. Por otra parte, el resto de favoritas con a priori mayores opciones de victoria.
En toda la historia, sólo dos mujeres han debutado por debajo de 2h20: Paula Radcliffe (2h18:56) y Lucy Kabuu (2h19:34). Otras dos lo han hecho por debajo de 2h22: Meselech Melkamu (2h21:01) y Naoko Sakamoto (2h21:51). Sólo otras dos por debajo de 2h23: Ejegayehu Dibaba (2h22:09) y Gete Wami (2h22:19).
Tirunesh Dibaba pretendía haber debutado el año pasado, pero una lesión y el posterior enfoque al mundial de Moscú se lo impidió. Ahora tiene 29 años y aún un buen recorrido en pista, dónde jóvenes como su hermana Genzebe llegan para un relevo (una situación que recuerda a los primeros contactos de Gebrselassie con el maratón). En la rueda de prensa previa, Dibaba ha reconocido que ha aprendido mucho de las charlas con Haile, y que sin atreverse a dar un valor de cuánto valdrá su debut, sí ha reconocido que va a dar lo mejor de sí misma en Londres.
Nos encontramos sin duda ante una de las atletas que han de marcar una nueva etapa en la distancia. Su valor va a estar dentro de muy poco bastante por debajo de esas 2h19, pero hacerlo en un debut, tal y como hemos visto en el anterior párrafo es prácticamente imposible. A la hora de escribir este artículo desconocemos pasos de las liebres, pero seguro que va a ser una carrera rápida, al menos para el primer grupo.
¿En qué tiempo correrá Dibaba? Bajar de 2h22 ya sería una barbaridad, y nos morimos de ganas porque llegue el domingo y podamos averiguarlo.
El enorme duelo entre kenianas y etíopes se personaliza en la apasionante reedición del enfrentamiento entre Priscah Jeptoo y Tiki Gelana. Gelana logró una victoria apretada en los Juegos de Londres, y con esa inyección de moral el año pasado era la favorita. La silla de un paralímpico se la llevó por delante, y Jeptoo ganó con su mejor marca personal de 2h20:14. Desde entonces, la victoria en la Great North Run por delante de Dibaba y Defar, y sobre todo un incuestionable triunfo en Nueva York y en la clasificación general de los Majors hacen que este año la situación esté invertida, con la keniana por delante de la etíope en los pronósticos.
Etiopía presenta a otras dos jóvenes que saben lo que es correr sobre 2h20/2h21: Aberu Kebede y Feysa Tadese, quienes unidas a Gelana y Dibaba hacen un cuarteto etíope que seguro que hace frente común con una clara aspirante a la victoria, la novel más ilusionante y dos rápidas corredoras con no más de 25 años.
Las kenianas no se quedan atrás, y rumores ha habido de ese intento de unión para intentar atacar el récord mundial de Radcliffe en carrera sólo de mujeres que data desde 2005, pese a que para lograr tal cosa, por ejemplo Jeptoo debería bajar su mejor registro en más de dos minutos y medio. Florence Kiplagat, con su récord mundial en el medio maratón de Barcelona en febrero, ha sido la sensación del asfalto este invierno, y salta a la vista que llega muy rápida, totalmente capacitada para atacar su mejor registro de 2h19:44. Edna Kiplagat, que en Moscú reeditó su título de campeona mundial, confiesa llegar en buen estado, y es algo más que una corredora de muchas garantías (2h19:50). Junto a Jeptoo presentan un trío de muchísima calidad.
La fuerza mediática sobre el récord mundial en hombres, y el hecho de que el ránking de mujeres esté tan inalterable desde la retirada de la británica Paula Radcliffe hace que los focos no se centren tanto en el apartado femenino de la prueba, pero la reunión de atletas que se ha conseguido en Londres es tan maravillosa que esperemos que la retransmisión televisiva nos facilite una buena multipantalla para no perder ni un detalle de ambas carreras.
Los interrogantes sobre el debut de Dibaba, quien merece al menos los mismos titulares que Bekele o Farah. El enésimo enfrentamiento de Jeptoo con Gelana, el récord de carrera exclusivamente femenina en el aire, y un gran ramillete de kenianas y etíopes que optan a todo. Un fascinante apartado más de este juego de misterio y preguntas aún sin resolver.
El puntazo español de Londres
Pedro Nimo, el albañil del asfalto, el referente preferido para tantos y tantos corredores españoles, estará en la fantástica carrera de Londres, con la intención de mejorar su mejor marca personal, que data de su debut en la distancia en Viena 2009 (2h12:10).
El gallego ya sabe lo que es entrar entre los 10 primeros de un Major con su séptimo puesto en Berlín 2011 (2h13:34), y sin duda va a disfrutar la ocasión de un escenario inmejorable, en el que con una carrera de menos a más seguro que va a tener la posibilidad de ir adelantando posiciones a medida que los enormes ritmos previstos vayan haciendo mella.
Basta recordar el ascendente que tiene Pedro sobre los corredores de nuestro país rememorando las fantásticas escenas que pudimos vivir en la última Behobia, dónde una vez más quedó claro el enorme cariño que se siente en nuestro país por Pedro.
Fotos | Virgin London Marathon
Sensacional. Sublime. Maravilloso artículo. Una delicia poder leer estas cosas.
Miguel, disfrutemos de este momento. Mañana vibraremos con la fuerza que invadirá las calles de la vetusta Londres. Sólo podemos disfrutar.
http://www.soy-cobarde.blogspot.com
me ha encantado, una vez mas, tu articulo, enhorabuena!!mañana promete ser un dia grande